Año 14, número 175.

Todo me ha sido arrebatado: el amor y la fuerza.

Mi cuerpo, precipitado dentro de una ciudad que detesto,

no se alegra ni con el sol. Siento que mi sangre congelada está.

Burlada estoy por el ánimo de la Musa

que me observa y nada dice,

descansando su cabeza de oscuros rizos,

exhausta, sobre mi pecho.

Sólo la Conciencia, más terrible cada día,

enfurecida, exige cuantioso tributo.

Y para responder, me cubro el rostro con las manos,

porque he agotado mis lágrimas y mis excusas.

Anna Ajmátova

Imagen: Pixabay

La poeta rusa Anna Ajmátova nace en la ciudad de Odessa el 23 de junio de 1889 y muere el 5 de marzo de 1966. Fue una de las fundadoras del movimiento poético Acmeísmo. Publicó diversas obras, entre las que se encuentran Anochecer, Belaia Staia, Podorozhnik, Poema Bez Geroia y Requiem, esta última considerada una obra maestra. Su amor por la poesía la llevó a continuar con su labor de escritura a pesar de sufrir censuras en su obra por contener “misticismo, erotismo e indiferencia política”, y de ser expulsada de la Unión de escritores soviéticos. En sus textos podemos encontrar retazos de su vida mediante alusiones a la tristeza, la nostalgia, soledad y muerte.