Año 13, número 154.

Y primero era el agua:
un agua ronca,
sin respirar de peces, sin orillas
que la apretaran…
Era el agua primero,
sobre un mundo naciendo de la mano de Dios…
Era el agua…
Todavía
la tierra no asomaba entre las olas,
todavía la tierra
sólo era un fango blando y tembloroso…
No había flor de lunas ni racimos
de islas… En el vientre
del agua joven se gestaban continentes…
¡Amanecer del mundo, despertar
del mundo!
¡Qué apagar de fuegos últimos!
¡Qué mar en llamas bajo el cielo negro!
Era primero el agua.
                                                           Dulce María Loynaz

Foto: Sara Sánchez

La escritora cubana Dulce María Loynaz es considerada una de las principales figuras de la lírica universal. Su obra está teñida de diferentes tendencias, entre ellas el realismo mágico.Tuvo amistad con personalidades de la literatura de la talla de Federico García Lorca, Gabriela Mistral y Juan Ramón Jiménez.

Publicó en varios periódicos como La Nación, El País y Excélsior. Fue miembro de la Academia Cubana de la Lengua y de la Real Academia Española. Entre los premios que le otorgaron está el Miguel de Cervantes, el Federico García Lorca y la Orden Isabel la Católica.

Además de poesía, Dulce María Loynaz escribió novela. Entre sus obras destacan Versos, Poemas sin nombre, Últimos días de una casa y La voz del silencio. Su obra ha sido traducida al francés, italiano, inglés, serbio y noruego, entre otros idiomas.