Año 15, Número 197.

Este libro es una recopilación de consejos puntuales dados por muchos y muy buenos cuentistas, a saber: Edgar Allan Poe, Patricia Highsmith, Raymond Carver, José Balza, Antón Chéjov, Juan Bosch, Stephen Vizinczey, entre otros.

Martín Aguayo Rivera

Recién terminé la lectura del libro y pienso que, aunque no es una lectura estrictamente indispensable, sí es un libro satisfactorio. Verlo entre libros de teoría narrativa, sacarlo y darse cuenta de que se trata de 500 tips para nuevos cuentistas del siglo XXI no es tan abrumador como parece. A decir verdad, es justamente lo que buscamos quienes queremos escribir buenos cuentos: una enorme cantidad de tips, sentencias rápidas, algo que se le parezca más a una receta que a un decálogo, porque la vida se nos acaba, llevamos prisa y queremos escribir buenos cuentos lo más pronto posible. 

En efecto, este libro no es un decálogo al estilo de Horacio Quiroga o Italo Calvino y tampoco se trata del resultado de años de reflexión narratológica como los ejemplares de Luz Aurora Pimentel. Es más bien una recopilación de consejos puntuales dados por muchos y muy buenos cuentistas, a saber: Edgar Allan Poe, Patricia Highsmith, Raymond Carver, José Balza, Antón Chéjov, Juan Bosch, Stephen Vizinczey, Ernest Heminway, Horacio Quiroga, Adolfo Bioy Casares, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Martín Luis Guzmán, Julio Ramón Ribeyro, Erskine Caldwell, Juan Carlos Onetti, William Faulkner, Nancy Kress, el mismo Guillermo Samperio; consejos de los poetas Jorge Teiller y Carlos Drummond de Andrade, que, en palabras del autor, también pueden utilizarse en gran medida para la construcción del cuento.  

A la luz de cuentos como “Emma Zunz”, “La noche bocarriba”, “Pasear al perro”, “La señorita Cora”, “Diles que no me maten”, “La señorita Green”, “Un gran final”, “El corazón delator”, entre otros, Guillermo Samperio despliega su amplio conocimiento acerca del género del cuento y aconseja en detalles como la construcción de los personajes, la acción de la historia, el ritmo de la narración, e incluso la corrección, la crítica y la publicación. 

Algo que podríamos criticar a este libro es la ausencia de voces femeninas. ¿Dónde están los asombrosos consejos de Virginia Woolf, Silvia Bullrich o Rosario Ferré?, ¿Cuentos como los de Elena Garro, Maria Luisa Bombal, Guadalupe Dueñas, Armonía Somers, Alice Munro, Clarice Lispector, Amparo Dávila, no merecen al menos una mención efímera en el libro? Podemos entender la ausencia de algunos de los cuentos de Pájaros en la boca, o de Manual para mujeres de la limpieza, dado que son libros publicados posteriormente al de Samperio, pero, de haberse publicado antes, ¿el mexicano habría tenido la sutileza de agregarlos? 

Mientras avanzaba en la lectura, tenía la sensación de ser el invitado especial de una de las reuniones de Samperio con sus colegas de trabajo. Por supuesto guardé silencio, (¿qué podría decir yo respecto al género que no fuera una insensatez, una reflexión insuficiente hecha en el umbral?) y atendí al crisol de voces que conversaban. Mas luego de concluir la lectura, luego de acabada la reunión, entendí que este no era un libro que, como diría José Vasconcelos, pudiera leerse sentado. Por ello decidí escribir cinco tips para no perderse en el torbellino de ideas allí contenidas: 

1.-  Tenga a la mano una libreta (rollo de papel, al menos) para transcribir lo que le plazca. Son muchos los consejos y a lo largo de la lectura uno puede olvidarlos con facilidad.

2.- Tárdese unos minutos, algunas horas, incluso un día o dos, entre un consejo y otro. Piénselos, saboréelos y lo más importante, póngalos en tela de juicio. Hay, sin embargo, tips que se dejan leer de corrido y en los que no es necesario demorarse. Pareciera que Samperio no tenía 500, sino 450 tips y decidió partir algunos para obtener el medio millar.

3.- No se quede solo con los consejos dados en el libro de Samperio, busque decálogos, teorías. Busque los cuentos mismos y léalos una y otra vez hasta encontrar por cuenta propia, el mecanismo oculto. 

4.- No tome ningún consejo como verdad irreductible. Algunos de estos son contradictorios, otros incluso le pueden resultar inútiles. Busque, entre todos ellos, los que más le agraden y más fructíferos le parezcan.

5.- Vuelva a leer el libro. O en su defecto, lea los consejos que transcribió en su libreta.  

Extra: 6.- No me haga caso. Hágase del libro y léalo como más le guste. Le dejo enseguida el link a un sitio web llamado Tinta chida, en donde puede encontrar los decálogos y consejos de veintidós cuentistas hispanoamericanos: https://tintachida.com/como-escribir-un-cuento/?fbclid=IwAR0cmNp7XXQmTtW11T8hkXJeplFKcsdowrnJaLrAOV6-RztZZu51cgAacgU

riveradeagua@gmail.com