Año 16, Número 228.

Desde el 2020, cada 17 de mayo la Organización Mundial de la Salud conmemora el Día Mundial de la Hipertensión, con el objetivo de hacer concientización sobre esta enfermedad

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Nadia Cea

Jaqueline García

Conocida popularmente como la enfermedad silenciosa, la hipertensión arterial sistémica es una enfermedad crónica, que se caracteriza por el aumento de la resistencia de la vasculatura periférica, que significa el daño u obstrucción de los vasos sanguíneos más alejados del corazón. En ello también interviene una serie de cambios hormonales con patrones regulados por el sistema nervioso, que se ve reflejado en la elevación de las cifras de la presión arterial. Esto lo explica el doctor Fernando Ortiz Galván, cardiólogo clínico desde hace 29 años, egresado de la Universidad de Guadalajara, con 25 años de trayectoria como docente en la licenciatura de Médico Cirujano y Partero del Centro Universitario del Sur (CUSur).

Desde el 2020, cada 17 de mayo la Organización Mundial de la Salud conmemora el Día Mundial de la Hipertensión, con el objetivo de hacer concientización sobre esta enfermedad, y así fomentar el cuidado de la salud para el diagnóstico temprano de las enfermedades cardiovasculares, evitarlas y ayudar a prevenir los factores de riesgo asociados con estos padecimientos.

El doctor comenta que, el 90% de los casos de esta enfermedad no tiene un origen o causa específica. Sin embargo, existen factores que están relacionados con la hipertensión, como la genética, es decir, las personas que tienen familiares directos con esta enfermedad tienen un 30% de mayor riesgo a desarrollarla en un futuro. Otro factor también identificado es el estilo de vida de las personas: el sedentarismo, la ingesta alta de sal, los problemas de peso, la diabetes mellitus o el estrés están asociados con el aumento de la presión arterial, e incluso, con el peligro de padecerla desde los 30 años en caso de no implementar hábitos saludables en nuestra vida.

“El 50% de la población es asintomática. Las personas no perciben ninguna alteración en su cuerpo y eso ha dificultado el diagnóstico, porque es fácil confundirlo con otras enfermedades, de ahí el término de enfermedad silenciosa”, explica el doctor Ortiz Galván, y añade que, aunque la estadística nacional menciona que es común tener presión arterial alta a partir de los 70 años por el envejecimiento vascular natural, es necesario el chequeo regular a partir de los 30. En este mismo contexto, comenta que hay síntomas que no son específicos de esta enfermedad, pero que sí se han identificado con este padecimiento, como el dolor de cabeza, palpitaciones, fatiga al realizar esfuerzo físico o en la actividad cotidiana, alteraciones visuales y visión borrosa.

Para la prevención de la hipertensión arterial se han dado recomendaciones a nivel internacional, como evitar el tabaco, la práctica del ejercicio regular al menos 30 minutos al día o el cuidado de la salud mental, que ayuda a bajar los niveles de estrés. En palabras del doctor, “actividades como la caminata, la natación, incorporar la cultura del ejercicio, cuidar nuestra alimentación con la implementación de alimentos ricos en potasio y acudir a evaluar nuestra salud mental son acciones que […] ayudan a reducir los niveles de la presión arterial”.

Ortiz Galván explica que cuando se tiene el diagnóstico de esta enfermedad, además de seguir las recomendaciones brindadas por profesionales de la salud, se prescriben fármacos que ayudan al tratamiento de la hipertensión, como la angiotensina y la aldosterona, que funcionan como reguladores de los mecanismos vasomotores del sistema circulatorio y ayudan a la protección de otros órganos que se ven afectados por la presión arterial alta.

También explica el cardiólogo que la hipertensión arterial es conocida por afectar a los órganos blancos como cerebro, ojos, corazón y riñones y que es la principal causa de los eventos vasculares cerebrales como las hemorragias, infartos, insuficiencia renal, desprendimiento de retina o complicaciones en la aorta (la arteria principal que sale del corazón), además de otras afectaciones como la disfunción eréctil en los hombres y la disminución de la libido en las mujeres.

De acuerdo con la Guía para pacientes hipertensión arterial que brinda el Gobierno de México, la presión arterial óptima es de 120/80 mm de Hg (milímetros de mercurio), o ligeramente inferior a ésta, en caso de ser considerablemente menor, se deberá poner en consideración del médico. A partir de una presión de 140/90 mm de Hg o mayor, es considerada hipertensión.

El doctor Fernando Ortiz Galván comenta que falta un largo camino para tener la cultura del cuidado de la salud en la población, y que el personal médico tiene la tarea de incentivar el apego al tratamiento y la selección adecuada de los tratamientos farmacológicos correctos para cada tipo de paciente dependiendo de sus necesidades individuales. “Se necesita de todo un grupo colaborativo que debe participar en ello, a veces creemos que con la prescripción de nosotros como médicos ya hemos cumplido, entonces estamos subestimando y podemos poner en un riesgo real a nuestros pacientes”, concluye.

nadia.cea@cusur.udg.mx

livier.lopez@cusur.udg.mx