Año 16, Número 227.

Esta reseña forma parte de las actividades de retribución social de los alumnos de la maestría en Estudios en Literatura Mexicana del Departamento de Letras del Centro Universitario de Ciencias sociales y Humanidades (CUCSH).

Imagen: Gaceta UNAM

César Mora Moreo

Clara como un fantasma de Alejandro von Düben es la obra ganadora del Premio de Novela Juvenil Universo de Letras 2022 que presenta la historia de Clara, una adolescente que acaba de cumplir diecisiete años y quien paulatinamente empieza a desaparecer luego de presenciar el secuestro de una mujer llamada igual que ella. Pese a que el nombre “Clara” se relaciona con la cualidad de percibirse y distinguirse bien, la protagonista de esta novela está desapareciendo delante de sus ojos: “al mirar hacia el espejo, vi mi reflejo empañado. Quizás el cristal estaba sucio. Lo salpiqué de agua, le pasé la manga de mi sudadera y me restregué los ojos. Ni así se me quitó la cara borrosa, como si fuera el error de un videojuego llevado a la vida real”. 

La manera en la que se aborda la condición de fantasma de Clara, más que en convenciones del género fantástico, me lleva a pensar en la palabra fantasmático que es empleada en la psicología para referirse a las representaciones mentales e imaginarias provocadas por el deseo o el temor. Precisamente esta definición resume a grandes rasgos lo que le está ocurriendo a la protagonista de la novela. A partir de su trauma por la desaparición forzada, Clara empieza a desaparecer para sí misma, no pudiendo distinguir su cuerpo con claridad y perdiendo otros sentidos como el olfato, el gusto y el tacto. Esta condición fantasmal se relaciona con una proyección de sus miedos y la certeza de las distintas formas de violencia a las que históricamente las mujeres han sido sometidas. Sin embargo, todo está ocurriendo dentro de su cabeza porque ni sus familiares, ni su novio, ni sus amigas, son conscientes de lo que le está pasando, así como prefieren ignorar las noticias relacionadas con personas que están siendo raptadas: “Al contarle lo de ella —cómo vi que dos hombres la arrastraron hacia el interior de una camioneta, mientras pedía ayuda a gritos—, Ángel peló los ojos y se tragó las palabras para quedarse un largo rato en silencio. Luego de uno o dos o tres minutos, dijo que esas cosas pasaban a diario, que no podíamos hacer nada y que lo mejor sería cambiar de tema. Y lo hizo. Me habló sobre una película de superhéroes”. Clara es un fantasma, porque es una persona invisible acostumbrada a ser ignorada por su novio y familia: “Llegué a la conclusión de que, más que ayuda, quería ser escuchada. Les conté lo que sucedía conmigo, pero fue como si tuvieran demasiado ruido en las orejas. No me escucharon. Sobre todo mamá”. En la novela los fantasmas también son las ausencias de las personas que no están, ya sea por haber sido raptadas o por abandonar a sus familiares por voluntad propia, como el caso del padre de la protagonista: “Esa noche pensé en papá. Su fantasma merodeaba por los rincones. Nadie hablaba de él. Era una ausencia embrujada”.

Asimismo, es destacable el juego de espejos que se plantea en la novela. La protagonista se ve reflejada en la mujer homónima cuyo secuestro presenció y al mismo tiempo se vincula con ese grupo de otras fantasmas como ella, que desde el activismo protestan por las desapariciones y piden que no queden impunes los crímenes: “Soñé que yo era ella. O, mejor dicho, yo era yo, pero me ocurría lo mismo que a ella. Caminaba por una calle del centro de la ciudad (…) Todo parecía tan familiar, común y tranquilo hasta que, de la nada, una multitud de brazos me sujetaron por la espalda y me arrastraron hacia un lugar cerrado, silencioso y oscuro”.

Además de la desaparición forzada, la novela hace alusión a otras formas de violencia, algunas más visibles que otras, a las que Clara debe enfrentarse y que se relacionan con el hecho de ser mujer. Por un lado, están las agresiones sexuales sugeridas y explícitas: “Luis me dijo “cuñada, ya estás grandecita” de una manera muy incómoda”; “—Listo, joven. A ver si al bajar no le da frío —dijo el taxista en lo que metía su mirada bajo mi falda”; “Estaba mareada. El muchacho según quiso ayudarme, tocó mi brazo y me acarició la pierna”. Por otro lado, el machismo y la reproducción de roles tradicionales asociados a los géneros también se imponen sobre el personaje de Clara: “Luz y yo nos pusimos a cocinar, a ordenar el comedor y a dejar todo listo para tener una velada agradable (…) Nada más estiraba las orejas para escuchar cosas como “deja que las mujeres hagan lo suyo”, “¿a qué hora va a estar la cena?” o “ya se tardaron, ¿no?”.

Otro aspecto que me gustaría destacar de esta novela, también asociado a la invisibilidad, es la relación directa que se establece entre el alma y las mariposas, animales por los que la protagonista siente un miedo indescriptible. El alma suele ser definida como esa entidad inmaterial que nos constituye y no podemos ver. En esta medida, durante la lectura de su Mariposario, Clara señala algunos apartes que vinculan el alma y las mariposas, como la mención de la palabra griega psyché que significa al mismo tiempo alma y mariposa; la creencia que decía que el último suspiro de un moribundo tomaba la forma de este insecto; o la reflexión en la que el mismo personaje plantea una relación entre su alma y estos animales: “Imaginé que dentro de mí tenía un alma con forma de mariposa. Y sentí miedo. Si había una en mi interior, no deseaba ni verla, me asustaría mucho. Pero sería peor que saliera de mi boca y se convirtiera en mi último suspiro”. Retomando el miedo de Clara por las mariposas, y reconociendo la relación de éstas con el alma, se puede afirmar que la fobia de la protagonista por estos animales representa al mismo tiempo un conflicto consigo misma y su condición de mujer, debido a que este hecho es el que la vuelve vulnerable a las distintas formas de violencia representadas en esta obra. 

Clara como un fantasma es una novela juvenil en la que se presenta la vida de una adolescente marcada por haber presenciado un evento traumático. No obstante, a pesar de su condición de fantasma y las violencias a las que está expuesta, Clara encontrará la manera de hacerse visible y no desaparecer en un país en el que la desaparición forzada es una posibilidad a la que toda persona está expuesta. 

cesar.mora4263@alumnos.udg.mx.