Año 18, número 261.
Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar…
Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.
Alfonsina Storni
Alfonsina Storni Martignoni fue una poeta, dramaturga, docente y periodista argentina.
Nació el 29 de mayo de 1892 en Capriasca, Suiza. Aprendió a hablar en italiano, y en 1896 llega a la provincia de San Juan con su familia. A los 12 años ya había escrito su primer poema,
actividad que continuó a escondidas de su madre que la desaprobaba por su estilo
melancólico y alusión a la muerte. Tiempo después se independizó y consiguió empleo como actriz.
El 21 de abril de 1912, en Buenos Aires, nació su único hijo, Alejandro, al que crió como
madre soltera. Alfonsina sufría de cuadros depresivos y de paranoia, Su primer libro, La
inquietud del rosal fue publicado en 1916, trabajó de manera muy intensa publicando poesía, dando conferencias y clases como profesora en escuelas públicas.
Su obra muestra influencias del modernismo y del vanguardismo, los temas que aborda son principalmente femeninos y experimenta con muchas formas poéticas. Entre sus libros más reconocidos se encuentran Ocre, Languidez y El dulce daño.
En mayo de 1935 le diagnosticaron cáncer de mama y fue intervenida quirúrgicamente, lo cual le provocó una depresión que la llevaría a suicidarse el 25 de octubre de 1938, en la ciudad de Mar del Plata arrojándose de la escollera del Club Argentino de Mujeres.