Año 13, número 155.

¿Cómo evaluar a los alumnos en tiempos de emergencia epidemiológica? ¿Se requiere de una evaluación especial en estos tiempos de excepción?

Imagen: Pixabay.com

Andrés Valdez Zepeda

La continuidad de la emergencia epidemiológica generada por el COVID 19 ha imposibilitado que la mayoría de los estudiantes regresen a las aulas para continuar con el proceso de enseñanza aprendizaje bajo el modelo de educación presencial. Debido a esta circunstancia y ante la proximidad del fin del ciclo escolar en varias instituciones educativas, se hace necesario hacer algunas reflexiones sobre cómo debe ser el proceso de evaluación escolar en tiempos de contingencia epidemiológica y qué aspectos deben ser considerados en esta evaluación.

En este sentido, en este breve escrito se abordarán algunas ideas y se darán algunas sugerencias para evaluar el desempeño de los alumnos en tiempos de excepción, generados por la actual contingencia epidemiológica. Además, se apuntan algunas ideas sobre las consideraciones y criterios que los profesores deben tomar en cuenta en el proceso de evaluación de sus alumnos.

Primero, es importante considerar que la evaluación escolar es conceptualizada como una valoración que hace el profesor sobre el aprovechamiento, destrezas, aptitudes y  conocimientos adquiridos por los alumnos durante el ciclo escolar, así como sobre el cambio y mejoramiento de sus actitudes y el aprendizaje de una competencia o habilidad determinada. Es decir, evaluar implica valorar por parte del docente el avance en el aprovechamiento y en los conocimientos y competencias adquiridas por parte de los alumnos.

Segundo, la evaluación tradicional implica un proceso integral y continuo, que toma en cuenta el desempeño del estudiante durante todo el ciclo escolar, considerando sus asistencias y su participación en clase, sus tareas escolares, los trabajos de investigación, portafolio de evidencias, las presentaciones frente a grupo, las prácticas de campo y laboratorio, así como los exámenes y trabajos finales de proyectos e investigaciones especiales, entre otros aspectos.

Tercero, se debe considerar que en materia educativa no hay solo un tipo de evaluación, sino que existen diferentes tipos, como la evaluación diagnóstica, la evaluación de orientación o re orientación, la evaluación predictiva y la evaluación de control, por señalar algunas. También existen diferentes criterios y métodos de evaluación del aprendizaje escolar. 

Cuarto, se debe tomar en cuenta que actualmente estamos viviendo tiempos de excepción, inéditos y extraordinarios, producto de la emergencia epidemiológica generada por el COVID 19, por lo que el nivel de estrés de los estudiantes durante este periodo ha sido relativamente alto, debido al temor de contagio (que puede llevar incluso a perder la vida), así como a las políticas de distanciamiento social y confinamiento impuestas por la misma contingencia.

Quinto, se debe considerar que la mayoría de los alumnos estaban acostumbrados a un sistema de educación presencial, el cual tuvo que cambiar repentina y drásticamente a un sistema de educación en línea, lo cual fue novedoso y disruptivo para muchos estudiantes.

Sexto, también se debe considerar que no todos los alumnos han desarrollado, por igual, la misma capacidad de autogestión del proceso de su propio aprendizaje y además no todos están familiarizados con el uso de plataformas educativas en línea.

Séptimo, además se tiene que considerar que no todos los estudiantes tienen el mismo acceso a internet y a las nuevas tecnologías de la información y comunicación en sus comunidades de origen. Tampoco todos tienen las mismas condiciones económicas para acceder a esas nuevas tecnologías debido al costo económico que esto implica. Las familias de menos recursos económicos y los alumnos que viven en comunidades alejadas de las grandes ciudades son las que menos acceso tienen a la nueva “modernidad tecnológica”.

Octavo, se debe considerar que la condición de excepción imposibilita la conclusión de algunos de los programas de las asignaturas, ya que una parte importante del trabajo de laboratorio, prácticas de campo y prácticas profesionales que están señaladas en muchos de los contenidos programáticos de las asignaturas o unidades de aprendizaje no se pudieron realizar debido a la contingencia. Sin embargo, esto no es atribuible a los alumnos ni a los profesores, sino a la propia contingencia que se está viviendo. Se está evaluando, en algunos casos de ciertas unidades de aprendizaje que están bajo este supuesto en algunas instituciones educativas, ampliar el actual ciclo escolar 2020 A  hasta  verano (junio y julio) para concluir el semestre y los alumnos puedan adquirir la competencia que se establece en el programa educativo.

Noveno, también se debe considerar que no todos los profesores pudieron diseñar, profesionalmente hablando, un curso en línea, ya que muchos de ellos han estado tradicionalmente alejados del uso de la tecnología en sus labores como docentes, facilitadores o tutores. Esto implicó que se improvisaran por parte de muchos profesores algunos cursos en línea o actividades escolares remotas, sin contar con un diseño instruccional adecuado al tipo de unidad de aprendizaje y nivel de estudios requerido.

Décimo, en consecuencia y debido a esta situación de excepción que se está viviendo, es recomendable evaluar a los alumnos en este periodo de contingencia con criterio, considerando la situación de emergencias que se está viviendo, sin vulnerar el rigor académico, pero con la flexibilidad necesaria que el momento de excepción demanda. Es decir, los profesores deben evaluar a los alumnos tomando en consideración tanto su desempeño y nivel de aprovechamiento, así como el nivel de excepción que se está viviendo y que a todos, de una u otra forma, nos ha afectado.

En suma, debido a la contingencia epidemiológica y a que la mayoría de los alumnos tuvieron que migrar repentinamente del modelo presencial o semi- presencial de educación a un modelo de educación completamente en línea o remota, no se sugiere realizar una evaluación tradicional ante una situación extraordinaria y de excepción, como la que se está viviendo actualmente. Independientemente del tipo y método de evaluación que se realice, es importante considerar la circunstancia especial. En consecuencia, apelar al criterio, sensibilidad y buen juicio de los profesores, en el marco del respeto irrestricto a la libertad de cátedra, sin demeritar el nivel académico, para realizar una evaluación flexible de los alumnos considerando no sólo los aspectos escolares, sino también las circunstancias vividas, debe ser parte de la sensibilidad del magisterio que se requiere en estos tiempos de excepción.

andres.zepeda@cusur.udg.mx