Año 14, Número 181.
Vamos hacia los árboles… el sueño
Se hará en nosotros por virtud celeste.
Vamos hacia los árboles; la noche
Nos será blanda, la tristeza leve.
Vamos hacia los árboles, el alma
Adormecida de perfume agreste.
Pero calla, no hables, sé piadoso;
No despiertes los pájaros que duermen.
Alfonsina Storni
La poeta Alfonsina Storni nació en Sala Capriasca, Suiza el 29 de mayo de 1892, cuando tenía cuatro años emigró a San Juan, Argentina, donde previamente habían residido sus padres. Alfonsina mostró interés por la literatura desde muy pequeña. A los doce años escribió su primer poema con tintes tristes y alusión a la muerte, lo cual no fue del agrado para su madre. Storni se vio rodeada de un ambiente depresivo, con carencias económicas y triste, debido al alcoholismo y la depresión de su padre. Además de tener gusto por la escritura, estudió magisterio y trabajó como cantante en un coro para solventar su educación.
Los pensamientos suicidas etuvieron presentes en la vida de Alfonsina desde temprana edad , pues a los 18 años intentó quitarse la vida lanzándose al agua. Dos años después dio a luz a Alejandro, su único hijo.
Sus primeros poemas fueron publicados en la revista Mundo Rosariano y Monos y Monadas. Su primer libro publicado llevó por título La inquietud del Rosal, dicho poemario fue elogiado por la revista Nosotros; fue a partir de ahí que Alfonsina tomó territorio en el ambiente literario. Su segundo poemario fue publicado en 1918 y un año después publica Irremediablemente.
En 1920 ganó el Primer Premio Municipal de Poesía y el Segundo Premio Nacional de Literatura por Languidez. En 1927 estrenó su obra de teatro El amo del mundo, tres años después, tras el regreso de un viaje a Europa, se le descubre un tumor en el pecho y comienza su tratamiento, pero decide dejarlo debido al sufrimiento que este le causaba.
Alfonsina Storni decidió abandonar el mundo suicidándose un 25 de octubre, su cuerpo inerte fue encontrado en la a playa de La Perla, en Mar del Plata, Argentina. Alfonsina muere, pero un legado literario permanece.