Año 13, número 149.

Se inauguró el 28 de enero y forma parte del proyecto “Horticultura urbana y nutrición: una estrategia de intervención multidisciplinar para mejorar la salud física y mental en mujeres privadas de la libertad”

Lenin Aceves

El cultivo de hortalizas, especias, hierbas aromáticas y plantas de ornato con propósitos terapéuticos y para el consumo de la población, es una realidad con el huerto ecológico que fue inaugurado en la sección femenil del Centro Integral de Justicia Regional (CEINJURE) de Ciudad Guzmán, con el proyecto que lidera la profesora e investigadora del CUSur, doctora Norma Helen Juárez.

Este huerto es parte del proyecto de colaboración inter-institucional “Horticultura urbana y nutrición: una estrategia de intervención multidisciplinar para mejorar la salud física y mental en mujeres privadas de la libertad”, en el que participan profesores, investigadores y profesionales de nutrición y psicología del CUSur, quienes a través de la agroecología fomentan la producción de hortalizas y la promoción de hábitos alimenticios saludables, así como el incremento de la actividad física y el bienestar psicoemocional en las mujeres privadas de su libertad.

El proyecto recibió recursos de la Secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres del Gobierno de Jalisco, a través de la asociación Alianza Ciudadana para el Desarrollo Regional Alternativo – Sur de Jalisco (ACDRA-SURJA), con el respaldo institucional y operativo del CUSur.

De acuerdo con Helen Juárez, estas actividades de vinculación con el CEINJURE de Ciudad Guzmán comenzaron en noviembre de 2017 con la creación de un primer huerto en la sección varonil, que recibió el respaldo de las autoridades penitenciarias, y que incluso el año pasado tuvo la visita del académico e investigador brasileño doctor Sebastiao Pinheiro, impulsor de la agroecología en América Latina y Europa, para brindar asesoría y capacitación. A la fecha en ese espacio producen lechuga, col, cilantro, nopal, zanahoria, fresa, pimientos, acelgas, pepino, entre otras hortalizas.

Hace un año, una estudiante de nutrición, a través del servicio social, realizó un diagnóstico sobre el estado nutricional de las integrantes de la sección femenil del CEINJURE y encontró un problema de sobrepeso, “eso nos motivaba más a no soltar el proyecto del huerto y hacer toda esta gestión, y por ello ahora tenemos este programa de nutrición empalmado de manera multidisciplinaria”, con la participación de nutrición y psicología trabajando en conjunto.

“Estamos preparando personas que pueden decir a un empresario sé cómo preparar una composta, sé preparar un biofertilizante, sé cómo manejar una plaga sustentablemente, eso se está haciendo en el área de comunidad terapéutica. Ahora las muchachas están también en esa dirección, van a aprender cómo producir alimentos sanos para ellas, para sus hijos, pero también pueden emplearse y llevar ese conocimiento. Ese es el compromiso, que de aquí salgan personas que tengan ese perfil agroecológico, que tengan la seguridad que lo que han aprendido lo han aplicado aquí, y que pueden ir y poner el ejemplo”, subrayó la investigadora del CUSur.

Por su parte, el Director General de los Centros de Readaptación Social, maestro José Antonio Pérez Juárez, destacó que la puesta en operación de este huerto orgánico es un ejemplo de terapia ocupacional que puede transitar hacia una terapia productiva, para que de esa forma las internas apoyen en el sostén de sus familias, con un salario digno y respeto a los derechos laborales, “derechos que no se pierden por el hecho de estar en un proceso penal o cumplimiento de una sentencia”.

“Nadie había incursionado en una terapia ocupacional, psicológica y productiva como es un huerto orgánico, estoy satisfecho, sorprendido y contento de ser parte de este arranque de huertos urbanos… Queremos no sólo terapia ocupacional sino productiva, sabemos que las personas son violentas o agreden cuando no tienen lo que necesitan y que saben tienen derecho. El día que las internas y los internos sepan que pueden sostener a su familia, que tienen un trabajo remunerado, ese día podemos estar más tranquilos. Nos iremos de forma inmediata a impulsar este modelo, a replicarlo en Autlán y buscaremos el espacio en Puerto Vallarta y en los centros metropolitanos porque tenemos centros con territorio suficiente, como el reclusorio preventivo, el de sentenciados”.

El Secretario Académico del CUSur, doctor Andrés Valdez Zepeda, detalló que al realizar una comparación entre Zapotlán el Grande y otra ciudad media, con condiciones sociales y económicas similares, encontró que la educación es un factor que contribuye con la seguridad y la calidad de vida, “la variable educativa explica por qué en una región los jóvenes tienen opciones de empleo y desarrollo, y no opciones que tienen que ver con malas decisiones o actos que se cometen”.

“Un huerto orgánico o uno productivo nos convoca a sembrar esperanzas para cosechar nuevas realidades. Muchas veces no es lo que nos pasa, sino cómo interpretamos o procesamos lo que nos pasa. Convoco a las personas que están privadas de su libertad que esta situación la vean como un aprendizaje, como un crecimiento, y que el huerto que se está trabajando sea un ejemplo de construcción, de sembrar esperanzas para construir un mundo mejor para ustedes, sus familias y nuestro país”.

lenin.aceves@cusur.udg.mx