Año 16, Número 224.

Fotografía: José Manuel Riestra Martínez

José Manuel Riestra Martínez

El convento agustino de Acolman (siglo XVI) tiene una hermosa arquitectura en sus columnas; éstas, se encuentran en el claustro superior y tienen minuciosos labrados. Los arcos de medio punto resaltan la estética del recinto. La puerta ubicada al fondo del claustro tiene de igual manera un arco de medio punto que armoniza con las pilastras, ya que éstas también lo tienen. Entre los arcos hay barandales que sirven para que los frailes no corran el riesgo de caer al vacío, se ubican a la altura de la basa y tienen una distancia de cuatro metros entre sí.

Finalmente, lo que más me agradó fueron los pilares por sus hermosos diseños. Los tallados de racimos de uva en el capitel, que evocan a la eucaristía. El fuste que le da a la estructura un toque de sencillez, y la basa con sus exquisitos grabados de simbología marina, forman una verdadera sintonía que hacen del claustro algo hermoso.

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