Año 13, número 146.
A Ángeles García
Tierra negra, aguas lentas que invaden las orillas,
silencio acumulado como granos de arena en la palma de mi mano,
viento envenenado que azota las costas de los Hombres,
canto arrasado, traído de lejos, al abismo de la garganta.
Todo esto no es sino la muerte.
La muerte vestida de mar y de algas,
viajando como una amarga espuma
a los bordes de una boca aullante,
como un barco sin tregua hasta el fondo de los ojos,
hasta el fondo del grito.
La muerte con su lengua marina
devorando un alba de súplicas;
ninguna voz, ninguna palabra atiende.
Sólo es ella,
espesa noche de los ahorcados,
alarido oculto entre la brisa,
nudo que rodea lentamente el cuello de este triste mundo.
Sólo es ella,
quien camina a solas
cuando las mareas bajan,
repasa los márgenes de unos labios
que pronto serán un sueño olvidado,
inunda el rostro de recuerdos salinos,
de una tiniebla más profunda que la soledad.
Sólo es ella,
sentada en el vacío,
oscura, confusa, pétrea,
huérfana antigua que viene empapada de sombra,
al compás de un océano fúnebre ahogándonos.
Sólo es ella,
en la distancia transparente de su tiempo,
con su risa de musgo que nos mira desde la bahía,
mientras partimos sin rumbo
como botellas de náufrago.
Alejandro Arenas
“Más allá de la vida” es el poema con el que Alejandro Arenas, alumno de Letras Hispánicas del CUSur, ganó el concurso Panteón literario, en el marco del XII Festival Cultural Día de Muertos.
Alejandro Arenas es originario de Tabasco, es miembro del colectivo Náufragos de la palabra. En 2016 se le otorgó una mención honorífica en los Juegos Florales de Zapotlán el Grande por el poema “En la noche viene la muerte”. Ganó el primer lugar en el concurso de poesía del Primer Festival de las Artes e Interculturalidad del CUSur con el poema “Apología de los excluidos”, además del primer lugar en el Quinto Concurso Literario del CUSur en la categoría poesía con “Delego mi muerte”.