Año 15, número 208.

La noche morada sueña
sobre el mar;
la voz de los pescadores
mojada en el mar;
sale la luna chorreando
del mar.

El negro mar.

Por entre la noche un son
desemboca en la bahía;
por entre la noche un son.
Los barcos lo ven pasar,
por entre la noche un son,
encendiendo el agua fría.
Por entre la noche un son,
por entre la noche un son,
por entre la noche un son. . .

El negro mar.

Ay, mi mulata de oro fino,
ay, mi mulata
de oro y plata,
con su amapola y su azahar,
al pie del mar hambriento y masculino,
al pie del mar.

Nicolás Guillén

Imagen: Pixabay

Nicolás Cristóbal Guillén Batista nació el 10 de julio de 1902 en Camagüey, Cuba. Fue hijo del periodista y director del diario Las dos repúblicas, Nicolás Guillén y Urra, quien también tenía el cargo de consejero provisional del partido Nacional Liberal, por el cual fue senador de la provincia de Camagüey.

Nicolás Guillén tuvo su primer contacto con la poesía en la escuela secundaria donde tomaba clases literarias, pero la agitada situación política del país cambió su estilo de vida al perder a su padre durante el alzamiento armado nombrado “La chambelona”.

Guillén Batista, comenzó a trabajar como tipográfico y periodista en el periódico El Nacional, y más adelante inició a publicar sus primeros versos en la revista local Camagüey Grafico. Al terminar sus estudios y recibir su título de bachiller, viajó a La Habana para cursar la carrera de derecho, la cual abandonó a poco tiempo por carecer de los medios económicos que le permitían mantenerse en la capital.

Tras su regreso a su ciudad natal fundó la revista Lis, además dirigió el periódico Camagüeyano. Dedicó su vida al periodismo y a la vida bohemia, luego de vivir algunos años en su ciudad regresó a la capital donde trabajó como mecanógrafo para la secretaría de gobernación, ahí comenzó a tener reuniones con artistas y personajes de movimientos de izquierda en el país, lo cual lo llevó a perder cargos políticos y su exilio de la isla de Cuba por seis años. 

Luego de una serie de acontecimientos militares revolucionarios y políticos en el país que involucraban al partido político al cual pertenecía, el poeta regresó del exilio donde tomó el cargo de representante de cultura de su país, luego de una vida llena de logros literarios, en los cuales enmarcó su obra dentro del negrismo y los procesos de mestizaje y trasculturación, mismos que denominó como “el color cubano”.

El poeta falleció en La Habana el 16 de julio de 1989, tras una larga enfermedad.