Año 17, número 253.

Fotografía: Ingrid Leguer

Itzel Picazo Salcedo 

Juan Pablo Villalobos es un escritor mexicano nacido en Guadalajara en 1973. Sus novelas han sido traducidas a más de catorce idiomas y se caracterizan por  habilidad para combinar el humor y la crítica social. Villalobos aborda con ironía temas como la violencia, las desigualdades y la política en México, creando historias que, a pesar de su aparente ligereza, contienen una profunda crítica sobre la realidad contemporánea.  

Si viviéramos en un lugar normal (2012) es el segundo libro del Tríptico de los dos dedos, conformada por otras dos novelas independientes: Fiesta en la madriguera (2010) y Te vendo un perro (2015). En esta trilogía el autor se propone deconstruir la idea de que México es un lugar mágico y ofrece una reflexión aguda sobre la corrupción y las desigualdades en el país.

Lagos de Moreno en los años ochenta, un pueblo en donde hay más vacas que personas y más curas que vacas, es el lugar en donde transcurre esta historia. El protagonista, un adolescente llamado Orestes, vive con sus padres y sus seis hermanos que también tienen nombres helénicos (Aristóteles, Arquíloco, Calímaco, Electra, y los gemelos de mentira Cástor y Pólux), en una casa tan pequeña como “una caja de zapatos con una tapa-techo de lámina de asbesto” situada en lo alto del cerro de la Chingada.  

Esta familia, más bien pobre, vive convencida de que pertenecen a la clase media, como miles de personas en México, solo porque gozan de un techo para dormir y porque “siempre se puede ser más pobre». El padre es profesor de civismo filohelénico y un profesional en los insultos que practica a la hora del noticiero mientras la madre prepara un montón de quesadillas. La situación económica de esta familia y del país entero se ve reflejada en las quesadillas: quesadillas inflacionarias, quesadillas normales, quesadillas devaluación y quesadillas de pobre. 

La historia comienza cuando sus nuevos vecinos, inmigrantes polacos, llegan al vecindario a gentrificar el cerro de la Chingada, Orestes entabla una amistad con el hijo de esta familia adinerada, es aquí cuando comienzan a surgir las comparaciones y se da cuenta de que no son clase media. Después de una pelea, Orestes decide escapar de su casa y emprende un viaje en donde se ve en la necesidad de aprender a sobrevivir en la calle, comienza a trabajar reparando artefactos eléctricos con un botón mágico. Poco después regresa a Lagos de Moreno justo en el declive de la economía familiar: su casa está a punto de ser demolida gracias a la mafia política. Orestes no vive en un lugar «normal», del llamado primer mundo como Europa o Estados Unidos y esta es la razón de la vida de carencias que le tocó vivir.

Esta novela con rasgos de realismo mágico, expone de manera grotesca la realidad de México, con situaciones que escalan hasta caer en la parodia de la idea comercializada que se tiene del México mágico. Estampidas de vacas, naves espaciales, inmigrantes polacos y botones mágicos son solo un ejemplo de lo que se encuentra en esta historia repleta de mentadas de madre. 

Si viviéramos en un lugar normal, de Juan Pablo Villalobos se encuentra disponible en la Biblioteca Hugo Gutiérrez Vega del CUSur con la clasificación 863.6 VIL 2012.

itzel.picazo6688@alumnos.udg.mx