Año 16, Número 213.

“La horma de su zapato” es el segundo texto de la obra Cuentos del general de Vicente Riva Palacio

Alexia Bermúdez Negrete

Publicado por primera vez en el periódico La ilustración Española el 8 de febrero de 1893, y compilado hasta 1896, en el libro Cuentos del general, el cuento “La horma de su zapato” está consagrado como una joya del repertorio literario del escritor mexicano Vicente Riva Palacio (Ciudad de México, 16 de octubre de 1832-Madrid, España, 22 de noviembre de 1896). Con un tema, para la época, fuera de lo común y, principalmente, humorístico, la historia fue y es atractiva para cualquier tipo de público. Debido a lo anterior, el autor, también político, militar y jurista es considerado, gracias a su ingenio cuentístico, el creador del cuento corto y precursor del cuento moderno en México.
En “La horma de su zapato”, segundo texto de Cuentos del general, Vicente Riva Palacio, para destacarse como jugador diestro en el arte de contar actos inesperados, presenta la historia de un pobre diablo que tiene la oportunidad de salir del infierno y tener de vuelta su destino terrenal a cambio de realizar con éxito una simple tarea. Al inicio del relato, Riva Palacio, como para limpiarse un poco las manos por lo que está a punto de revelar, comenta que la historia la sabe por un hombre sin gran papel en la sociedad, pero con mucho mundo y que debido esto último él la toma como verdad y decide contarla.

Tras jugar un poco con el lector en la introducción, el autor comenta que allá en el infierno hay jerarquías y que, en los estratos de una, anda deambulando un infeliz llamado Barac que está enemistado con otro diablo de nombre Jeraní. No se sabe más sobre esta rivalidad cuando aparece Luzbel y le ofrece a Barac tener de nuevo la vida que antes tenía destinada en la tierra, bajo la condición de que, una vez puesto de nuevo en el mundo terrenal, le entregase una mujer joven y bonita al cabo de quince días. Él acepta y sale del encierro, para toparse con un mundo que no reconoce más.
Barac decide hacerse pasar por un rico que llegó a España a despilfarrar su dinero. Se instala en un hotel y comienza su búsqueda por la bella mujer que necesita. Pasan tres o cuatro días y se topa por la calle con una mujer de nombre Irene, a la que llaman la Menegilda, en los palcos del Veloz (referencia del teatro madrileño que utiliza Riva Palacio para burlarse del mundo de costumbres españolas). Al saber dónde encontrarla y sin hacer caso de la advertencia que le dan sobre ella, para el día ocho comienzan una serie de entrevistas que terminan con Irene y Barac inevitablemente enamorados. Por tal pasión, el día en el que se cumplía el plazo de los quince días, ella lo convence de que su amor en la tierra no dará frutos y le propone morir juntos. Ambos beben cianuro de potasio y la siguiente imagen es la de Barac, de nuevo siendo diablo, con el alma de Irene en las manos.

El final, como se mencionó al principio del presente texto, es digno del estilo juguetón, burlesco y sorpresivo de Vicente Riva Palacio. A diferencia de otros cuentos de la colección del general, que suelen tener fábulas, hablar de México o buscan dar pie a una reflexión, “La horma de su zapato” al final sólo saca carcajadas. Risas como las que escucha Barac cuando se da cuenta de quien realmente tiene entre sus brazos.
A pesar de que la historia proviene de la mente de un general respetado y, sin olvidarlo, del creador del cuento corto, es fascinante cómo Riva Palacio se destacó suavemente con el humor y entregó historias que, para su contexto personal y social, parecen tener la única intención de sacar una risotada. El conflicto es una bromita, un engaño humillante y, desde la narración omnisciente del mismo autor (aunque dándole el reconocimiento de la historia a alguien más) se deja ver que el cuento fue un pretexto para burlarse un poco del mundo español en el que vivió hasta su muerte, por eso se “quitó” de responsabilidad en su introducción. Barac, Jeraní y el chistecito final solo fueron la cereza del pastel.

Es un texto meramente literario, sin afán de moralizar, de dejar alguna enseñanza o de ser verosímil. Vicente Riva Palacio, mediante una narración relajada, corta y directa, crea uno de sus cuentos más representativos, mismo que forma parte de aquellos catalogados como los primeros verdaderos cuentos mexicanos. Las historias y temáticas del autor han envejecido de tal forma que lo que pasa en “La horma de su zapato” podría ser, sin problemas, escrito actualmente y tener el mismo impacto. Acarrear las mismas risas del lector y causar el mismo susto en cualquier personaje al que den vida para hacerlo sufrir, tal como Barac, tras recibir gato por liebre.

alexia.bermudez5834@alumnos.udg.mx