Año 17, número 259.

¿Alguna vez ustedes escucharon aquella canción de Miguel Bosé El amante bandido? Ahora imagínensela sin el romanticismo de por medio y con una crítica social. Como resultado tenemos la obra El Zarco de Ignacio Manuel Altamirano. Una novela peculiar que destaca entre otros productos de la literatura mexicana en el siglo XIX. Escrita entre 1884 a 1886 y publicada en 1900, El Zarco obtendría reconocimiento dentro de los círculos literarios y se convertiría en clásico instantáneo de la literatura mexicana. No sólo por una historia simple pero efectiva, también por una narrativa que para mi sorpresa es demasiado fluida como para ser una obra lanzada del siglo ya mencionado. Además, me atrevo a decir que esta obra trascendió a ser precursora de filmes mexicanos de bandoleros.

Podría hablar de la magnífica narrativa del autor o su trascedencia de esta obra en el cine de oro Mexicano. Sin embargo, uno de los elementos a destacar en la obra de Altamirano es la representación del nacionalismo. Me explico, durante todo el argumento, hay una clara representación idealista de las clases sociales del siglo XIX, mientras que al extranjero se le condena. Dos ejemplos claros son los personajes Nicolás y el villano que le da nombre a esta novela.

Así pues, tenemos a Nicolás: un huérfano de origen indígena que tuvo la necesidad de valerse por sí mismo y que ahora se ha convertido en el herrero de Atlihuayán. Este personaje es representado como alguien honrado; honesto; servicial y que no duda ponerse en peligro para salvar a los suyos. También cabe resaltar que el autor hace hincapié en el color de piel de Nicolás. Para el lector desprevenido puede resultarle un detalle banal, pero todo lo contrario, esto es un detalle a propósito que resalta los “valores” idealizados en el mexicano de orígenes humildes (descritos anteriormente con Nicolás). Sin embargo, ¿cómo es representado el villano?

El Zarco: la cara de la novela y el personaje más importante de la obra es un joven de tez blanca, rubio, de ojos azules y de una buena complexión física. Si esta fuera una historia escrita en el periodo europeo del romanticismo, El Zarco sería retratado con todos los mejores atributos que le podrían describir. Pero este no es el caso, porque este personaje es el jefe de una organización de bandidos conocidos como Los Plateados. Además de ser el líder de una cédula criminal, también es descrito como una persona cruel, sin escrúpulos, de aspecto agresivo, resentido por la clase alta y cobarde dependiendo de la situación.

El Zarco representa la imagen negativo de los extranjero durante la época en la que se publicó la obra. Recordemos pues, a mediados del siglo XIX, nuestro país se veía envuelto en una guerra civil entre liberales y conservadores, que además se veía asolado por la invasión francesa con el apoyo de el segundo bando mexicano. Debido a que el autor luchó junto a las fuerzas de Benito Juárez, no es de extrañar que haya representado al Zarco de esta manera.No sólo esta comparación se refleja en Nicolás y El Zarco, sino que también es retratado en los personajes de Manuela y Pilar.

 Manuela, hija de una familia humilde, joven de tez clara, apariencia desdeñosa y de carácter ingenuo; desprecia sin tapujos a Nicolás por su aspecto y humildad. Irónicamente, queda perdidamente enamorada del Zarco a tal punto de escapar con él sin pensar en las consecuencias de sus actos hasta muy tarde. Al final de la novela, ella muere de locura cuando el Zarco es ejecutado por las fuerzas locales. Pilar, por el otro lado, es una mujer de tez morena, carácter amable y con una personalidad humilde. A diferencia de Manuela, Pilar amaba en secreto a Nicolás hasta que él se da cuenta y deciden casarse al final de la novela.

Con esto explicado, me queda claro el pensamiento y el mensaje que trata dar el autor: la humildad y honradez se recompensa en la vida mientras que la maldad, crueldad y el egoísmo se castigan duramente. A su vez este mensaje es reflejado en la apariencia del personaje con el propósito de enaltecer el nacionalismo mexicano y satirizar a los extranjeros de manera general.

Omar Gabriel López Delgado
Omar.lopez3185@alumnos.udg.mx

Esta historia la encuentras disponible para lectura en la biblioteca Hugo Gutierez Vega del CUSUR bajo la clasificación 863.2 ALT 2007