Año 14, número 167.

El libro, y en general la lectura digital, han sido un pilar fundamental en el ámbito académico durante el confinamiento. Celebremos este 12 de noviembre el Día Nacional del Libro en México

Foto: Pixabay

Ariana García

La lectura que tradicionalmente se promovía y utilizaba en el ámbito académico era la impresa. Libros, revistas, periódicos, enciclopedias, eran frecuentados en las bibliotecas; algunas veces se usaban los recursos virtuales cuando no se tenía acceso a algún ejemplar impreso. Ahora, el confinamiento ha obligado a los académicos (estudiantes, profesores) a echar mano de los mayores recursos digitales posibles. La Biblioteca Hugo Gutiérrez Vega del CUSur, y en general la Biblioteca Digital de la Universidad de Guadalajara, durante el confinamiento han promovido más que nunca sus recursos digitales para que los alumnos y profesores puedan continuar con las clases sin perder los contenidos que en cada una se ven.

Realizamos una entrevista a Azucena Rodríguez Anaya, maestra en literacidad y Jefa de la Unidad de Biblioteca en el CUSur, para que nos cuente cómo la biblioteca del CUSur ha trabajado en estos días de confinamiento y cómo el libro, y en general la lectura, ha cobrado importancia, además de los otros recursos electrónicos para la lectura.

Con la situación del confinamiento por la COVID-19, ¿cuáles son las alternativas que brinda la biblioteca Hugo Gutiérrez Vega (y en general la virtual de la UdeG) para mantener el hábito de la lectura y la necesidad de textos para el desarrollo de las materias?

Una de las alternativas que la biblioteca Hugo Gutiérrez Vega brinda a sus usuarios, entre ellos profesores y estudiantes universitarios, es la reapertura de sus puertas. Somos la única biblioteca del Sistema Universitario de Bibliotecas (SiUBi) que nunca dejó de laborar en el periodo crítico de confinamiento (marzo-abril). Desde mayo implementamos nuestro buzón bibliotecario que estuvo en la entrada del Centro Acuático del CUSur, en un horario de servicio restringido de lunes a viernes de 9:00 a 1:00 pm, a través de éste pudimos seguir brindando el servicio de préstamo y devolución de libros. El buzón estuvo vigente hasta junio y a partir de entonces todos los préstamos se hacen con previa cita, enviando un correo electrónico a la dirección de serviciosbiblioteca.cusur@gmail.com. Nuestros usuarios pueden estar tranquilos, ya que los libros que nos devuelven son puestos en cuarentena por 15 días, así protegemos nuestro acervo, a nuestros bibliotecarios y sobre todo a nuestros lectores. Y de esta manera nuestro acervo sigue en continuo flujo, necesario para que los usuarios no se queden sin sus lecturas.

Por otro lado, la Biblioteca Digital de la Universidad de Guadalajara (http://wdg.biblio.udg.mx) está disponible las 24 horas del día los 7 días de la semana, en ella se encuentra nuestro repositorio institucional que cuenta con los libros producción de la universidad, las tesis de nuestros egresados de toda la Red universitaria y además se tienen contratadas 80 bases de datos especializadas y multidisciplinarias,  4 millones de libros electrónicos suscritos por anualidad, y tenemos acceso a la producción científica de editoriales como Elsevier, Springer, ProQuest, que a su vez trabajan con dominios de bases de datos como EBSCO, Scopus, Clinical Key, Enferteca, JStor, IEEEXplore, Nano, J-Gate, Taylor and Francis Journals, Web of Science, entre otras más. Todas estas bases de datos tienen investigaciones científicas multidisciplinarias disponibles para lectura en línea o descargas multimediales, es decir en diferentes dispositivos como iPads, tablets, laptops o computadoras de escritorio y teléfonos celulares que tengan el sistema android o iphone. Brindan una serie de servicios muy prácticos que promueven el buen uso de la información digital, porque con un click, el usuario puede extraer la referencia bibliográfica en cualquier modelo de citación vigente, pues el tipo de información que almacenan tiene un rigor y peso científico, que es avalado por expertos y que no se encuentra en acceso abierto. Los estudiantes o profesores que pertenecen a la UdeG tienen como respaldo los recursos informativos multimodales de la biblioteca digital, presentados en forma de audio, texto y video, mismos que pueden cambiarse de modalidad según el usuario lo requiera; en formatos como el HTML, los textos se pueden convertir a audio y descargarse en MP3. La versatilidad de estos recursos promueve el uso de las tecnologías del aprendizaje con un acervo de información valiosa, fidedigna y de forma gratuita para nuestros estudiantes activos y profesores registrados en el SIIAU.

¿Cuál es la importancia que ha cobrado la lectura en la situación del confinamiento?

El lector se ha ido encaminando a este hibridismo cultural que gira en torno a la lectura, de ser algunos totalmente análogos han tenido que mirar el libro digital, las investigaciones publicadas en revistas indexadas, como una opción más que ha estado ahí pero que ahora cobra sentido. Hay quienes son reacios a la lectura de un libro digital y prefieren el libro impreso, y los bibliotecarios celebramos que los lectores tengan sus preferencias, lo importante no es la forma de leer, sino el hecho de ver en la lectura el lugar seguro en el cual se puede refugiar, el lugar indicado para encontrar lo que se busca.

¿Qué tanta disposición han tenido los usuarios de la biblioteca para hacer uso de todas las herramientas que ésta les ofrece, además del préstamo de libros físicos?

Nos han sorprendido, y eso es bienvenido. Entre nuestros usuarios se encuentran profesores que eran renuentes al uso de la biblioteca digital, en todo el calendario 2020 A y 2020 B hemos impartido más de 60 cursos grupales a los profesores que atendieron nuestro llamado: reservar el curso titulado “Biblioteca digital y bases de datos, una extensión académica”, con duración de 2 horas, en las que de forma específica se muestra tanto al profesor como a su grupo el acceso a bases de datos especializadas para las asignaturas que imparten. Es grato compartir nuestro acervo digital con ellos, pues son los primeros promotores de lectura que la universidad tiene, ya que la recomendación de bibliografía de un profesor habla de la forma en que acompaña a sus estudiantes en su recorrido académico, pero sobre todo en su formación como persona y como lector.

La adquisición de bibliografía para las carreras se hace principalmente en las fechas de la Feria Internacional del Libro, aprovechando que editoriales de todo el mundo se dan cita ahí. ¿Cómo son las condiciones para la adquisición de bibliografía en esta versión virtual de la FIL?

Son pensadas y direccionadas al hibridismo, si en años anteriores nuestras compras en su mayoría eran de recursos impresos, tanto libros como revistas, ahora se les pide a los profesores que hagan sus solicitudes de bibliografía en ambas modalidades, impresa y digital. Al tener la biblioteca digital y la biblioteca Hugo Gutiérrez Vega nosotros los bibliotecarios queremos que nuestros usuarios encuentren sus lecturas y las hagan suyas, en el formato que sea de su preferencia.

¿Crees que cambiará en algún aspecto el sistema de la biblioteca (en cuanto a los servicios que ofrece, las actividades que han modificado, etc.) y de los usuarios después del confinamiento?

Creo que las bibliotecas, mientras tengan libros, cuenten con bibliotecarios y ofrezcan servicios a sus usuarios para satisfacer las necesidades de búsqueda de información, deben de adecuar y encontrar la forma de sacarle provecho a lo que significa ser una biblioteca: un lugar que alberga las voces de miles de autores que están ahí, pero que no encuentran sentido ni razón de ser si no hay lectores que dialoguen con ellos. Hay una frase de Juan José Arreola que me gusta y que viene bien en este contexto: “siempre que se reúnan en nombre de la literatura más de tres libros, por modestos que sean, alguno puede resultar una sorpresa”, está en Ficcionario, ensayos de Vicente Preciado Zacarías. Nuestras bibliotecas del CUSur están llenas de sorpresas.

En el Día Nacional del Libro, ¿qué nos puedes decir sobre este objeto y sus formatos, además del hábito de la lectura?

El libro, ya sea impreso o digital, es un camino que se recorre a solas o acompañado. Cada lector hace de sus lecturas una interpretación con el mismo acervo que ha ido acumulando a lo largo de su vida lectora; no es cierto que en México hay pocos lectores, todos somos lectores del mundo, lo observamos con un lente propio, al hablar se realiza un ejercicio de escritura, al escuchar se está leyendo, el cuerpo y su lenguaje expresa el contexto que la oralidad necesita para hacer énfasis en argumentos e ideas. El pensamiento mismo es un ejercicio de escritura y rescritura constante, interminable, que dialoga en silencio en ese monólogo perpetuo del acto de pensar. La lectura y la escritura son un binomio opuesto que se vincula, no existe una sin la otra, por eso celebramos el libro y no nos importa si es impreso o digital, por eso los bibliotecarios creemos en el libro y nuestras bibliotecas esperan a sus usuarios con los libros abiertos.

La lectura puede cambiar un pensamiento, leamos, pensemos y cambiemos nuestro mundo.

ariana@cusur.udg.m