Año 18, número 264.
Bbiel, A. (1904). Jesús García Corona, José Romo, Hipólito Soto, Francisco Rendón y Agustín Bruló.
Terranova (Revista de Cultura, Crítica y Curiosidades).
“Un héroe”, obra publicada en el año 1933 como parte de una compilación de poemas y artículos bajo el nombre de Fantasía y Realidad, es un texto literario perteneciente a la narrativa, más específicamente, al cuento, aunque también podría ser considerado como una crónica debido a su naturaleza con toques verídicos. Esta obra, en fin, puede estar fácilmente dirigida al público general, sea adulto o adolescente, mexicano o extranjero.
Su autora, María Enriqueta Camarillo y Roa de Pereyra, fue una poeta, cuentista, traductora, pianista, novelista y dramaturga mexicana del siglo XIX perteneciente al movimiento modernista. En el año 1933 fue nombrada miembro de la International Poetry Society de Nueva York y, en 1951, fue nominada al premio Nobel. Posterior a su muerte obtuvo grandes distinciones, entre las que se encuentran su Casa museo en Veracruz y el parque que lleva su nombre en la Alcaldía Benito Juárez de Ciudad de México.
El tema principal dentro de “Un héroe” es, sin lugar a dudas, la valentía, pues dentro del cuento se narra cómo el protagonista, un maquinista ferroviario, reacciona valerosamente ante la alarma de que uno de los vagones de su tren, que contenía una gran carga de dinamita, se encontraba en llamas. Ante esto, el hombre sube a su cabina y hace avanzar a la gran máquina para alejarla lo más posible de la concurrida estación y el pueblecillo al que pertenece, para trágicamente, estallar en pedazos y cubrir la triste escena con cenizas y restos del héroe, el mártir, que sacrificó su vida por la de los habitantes del lugar. No es hasta el final de la historia que se revela el nombre del protagonista y el pueblo al que salvó:
Jesús García es el nombre de ese héroe, y Nacozari se llama el pueblo que, de una manera tan abnegada, salvó aquel hombre.
México se honra contando entre sus héroes a ese mártir; y agradecida mi patria, le pone laureles frescos sobre su tumba. (Camarillo, 2017, p. 294)
Tras realizar una breve búsqueda en internet, es fácil encontrarse con información acerca de Jesús García, aquel maquinista mexicano que dio su vida para salvar al pueblo de Nacozari en 1907, pero, a diferencia de la historia de Camarillo, donde el protagonista estaba solo en el tren, García se encontraba con su cuadrilla de trabajadores, a quienes rápidamente instó a saltar para que pudieran tener una oportunidad de sobrevivir a tan fatídico accidente. Y aunque él no fue la única víctima a causa de la explosión del tren y sus estragos, sí fue la más significativa porque su valor y determinación terminaron por salvar a cientos de habitantes.
Al momento de su muerte, Jesús García tenía tan solo 25 años de edad, pero sin lugar a dudas, su nombre y su hazaña quedaron inmortalizados en la historia de México y en la obra de Camarillo, quien en unas pocas hojas logró plasmar por completo este suceso y adaptarlo de forma literaria para seguir con la tradición de enaltecer a aquellos paisanos que han contribuído de alguna forma al bienestar del país mexicano y sus habitantes.
Aunado a eso, el lenguaje utilizado para narrar la historia es sencillo y bello, pues a pesar de que María Enriqueta Camarillo utiliza algunas metáforas y hace grandes descripciones del lugar, así como de lo que hacía la gente antes y después de notar el fuego, o cómo el protagonista vuela por los aires tras la explosión del tren, esto no entorpece la lectura y la comprensión del texto. Incluso lo hace aún más impactante de leer por lo inesperado de la historia, ya que la narración inicial es relajada pero al finalizar se convierte en algo trágico.
Tal vez “Un héroe” no sea uno de los trabajos más destacados o conocidos de Camarillo, pero es importante reconocer su gran labor al documentar (por decirlo de alguna forma) una historia que actualmente pasa por desapercibido para la mayoría de mexicanos debido a la diferencia generacional de los hechos o al distanciamiento espacial entre un lugar de la República y otro. La única verdad sobre esto es que realmente vale la pena leer este breve cuento que mezcla la fantasía con la realidad de una forma simple, pero hermosa.
Alejandra Montserrat Hernández Navarro
alejandra.hernandez3870@alumnos.udg.mx