Año 14, Número 183.
Actualmente el uso de las drogas en la sociedad mexicana es una práctica en apariencia normalizada para conseguir una mejor experiencia individual y social, pero esto trae consigo posibles secuelas negativas en la salud
José de Jesús Macías García
La música electrónica es uno de los géneros musicales con mayor atractivo y arraigo dentro de la sociedad mundial. De acuerdo con el estudio del Music Consumer Insight Report 2018, la música electrónica/dance/house ocupa el tercer lugar dentro de los géneros favoritos en el mundo con un 32% de preferencia después del rock y el pop.
Este género musical y los jóvenes han sido elemento de amplia y directa relación, ya que se considera que la juventud acude a lugares de entretenimiento donde se ofrece la música electrónica para llevar a cabo su momento de ocio y socialización con los demás individuos. Pero existe un lado negativo, el cual dio inicio con las celebraciones de los raves: espectáculos que dan libre acceso a las drogas recreativas de baile. ¿Cómo surgieron este tipo de reuniones? a continuación conocerás su origen.
Las fiestas rave (Los “fiestones” clandestinos). El origen
De acuerdo con la revista Muy Interesante España, el origen de los raves o fiestones clandestinos, como se conocían comúnmente, se remontan temporalmente en la década de los 80 y geográficamente dentro del continente europeo en los países de Reino Unido y los Países Bajos; surgieron debido a las limitaciones que había en los horarios de los espectáculos nocturnos, los cuales eran una atracción y una vía fácil de diversión para los jóvenes de aquella época.
El punto de reunión (fiesta) de los jóvenes eran las antiguas fábricas y los locales abandonados, esto debido a sus características solitarias. Eran los lugares perfectos e ideales para montar y realizar estos fiestones de la juventud y para mostrar la energía inmensa a través del baile y los pasos.
El house y el techno eran la sensación del momento, hits como Chiki chika, It’s my life, What is love, entre otras, sonaban en las tornamesas en aquellos momentos. La influencia estadounidense y europea manifestándose a través de cada melodía y ritmo. Estos fiestones se llevaban a cabo con éxito en muchas ocasiones, hasta que eran descubiertos por la policía que inmediatamente desalojaban a los asistentes y los mandaban a sus casas, los organizadores eran sancionados por llevar a cabo estas “fiestas”. Estos fiestones se darían a conocer con el nombre de raves, que por su origen inglés significa “delirar” o “desvariar”.
Este tipo de celebraciones son amenizadas por DJ’s amateurs europeos o americanos, o en su caso, DJ’s locales, los cuales a través de sus mezclas ofrecen un espectáculo divertido y enérgico.
Los raves en México
De acuerdo con el registro de video en VHS publicado en YouTube titulado Festival Rave Oxígeno México 1996 Vinyl Sets. Raves México DJ Sets Part 2/2, en la época de los 90 se puede apreciar que en las carpas improvisadas que se instalaban se disfrutaban de horas y horas de sonidos electro acústicos y de alto impacto, donde los saltos de los asistentes era lo que se admiraba principalmente y los looks de los chicos y chicas de aquel entonces, que también eran peculiares. Aquí la tecnología no era protagonista, sólo el baile, los saltos y las conversaciones que se hacían en estos lugares, donde se disfrutaban los espectáculos electrónicos.
En la actualidad estas fiestas se ven protagonizadas por el uso de una droga recreativa, “que alarga la noche y el after (el después)”, la droga se denomina Éxtasis (MDMA o Molly), una droga que, de acuerdo con el National Institute on Drug Abuse (Instituto Nacional sobre el abuso de drogas), se distingue por proporcionar efectos psicodélicos y de euforia al que lo consume. Es preciso puntualizar que estas fiestas lamentablemente se han convertido en el lugar perfecto para el consumo y comercialización de sustancias nocivas para la comunidad.
Ha sido tan alto su nivel de popularización entre el mundo, que es muy común encontrar información sobre convocatorias de raves en el país, evidencia de ello son las redes sociales, como Facebook, en donde es muy común encontrar grupos relacionados con estas fiestas.
La normalización de la droga para disfrutar al máximo
Actualmente el uso de las drogas en la sociedad mexicana es una práctica en apariencia normalizada para conseguir una mejor experiencia individual y social, pero esto trae consigo posibles secuelas negativas en la salud, es por ello que se debería limitar el acceso a estas sustancias. De acuerdo con la encuesta nacional de consumo de drogas, alcohol y tabaco del 2016- 2017 (ENCODAT), la prevalencia del consumo de drogas en la población de 12 a 17 años en el año 2016 fue de 3.1%.
En el artículo “El consumo de drogas en estudiantes de México: tendencias y magnitud del problema” de Jorge Ameth Villatoro Velázquez se establece que la prevalencia de consumo de drogas alguna vez fue de 17.2%. Las drogas de preferencia son la mariguana (10.6%), seguida de inhalables (5.8%) y cocaína (3.3%).
Por otra parte, muchos de los festivales formales de música electrónica han emprendido acciones para que los asistentes eviten el consumo de drogas a lo largo de los mismos, una de las acciones se detalla a continuación.
En la página web del EDC México (Electric Daisy Carnival) en su sección de salud, se habla de la prohibición de las drogas en el festival, esto como precaución del uso de estas sustancias. Se lee: “EDC México es una aventura increíble; puedes disfrutar el show sin alcohol o drogas ilegales. Si tienes menos de 18 años, no puedes beber, así de fácil y claro.” “Insomniac tiene una política de cero tolerancia hacia las drogas en todos sus eventos, así de claro. No seas esa persona que termina en YouTube siendo escoltada fuera del evento. Mantente bien todo el fin de semana con tus amigos y todos los demás headliners”.
Es así como los grandes festivales de la música electrónica implementan su estrategia de tolerancia cero hacia las drogas, para garantizar un espectáculo electrónico sin percances.
Para concluir, es importante que reflexionemos sobre la creación de espacios de sana convivencia, en donde la música electrónica sea el elemento protagonista y cultural de la sociedad actual, donde las drogas no existan para “aumentar la duración de la felicidad y euforia” al contrario, que exista un espacio de socialización diferente al actual. La normalización de esta práctica social como señal de identidad en los festivales tiene que ser erradicada, pero en una sociedad de consumismo se ve muy lejana esa posibilidad.
Por un mundo con más ritmo y menos drogas.
jdejesus.macias@alumnos.udg.mx