Año 13, número 145.
Silenciosamente
está posada la noche
sobre los tejados,
tridimensional y enorme.
Es un negro paraguas
agujereado de constelaciones;
la música del infinito
llueve dentro de él una armonía de acorde.
Llegó resbalando
una gota de tinta negra en los colores,
y traía grillos,
y se llevaba gorriones.
Silencio. Está abierta
de par en par la noche
desde una altura
de veinticuatro escalones.
En el campanario
están cuatro pájaros de bronce
incubando siglos de ángelus
en el nido de la medianoche.
Las canicas del Orión
ruedan por entre la torre.
El alma de los jazmines
se escapa por los balcones,
y los árboles negros en el parque
pulsan sus bordones.
Silencio. Hondo y azul silencio
de la noche.
Y en el silencio Tú. Tu sonrisa
tendida en el tiempo sin relojes.
Silenciosamente sobre los tejados
está posada la noche.
Y hay una estrella
que tiene en nuestra frente su horizonte.
María Cristina Pérez Vizcaíno nació el 29 de octubre de 1916 en Ciudad Guzmán, Jalisco. Cursó la primaria en el colegio de monjas francesas, hoy escuela María Mercedes Madrigal. En 1932 emigró a España para estudiar en el Colegio del Sagrado Corazón, en Barcelona, donde recibió lecciones de música y filosofía. En 1936 inicia la Guerra Civil y abandona sus estudios. Regresa a México en 1937. En la capital del país continúa con sus lecciones de piano. En 1951 gana el segundo lugar de los juegos florales con su poema “A Zapotlán”. Luego se estableció en Guadalajara donde publicó su primer libro: Atabal, en 1948. Le siguió El Asalto, en 1952. En 1954 gana el Premio Jalisco de Literatura.
Después de muchas complicaciones cardiacas, María Cristina muere el 27 de abril de 1987 en el Hospital Español de la Ciudad de México. En enero de 1999, el Maestro Vicente Preciado Zacarías publicó una antología de los poemas de María Cristina, un merecido homenaje que ayudó a difundir su obra entre las nuevas generaciones. Recientemente, en julio de 2019, el escritor español Antonio Rivero Taravillo publicó una nota en el periódico ABC, en el que hace referencia a la antología compilada por Preciado Zacarías y elogia la calidad literaria de Pérez Vizcaíno. Tras la publicación del artículo, la obra de María Cristina se reeditará y volverá a estar accesible para todos.
