Año 16, Número 212

¡Nop! es el tercer largometraje de Jordan Peele: actor, productor, guionista y director.

Imagen: El espectador

Isaac Álvarez

Creo que una de las formas que me resultan más fáciles para calificar una película es de acuerdo con lo que provoca en mí, también creo que puede ser un camino muy llano el calificar cine de esa manera pero, aun así, puedo decir que confío plenamente en la postura de que el cine, la literatura, la música, el arte pues, debe provocar ALGO en quien lo aprecia.

En el mercado uno puede encontrar películas que nos provocan emociones, reflexión (esas suelen ser buenas), hay otras que a uno no le provocan nada (esas suelen no ser buenas), luego está Marvel y el reino de los refritos light que lo único que provocan es lástima. Pero ⎯porque debe haber un pero⎯, más allá de ese cielo nublado hay algunas cintas que, cuando uno las ve, nos provocan reacciones tan extremas y raras como vigilar las nubes temiendo por la vida. Ahí, mi estimado, entra ¡Nop!.

¡Nop! es el tercer largometraje de Jordan Peele: actor, productor, guionista y director. Peele comenzaría sus primeras andanzas en la comedia, y ojo ahí porque es importante para entender su sello autoral, uno que evolucionará con rapidez para, en 2017, lanzar su ópera prima escrita y dirigida por él: Get out, una cinta de suspense que ya en su momento recuerdo como una absoluta rareza que mezclaba tintes de terror con un sentido de la comedia que incomodaba, incluso más que el propio horror del argumento ⎯esto último parte clave desde entonces en su autoría⎯. Su cine, podemos decir, es un licuado de géneros que no deja de producir un sentimiento de extrañeza; uno ve sus películas y no termina de decidir si es una comedia con pinceladas de horror, o es una de horror con un discurso social rebajado hábilmente con una pizca de comedia. Al final todo es válido con Peele.

Con Get out teníamos una afilada sátira sobre un hombre negro que debía sobrevivir a esos falsos aliados blancos, haciendo alusión a la empatía que las personas suelen mostrar por cualquier grupo social simplemente para cumplir con la agenda. Si bien el discurso racial permanece en mayor o menor medida en su filmografía hay otro aspecto que prefiero abordar. En Get out, Peele nos contaba esa sátira a través de un escenario que nos resultaba sumamente familiar pero que, conforme avanzaba la trama, se tornaba extraño y perverso. En ¡Nop! sucede lo mismo. Peele genera un sentimiento de extrañeza a partir de la cosa más común, ya sea una nube, un insecto, un caballo, un anuncio inflable que bien podría estar al lado de cualquier carretera y funciona a la perfección. Pone al espectador en contacto con algo que conoce, que ha visto antes, pero retuerce su connotación hasta volverlo terrorífico.

La historia que se nos cuenta transcurre en el rancho de los Haywood, unos entrenadores de caballos para rodajes de cine y televisión. Los miembros más jóvenes de la dinastía Haywood OJ y Emerald, interpretados por Daniel Kaluuya y Keke Palmer, pasan por momentos difíciles donde deben tomar una decisión respecto al rancho familiar: tratar de salvarlo o dejarlo ir. Para la primera de las opciones necesitan mucho dinero y Emerald lo busca apelando a la espectacularidad, ofreciendo sus servicios en casi cualquier área de un set de rodaje, ella entiende la mecánica del mercado: se debe llamar la atención para poder vender (sí, así como Marvel). Su hermano Daniel, por otro lado, es en extremo reservado, a él lo único que le preocupa es mantener en pie el rancho y alimentar a sus caballos. Aunque en extremos opuestos, los dos buscan ganarse la vida.

Si bien este no es el principal hilo argumental de la cinta, y considero que está de más decir que ¡Nop! va sobre una aparente invasión extraterrestre (o por lo menos es así como se nos vende en los tráilers), quise comenzar por los personajes que habitan esta historia para entender su rareza. Los personajes de Kaluuya y Palmer serán testigos de acontecimientos que no podrán explicarse: caen monedas y llaves del cielo, se escuchan gritos entre las nubes y varios de sus caballos han comenzado a desaparecer. Pronto los dos hermanos verán a las nubes y descubrirán lo que se esconde entre ellas.

Me resulta interesante que los tráilers dan muestras más que claras de lo que es la amenaza a la que se enfrentarán nuestros protagonistas, aunque con un deje de misterio. Creo que desde ahí la película acierta. Peele nos vende ¡Nop! como una peli de extraterrestres, nos empuja a suponer lo predecible del caso y luego nos voltea el juego.

¡Nop! no será pues la historia de los típicos héroes que adquieren el deber de machacar al alienígena invasor en turno para salvar a la humanidad. El leitmotiv que moverá a nuestros personajes será algo mucho más llano, mucho más acorde a esta era: cazarlo con la lente de una cámara y hacerse famosos con el video. Partiendo de ese aspecto la película bebe mucho del cine de Spielberg pero no precisamente de su sci-fi, como podría suponerse, ni siquiera del que quizá para muchos es el referente más inmediato Encuentros cercanos del tercer tipo (1977), si no de Jaws (1975). La cinta de Peele se siente en ocasiones como una reescritura de esa vieja historia; la obsesión del hombre por cazar/capturar a la bestia. Una historia ya contada pero reinventada y adaptada a nuestra actualidad. Una actualidad donde todos somos observadores omniscientes. Observadores empeñados con abarcarlo todo, con ver/consumir todo, y que se justifican en la ilusión de que todo está a su entera disposición (aunque sea a través de una pantalla).

Sin develar partes importantes de la trama quiero hacer énfasis en lo último: la figura del observador omnisciente. Esto tendrá un peso circunstancial en la película. Peele tiende un puente hacia nuestra actualidad y nos cuestiona ¿Quién es el observador y quién o qué es su presa? ¿Somos observadores o presas de lo que observamos? ¿Presas embelesadas por lo que observan?

¡Nop! de Jordan Peele está ya en salas de cine y su filmografía puede ser encontrada en plataformas de streaming al igual que Jaws de Spielberg. Sea cual sea que elijan ver, créanme, habrán invertido bien su tiempo.

isaac.alvarez4599@alumnos.udg.mx