Año 16, Número 225.

La enfermedad de Parkinson ocupa el tercer lugar en frecuencia dentro de las enfermedades neurológicas

Imagen: Neuron

Jaqueline García

Desde 1997, la Organización Mundial de la Salud declaró el 11 de abril como el Día Mundial del Parkinson, con motivo de la fecha de nacimiento y el apellido del doctor británico James Parkinson, quien describió los síntomas de esta enfermedad por primera vez en su texto titulado «Ensayo sobre la parálisis agitante», que se convertiría más tarde en uno de los trabajos más importantes para la neurología.

De acuerdo con El Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez, la enfermedad de Parkinson ocupa el tercer lugar en frecuencia dentro de las enfermedades neurológicas y se presentan de 150 a 200 casos por 100 mil habitantes por año en diversas partes del mundo; en México, 50 de cada 100 mil habitantes puede padecerla.

Juan Luis Orozco Ceballos, neurólogo clínico y egresado de la carrera de Médico Cirujano y Partero del Centro Universitario del Sur explica que la enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta la producción de dopamina en el cerebro a través de una estructura del tallo cerebral llamada sustancia negra. Señala que la enfermedad de Parkinson es analógicamente parecida a la diabetes, pues en ésta hay deficiencia de insulina y en el Parkinson hay deficiencia de dopamina.

De acuerdo con el doctor, la causa de esta enfermedad en el menor de los casos es genética, (entre el 2 al 5%), o esporádica, lo que quiere decir que no hay un factor causal específico de la enfermedad y que se relaciona con diferentes aspectos como la edad, antecedentes de riesgo como haber tenido exposición a pesticidas o la ingesta de aguas con altos contenidos de aluminio y manganeso. “Mucha gente cree que el agua que tomaban antes de un río o de un pozo de agua era más limpia que cualquier otro tipo, pero se ha demostrado que el agua a través de las diferentes capas se va contaminando con algunos minerales y éstos se depositan a nivel cerebral y van haciendo que la sustancia negra, que es la que produce la dopamina, se vaya degenerando hasta que llega el momento en el que ya no hay producción y entonces los síntomas empiezan a aparecer”.

Orozco Ceballos señala que la enfermedad de Parkinson no sólo afecta los movimientos, también afecta muchos órganos, y se manifiesta mediante “síntomas no motores”, por ejemplo, el estreñimiento, la pérdida del olfato, la dificultad para deglutir los alimentos, problemas en el control de la vejiga y del intestino, y a partir de ello surgen otros padecimientos como la depresión y la ansiedad, e incluso trastornos del sueño REM, donde los pacientes tienen alucinaciones y pesadillas.

Menciona que para el diagnóstico de esta enfermedad se toman en cuenta 4 síntomas principales: la rigidez muscular, el enlentecimiento de los movimientos, las alteraciones de la postura y del equilibrio (el paciente empieza a perder la capacidad de estar recto y tiende a irse encorvando) y el temblor de extremidades que se encuentran en reposo de forma asimétrica, es decir, el paciente tiende que temblar primero de una sola extremidad.

Por otra parte, indica que la enfermedad de Parkinson es más frecuente en los hombres que en las mujeres, y que conforme el tiempo pasa los síntomas empeoran, sin embargo se ha logrado enlentecer esta progresión con el uso de fármacos que inhiben la destrucción de las sustancias negras del cerebro (neuroprotectores), por lo tanto es importante acudir con un especialista para iniciar el tratamiento de la suplementación de la dopamina, así como la implementación de terapias alternativas o terapias específicas para el control de la enfermedad. Un elemento importante en el tratamiento también es la dinámica familiar, el doctor menciona que la terapia empieza desde casa, cómo afronta la familia esta enfermedad y la importancia de poner actividades recreativas y terapia ocupacional al paciente para que pueda ir mejorando sus habilidades. Además, externa que la terapia física también es necesaria, para coordinar los movimientos, mejorar la rigidez y evitar otras complicaciones como los “hombros congelados”, ya que los pacientes tienden a dejar de mover los hombros.

Algunos de los hábitos que recomienda el doctor para quienes padecen esta enfermedad son: una alimentación sana, evitar las ingestas altas de carbohidratos, de harinas y sal.  “No hay una terapia específica alimenticia que pueda recuperar la funcionalidad del paciente, pero sí se ha empezado a implementar mucho el uso de antioxidantes, que son los que ayudan a inhibir o evitar la muerte neuronal, por lo tanto, los alimentos ricos en omega 3, así como el incremento de frutas y verduras beneficia al paciente, así como el consumo de fibra”, señala.

Orozco Ceballos indica que hoy en día existe una cirugía para ayudar a las personas con esta enfermedad, en ésta se realiza la colocación de un dispositivo intracelular dirigido a núcleos específicos del cerebro, que mediante impulsos electromagnéticos hace que se produzca o se estimule la producción de dopamina en el cerebro, y que, aunque se trate de una enfermedad neurodegenerativa, puede mejorar las condiciones de calidad de vida del paciente, por lo que es una alternativa altamente recomendada.

Esta cirugía tiene un protocolo específico para identificar a los pacientes que pueden ser candidatos, pues no todos los pacientes pueden ser sometidos a este tipo de cirugía. Algunos de los criterios a tomar en cuenta son alteraciones en la postura, que sean altamente sensibles al uso de la levodopa carbidopa, producto que se utiliza de forma inicial en el manejo, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, los pacientes tienen que responder favorablemente a ese tratamiento; otro factor es que no tengan otras enfermedades de descontrol como diabetes o hipertensión.

El especialista menciona que existen diversos mitos sobre el Parkinson, algunos de ellos son que la enfermedad los va a dejar en silla de ruedas, que el paciente está incapacitado o que el paciente va a estar salivando todo el tiempo, pero “gracias a la implementación de las terapias agonistas de la dopamina hemos visto la manera de ayudarle al paciente para retrasar este tipo de padecimientos”.

Una de las problemáticas que existen en el cuidado de los pacientes es el aislamiento o abandono familiar, señala el doctor que es muy frecuente que por la alta demanda de asistencia social que requiere, los familiares tiendan a buscar casas de descanso y evitar la sobrecarga porque existe el síndrome del cuidador desgastado, que interrumpe con el funcionamiento y el desempeño social del paciente. Por lo tanto, es importante estar informados sobre las alternativas en el cuidado de los pacientes y buscar apoyo de profesionales de la salud que puedan dar soluciones en el tratamiento y acompañamiento del paciente con Parkinson, para lograr que tanto cuidador como el paciente, se encuentren en las mejores condiciones.

Finalmente, el doctor menciona que es importante mantener la salud mental como un fundamento principal, así como llevar una buena alimentación, evitar el consumo de bebidas enlatadas, bebidas energéticas y todo aquello que sea procesado, así como usar todas las herramientas de protección si se utilizan pesticidas en el campo (guantes, cubrebocas y todo el instrumental necesario para evitar la expresión a los pesticidas), de igual manera, si se consume agua de un pozo, es importante hacer los estudios químicos necesarios para ver que las concentraciones de elementos o metales pesados no sean altos, porque de ser así un factor de riesgo. Otra recomendación es que, si se percibe un temblor en el cuerpo de reciente inicio, acudan con un médico especialista para recibir la atención, detección y orientación lo más pronto posible.

livier.lopez@cusur.udg.mx