Año 15, Número 189.

La tarde se dispersaba
Sin ninguna apoteosis.

La fatiga de la jornada
Hallaba blanda
La cabalgata de la sombra…

La muchedumbre
Había perdido su himno
Como las nubes después de la tormenta,
Y tenía un desparramo ancho de nubes…

Todo el polvo agitado de la tarde
Asentaba sobre la ciudad,
Con algo de vapor de insensatez
Que se enfría.
(Patadas lejanas)

En lo alto, un pájaro negro,
Lleno de gracia,
Sorteaba la última alegría…

Los árboles se alineaban en su acera
Para balconear la retirada.

(Oculto en la fronda,
Vindicativo, un pajarillo granuja,
Devolvía a la multitud
Su más infamante silbatina).

Hasta que la noche
Crispó en la Ciudad,
Como su sexualidad,
El collar de ganglios de las luces.

Bernardo Canal Feijoó

Imagen: Freepik

Bernardo Canal Feijoó nació el 23 de julio de 1897 en Santiago del Estero, Argentina, lugar donde pasó su infancia hasta los 12 años, cuando se trasladó a Buenos Aires. En la capital del país estudió en el Colegio Nacional y después se graduó en Derecho por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires en 1918.

Durante su estancia en la ciudad capital de Argentina comenzó a interesarse en la literatura, sobre todo en la vanguardia, pues se cuestionaba las pautas estéticas y el pensamiento modernista.

En su carrera como poeta era novedoso sobre los temas de los que escribía. Participó en los intentos renovadores del ultraísmo y colaboró para la revista Martín Fierro. En la década de los años veinte se graduó como Doctor en Jurisprudencia por la Universidad de Buenos Aires, pero sin dejar de lado la literatura. En 1925 fundó “La Brasa”, un grupo conformado por artistas: músicos, escritores e intelectuales y en 1927 publicó su primer libro de poemas Dibujos en el suelo.

Feijoó continuó escribiendo diferentes tipos de textos, pasó de escribir poesía en libros como Penúltimo Poema del Fútbol o La rueda de la siesta,hasta escribir ensayos históricos como “Ensayo sobre la Expresión popular Artística en Santiago del Estero”, este último fue el ganador del Premio de la Comisión Nacional de Cultura en 1938.

El escritor argentino era conocido por transmitir a través de las letras la belleza y los problemas de su país. Sus temas principales en sus poemas eran el amor, el deseo, el dolor, la muerte y el futbol.

Sus últimos años de vida los dedicó a la Academia Argentina de las Letras, de la que fue miembro y presidente desde 1975, hasta que falleció en Buenos Aires el 10 de octubre de 1982.