Año 17, número 255.
A mi maestro Eduardo Etchart Mendoza,
quien me heredó el gusto y amor por la historia de México.
Alonso Sánchez
Licenciado en periodismo y estudiante de la maestría en Estudios Rurales del CUSur.
¿Alguna vez te has preguntado quiénes son o quiénes fueron todos esos hombres y mujeres, incluso pueblos, que ponen nombre a las calles de nuestras ciudades? ¿Quién es ese tal Pascual Galindo Ceballos que le pone nombre a una de las calles del centro de Ciudad Guzmán? Un Guillermo Prieto, Ramón Corona, Federico del Toro, Santos Degollado, Javier Mina, Leona Vicario o Ignacio Comonfort. Se sabe que han sido personas que han contribuido en la historia para la construcción de México y su conformación en república federal, pero ¿acaso tuvieron algo que ver con nuestras ciudades? En este caso Ciudad Guzmán.
Ciudad Guzmán, perteneciente al municipio de Zapotlán el Grande, Jalisco, se encuentra en la región sur de este estado. Colinda al norte con Gómez Farías, San Gabriel y Tamazula de Gordianos, al este con el mismo Tamazula y Zapotiltic, al sur de nuevo con Zapotiltic, Tuxpan, Tonila y Zapotitlán de Vadillo, y al oeste con los municipios de Zapotitlán de Vadillo y San Gabriel. Esta ciudad, la segunda más importante, actualmente, de Jalisco, ha sido un paso importante para el comercio debido a que se encuentra entre Guadalajara, capital de Jalisco, y Colima, capital del estado con el mismo nombre. Asimismo, la carretera que pasa por Zapotlán el Grande de norte a sur tiene como destino final el puerto de Manzanillo, en la actualidad el más importante del país, sobrepasando el de Lázaro Cárdenas.
Así, Ciudad Guzmán es un lugar importante, tanto en el comercio, la agricultura y como un punto estratégico como vía de comunicación entre la capital de Jalisco y el puerto de Manzanillo, Colima. En la historia, esta ciudad ha tenido distintos momentos que han quedado grabados y que han sido fundamentales para la construcción de nuestro país. Recordando a Luis González y González, la historia de los pueblos también es importante para poder construir y entender la historia general de las naciones. En esta ocasión, Ciudad Guzmán fue un lugar importante durante la caída de la dictadura de Ignacio López de Santa Anna, si recuerdan es aquel que vendió casi medio país, “2 400 000 (dos millones cuatrocientos mil) kilómetros cuadrados de territorio”, a los Estados Unidos de Norteamérica.
En los albores de la dictadura del gobierno de Santa Anna entre 1853 y 1855. Ocupó el gobierno de la república en seis ocasiones, pero fue este último periodo al que se le considera como dictadura. El mismo Santa Anna se nombró Alteza Serenísima proclamado en un documento firmado en México el 17 de diciembre de 1853 firmado por el general de brigada Antonio Diez de Bonilla, documento por el cual se le reconoce como dictador a Santa Anna por los artículos primero que dice “Se declara que por voluntad de la Nación, el actual presidente de ella continuará con las facultades de que se halle investido, por todo el tiempo que lo juzgare necesario para la consolidación del orden público” y el artículo tercero que dice “El tratamiento de Alteza Serenísima será para lo sucesivo anexo al cargo de Presidente de la República”.
Ante esta situación comenzó el disgusto entre los ideólogos liberales de aquel entonces, entre ellos Ignacio Comonfort quien se encontraba como jefe de aduanas en Acapulco, y que después de haber sido despedido por Ignacio López de Santa Anna, se unió a la rebelión una vez reformado el Plan de Ayutla de 1854 para consolidar un “régimen republicano” y buscar la destitución del dictador Santa Anna. Comonfort “a la sazón de 43 años de edad, era un poblano corpulento cuyo padre, de recursos muy escasos, lo puso a trabajar desde los 11 años de edad”, esto de acuerdo al libro La epopeya de México. De Juárez al PRI de Armando Ayala Anguiano (2011).
Si nos ubicamos en la actual Ciudad Guzmán, el nombre de Ignacio Comonfort fue puesto una calle que se encuentra en el centro de la ciudad. Para quienes entran al pueblo llegando por la autopista Guadalajara-Colima y toman la Calzada Madero y Carranza con dirección al centro histórico, se cruzarán con esta calle una cuadra antes de llegar al Santuario de la Virgen de Guadalupe. En épocas anteriores al crecimiento de la población, era hasta donde llegaba la ciudad y que ahora es de las vías importantes para llegar, por ejemplo, al tianguis municipal, o para quienes son o han vivido en Ciudad Guzmán en los últimos 10 años la reconocerán, pues es por donde pasa la grieta que ha causando sismos locales en el municipio.
Pero Ignacio Comonfort tuvo un lugar importante en la historia. Como se ha venido diciendo, fue uno de los personajes que condujeron la lucha en contra de López de Santa Anna. Al integrarse al Plan de Ayutla de 1854 Comonfort encabezó una pequeña avanzada de rebeldes de la dictadura, ya que con “500 reclutas resistió los embates del dictador” el cual llevaba un ejército de al menos “6 000 (seis mil) hombres” refugiado en el fuerte de San Diego en Acapulco, Guerrero. Sintiendo la poca resistencia y casi nulas herramientas de guerra con las que contaban para poder hacerle frente al ejército dictatorial, Comonfort viajó a los Estados Unidos de Norteamérica con la intención de conseguir armamento y municiones. En el país del norte pudo regresó a México con «2 000 (dos mil) fusiles, 80 (ochenta) quintales de pólvora, 50 000 (cincuenta mil) cartuchos, un obús de montaña con dotación de cápsulas, un surtido de granadas entre las que figuraban 200 (doscientas) del tipo usado por el ejército de Estados Unidos, piezas sueltas y herramientas para fabricar cañones» (Ayala, 2011).
Con más armamento Ignacio Comonfort comenzó su campaña militar con la intención de poder ir ganando terreno a las fuerzas del dictador. Después de estar en Acapulco, Guerrero la avanzada se dirigió a Michoacán en donde varios lugareños ya se habían integrado al movimiento revolucionario, ya que los impuestos dictaminados por el gobierno de Santa Anna y sus nuevas leyes pegaban por todos lados al pueblo de México. Por ejemplo, con el gobierno del dictador se impusieron las siguientes leyes: “publicó un bando contra los que murmuraran contra la autoridad, censurarán sus disposiciones o publicaran malas noticias… multa por 200 (doscientos) pesos a cualquiera que, viendo esas faltas, no denunciara a sus autores… se canceló la libertad de imprenta… se impulsó la pena de destierro a todo sospechoso de conspiración, sin distinción de hombres, mujeres jóvenes, vejez o enfermedad… fueron víctimas de destierro destacados liberales como Guillermo Prieto, Melchor Ocampo, Benito Juárez, entre otros”. Por su parte, los impuestos fueron los siguientes, algunos hasta absurdos, “Pago mensual de un peso por cada perro. El incumplimiento era castigado con multas hasta de 20 (veinte) pesos y la muerte del animal. Uno de los más recordados fue el impuesto que debía pagarse por cada puerta o ventana” (González, 2014).
Así, después de llegar a Michoacán, encontrarse con habitantes ya sublevados, comenzaron la toma de pueblos como “Puruándiro, La Piedad y Ario” en donde se encontraba Félix Zuloaga, jefe Santanista, quien desertó y se unió a las fuerzas rebeldes. De ahí comenzaron su avanzada hacia el sur llegando a Zapotlán el Grande el 22 de julio de 1854, lugar que tomó junto a Santos Degollado, para luego conducirse hacia la capital del estado de Colima. Aunque su paso por Zapotlán o Ciudad Guzmán, fue importante, ya que era la vía más corta y la ciudad más importante de la región para conducirse y tomar Colima. Con estos triunfos Comonfort tenía bajo su poder “parte del estado de Guerrero sin las principales ciudades, media docena de pueblos michoacanos, dos o tres de Jalisco (entre ellas Zapotlán el Grande) y la capital de Colima” (Ayala, 2011). Sin embargo, necesitaban una plaza de mayor importancia para consolidarse como un ejército con verdadero poder, por lo que después de estar unos días en Colima, avanzaron hacía el norte con la intención de conquistar Guadalajara, la capital de Jalisco y la segunda ciudad más importante del país, la cual pudieron tomar sin disparar ni un tiro, ya que “Guadalajara se había adherido a un pronunciamiento de ex santannistas… y abandonaron en masa sus puestos para trasladarse a la ciudad de México” de acuerdo con Armando Ayala.
Con este último trozo de historia podemos concluir con la crónica del paso de Ignacio Comonfort y sus fuerzas por Zapotlán el Grande y la importancia de este municipio como paso para llegar a otros puntos de mayor importancia en la economía del país como la capital de Colima y la capital de Jalisco. Tan importante fue esta gesta, que permitió la consolidación de la Guerra de Reforma o de “los tres años” (1858-1861) que inició con la promulgación de la Constitución de 1857 y con esto Ignacio Comonfort y Benito Juárez fueron nombrados presidentes de México y se escribió la segunda transformación del país.
Y con esta breve reseña histórica cuando pasen por la calle Comonfort en Ciudad Guzmán sabrán cual fue el papel en la historia de este personaje y por qué es que se le ha adjudicado el nombre a dicha vialidad.
Referencias
Ayala, Armando Anguiano, 2011. La epopeya de México. De Juárez al PRI. Edición en electrónico, Fondo de Cultura Económica, https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=VTtUEAAAQBAJ&oi=fnd&pg=PP1&dq=La+toma+de+Zapotl%C3%A1n+el+Grande+por+Comonfort+y+Degollado&ots=7L8oHmYHet&sig=F0bnb2a4ndsBcZyTR3MrcnIyc8w#v=onepage&q&f=false
González, Raúl Lezama, 2014. La dictadura. El último gobierno de Antonio López de Santa Anna. Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México. Gobierno de México. https://www.inehrm.gob.mx/es/inehrm/La_Dictaduta_El_ultimo_Gobierno_de_Antonio_Lopez_de_Santa_Anna