Año 15, número 190.
Académicas del CUSur presentan resultados de investigación sobre el impacto de la alimentación frente al COVID-19, tomando en cuenta la inmunidad y la ansiedad durante el confinamiento
Iván Serrano Jauregui
La ansiedad es una reacción emocional y física que una persona siente para anticipar un peligro o amenaza, y muchas veces para aliviarla se suele recurrir a alimentos ricos en grasas y azúcares.
Durante la pandemia del COVID-19, investigadoras del Instituto de Investigaciones en Comportamiento Alimentario y Nutrición (IICAN), del Centro Universitario del Sur (CUSur), se dieron a la tarea de conocer si dicha condición emocional influyó en los hábitos alimenticios.
A propósito del Día Mundial de la Alimentación, que se conmemora cada 16 de octubre, ellas dieron a conocer resultados sobre el impacto de la alimentación frente al COVID-19, tomando en cuenta la inmunidad y la ansiedad durante el confinamiento.
“Encontramos que esa percepción de ansiedad incrementó en países como México, Colombia y Chile, de donde tuvimos la mayor participación; y que, a su vez, esa sensación de incremento de ansiedad se relaciona con una desinhibición o mayor consumo de alimentos”.
Esto lo explicó la autora del estudio, maestra Tania Yadira Martínez Rodríguez, estudiante del doctorado en Ciencia del Comportamiento con orientación en Alimentación y Nutrición. Informó que para el estudio se aplicó una serie de encuestas virtuales a más de mil personas de dichos países.
Encontraron que en estudiantes universitarios se identificaron niveles altos de desinhibición alimenticia, pero también una ingesta en respuesta a emociones negativas que se sienten en el momento.
“En participantes mujeres se evidenció que tienen una tendencia a restringirse mucho frente al consumo de alimentos (por temor a subir de peso), pero cuando esto ocurre llega un punto en que se desinhiben y terminan comiendo de más; esto podría convertirse, con el tiempo, en un trastorno de la conducta alimentaria”, explicó Martínez Rodríguez.
Recalcó que este tipo de conductas pueden llevar al sobrepeso y a la obesidad, condiciones que implican riesgo si es que las personas llegan a contagiarse de COVID-19, aunado al problema de enfermedades como hipertensión o diabetes.
Indicó que para combatir la ansiedad, frente a la situación global de la pandemia, se debe hacer ejercicio. “Encontramos que hay una probabilidad 50 por ciento menor de percibir ansiedad en quienes realizan actividad física”, añadió.
“La comida no es la mejor alternativa para manejar la ansiedad: hacer frente a la situación, buscar actividades que generen placer (leer, tocar instrumentos, jugar, bailar); pero si sentimos que la situación está sobrepasándonos, hay que buscar asesoría profesional en psicología y nutrición”, recalcó la investigadora.
Importancia de una buena alimentación frente al COVID-19
La Directora del IICAN del CUSur, doctora Zyanya Reyes Castillo, explicó que 60 por ciento de la población en México vive con sobrepeso u obesidad, lo que suma negativamente al riesgo de contraer COVID-19.
“Se estima que el riesgo crece de 1.5 a 2 veces más, de acuerdo con el índice de masa corporal de los sujetos”, manifestó.
Dijo que es importante consumir alimentos como pescado y lácteos, pues poseen vitamina D, que genera efectos inmunorreguladores, evita inflamaciones y ayuda durante la enfermedad del coronavirus.
“La vitamina D favorece la producción de anticuerpos, células con propiedad inmunorreguladoras que producen citocinas antiinflamatorias. En el COVID-19 esta inflamación exacerbada complica el cuadro clínico del paciente”, describió Reyes Castillo.
Recomendó que se prefiera comer alimentos que doten de dicha vitamina y se exponga al Sol por unos minutos, aunque se puede recurrir a suplementos, pero con cautela, pues no son “protocolos validados o que estén implementados de rigor en la práctica clínica, por lo que hay obtenerlas en la dieta”.
De igual forma, la adecuada alimentación puede modular la respuesta del cuerpo en los efectos de la vacunación contra el COVID-19.
“El consumo adecuado de macronutrientes es necesario para un sistema inmune adecuado, que produzca anticuerpos que permiten eliminar los agentes infecciosos; si generamos un número importante de anticuerpos se pueden prevenir infecciones”, recalcó.
Convocan a estudiar posgrado en CUSur
Recalcó que desde el IICAN se realizan estudios sobre cómo la población come y sus efectos, gracias a la maestría y al doctorado en Ciencia del Comportamiento con orientación en Alimentación y Nutrición.
“Aquí hacemos investigaciones del tipo multi, trans e interdisciplinarios, y nos enfocamos en el tipo del comportamiento alimentario, nutrición y desarrollo de enfermedades crónicas, así como medio ambiente y alimentación”, detalló.
Recordó que ahora está abierta la convocatoria para estudiar el doctorado en Ciencia del Comportamiento con orientación en Alimentación y Nutrición, en el IINCAN del CUSur, por lo que invitan a conocerla a detalle en http://www.cusur.udg.mx/es/iican