Año 16, Número 217.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), una persona con discapacidad es aquella que tiene alguna limitación física o mental para realizar actividades cotidianas

Imagen: La noticia de Charlotte

Jaqueline García

En 1992, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 3 de diciembre como el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), una persona con discapacidad es aquella que tiene alguna limitación física o mental para realizar actividades como caminar, vestirse, bañarse, leer, escribir, escuchar, etcétera. Según el INEGI, en nuestro país hay 7 millones 168 mil 178 personas que cuentan con alguna discapacidad.

Martín Alejandro Fregoso de Anda, estudiante del octavo semestre de la licenciatura en Trabajo Social del Centro Universitario del Sur (CUSur), fue diagnosticado con cáncer de retina a la edad de 1 año, lo que le causó ceguera permanente. Actualmente, dedica su vida a su carrera y a sus pasatiempos, como escuchar música, películas y tocar el piano.

Desde que perdió la vista tuvo que enfrentarse a diversos obstáculos, principalmente a la falta de adaptación en la infraestructura, tanto de calles, establecimientos, como en su universidad. Ante ello menciona: “Para tomar la clase hay que llegar a un salón, las instalaciones no son completamente adecuadas para una persona con discapacidad visual, porque no hay los suficientes letreros, el personal no tiene la capacitación, de pronto ven a una persona así y no saben qué hacer, cómo reaccionar, o cómo ayudar”.

Destaca que los programas de estudio usualmente están diseñados para personas sin discapacidad visual, y los materiales de apoyo son en su mayoría diapositivas, imágenes que solamente proyectan en el pizarrón: “… y es complicado, porque muchas veces no leen las diapositivas, sólo ponen la imagen y cada quién toma nota y sí era pesado y tedioso tener que estar diciéndoles si las leen. Había profesores que me decían que no podían detener la clase o atrasarse por un alumno cuando tenían otros 29 que sí estaban aprovechando ese material”.

Por otra parte, señala que las clases de tecnologías también fueron complicadas, pues los profesores de computación no tienen la noción de los softwares que existen para los lectores de pantalla, una herramienta esencial para la comunidad ciega que es lo que les sirve de apoyo para utilizar una computadora: “Las clases de tecnología fueron pesadas porque yo no utilizo el mouse, sólo el teclado y los profesores no saben usar sólo el teclado”.

En cuanto a su traslado dentro de la universidad, Martín explica que ubica algunas áreas, pero también cuenta con su red de apoyo, integrada por sus compañeros de licenciatura, quienes suelen apoyarlo a trasladarse dentro del centro universitario.

Mientras que en el entorno social, Fregoso de Anda explica que, de igual manera, muchos espacios necesitan adaptarse para las personas con discapacidad visual, además de la falta de concientización social, pues menciona que muchas personas con las que se ha encontrado sienten pena ofecer ayuda, pues no saben de qué manera hacerlo, mientras que algunos otros ignoran o incluso llegan a burlarse.

Para él, una sociedad incluyente debería contar con mayor capacitación, desde el personal en las escuelas, con administrativos, profesores y guardias, para que al encontrarse con una persona con discapacidad no sientan pena de ofrecer ayuda, sepan cómo actuar y tengan las herramientas necesarias para brindar apoyo. Aunado a eso, mejorar la infraestructura, con guías podotáctiles para llegar a más lados o letreros en braile en todas las puertas o al inicio de los edificios.

Martín considera importante que existan días de concietización sobre las personas con discapacidad y envía un mensaje a la sociedad, menciona que no hay que dejarse llevar por una impresión simple de lo que hacen las personas con discapacidad, pues no sabemos cuál es el esfuerzo que están dando para lograr lo mismo que hace una persona convencional en el día a día: “Lejos de juzgar, deberíamos preguntar cuando veamos una persona con discapacidad en qué forma le podemos apoyar y no hacer que se sienta diferente, tratar de darle igualdad”.

El mensaje que nos da Martín nos ayuda a entender la importancia de la empatía y la concientización de la sociedad, la necesidad de que las personas convencionales podamos brindar apoyo en caso de requerirse y hacer de los espacios comunes un ambiente seguro para las personas con cualquier tipo de discapacidad.

livier.lopez@cusur.udg.mx