Año 16, Número 220.

El escritor Dennis A. Balcolm define a los padres ausentes como aquellos que, en el proceso de dejar a la familia, no les explican a sus niños la razón de su partida

Imagen: www.deviantart.com

Paulina Natalia Reyes Macías

Percy Jackson y el ladrón del rayo es una novela que combina mitología griega con la época actual. Sin embargo, aborda un tema realista: los padres ausentes. Se menciona en la historia que, los semidioses, es decir, hijos de un dios con un mortal, suelen ser ignorados por sus padres dioses. Para este caso, me centraré en el protagonista, Percy Jackson. Voy a analizar los efectos psicológicos y emocionales provocados por la ausencia de su padre.

Percy Jackson es un chico de doce años que descubre que su padre es el dios griego, Poseidón. Entonces, va al Campamento Mestizo, un lugar al que asisten jóvenes semidioses. Al ser reconocido por su padre, Percy debe recuperar el rayo maestro de Zeus. Esto se debe a que tal objeto ha sido robado y el joven semidiós fue acusado de haberlo robado. Mientras Percy realiza un viaje para buscar el rayo, se mencionan los sentimientos encontrados que experimenta ante el hecho de que su padre lo ha reconocido.

El escritor Dennis A. Balcolm define a los padres ausentes como aquellos que, en el proceso de dejar a la familia, no les explican a sus niños la razón de su partida. El otro aspecto dominante de este tipo de padre es que no se mantiene en contacto con los niños ni ofrece explicaciones para su continua desconexión hacia ellos. Esto puede notarse en la siguiente escena, en la que Percy y su madre tienen esta conversación:

 —¿Cuántos años tenía? — le pregunté —. Quiero decir…cuando se marchó.

— Sólo estuvo conmigo un verano, Percy. Justo aquí, en esta playa. En esta cabaña.

—Pero me conoció de bebé.

— No, cariño. Sabía que yo estaba esperando un niño, pero nunca te vio. Tuvo que marcharse antes de que tú nacieras.

Con ello podemos ver que Percy tiene un padre ausente, y esto llega a afectarle emocionalmente. Aunque él lo niegue, realmente desea la presencia de su padre. Él estaba convencido de que éste último lo conoció de bebé, pero su madre le niega esa creencia. Ante esto, Percy se muestra decepcionado y se enoja con su padre por haberlos abandonado.

Balcolm dice que la madre lidia con una carga injusta, porque suele ser quien recibe el justificado enojo de su hijo. Sin embargo, Percy nunca llegó a desear desquitarse con su mamá. Esto lo podemos comprobar en la siguiente escena, en la que el protagonista se cuestiona si vale la pena cumplir su misión:

La verdad era que me daba igual recuperar el rayo de Zeus, salvar el mundo o siquiera ayudar a mi padre a salir del lío. Cuanto más pensaba en ello, más rencor le guardaba a Poseidón por no haberme visitado nunca, ni haber ayudado a mi madre, ni siquiera habernos enviado un miserable cheque para la pensión.

Tal como se ve en el anterior fragmento del libro, su enojo va dirigido hacia su padre. Esto se ve reforzado por Balcolm, quien dice que los hijos abandonados suelen tener sentimientos intensos hacia sus padres ausentes. El primero es la reactividad emocional, sintetizada en la idea: “¡Nunca seré como él!” No obstante, otro posible sentimiento es la sobreidentificación con el padre. En esta forma, el hijo abandonado idealiza y admira al padre ausente. El hijo puede basar esta admiración en el padre que conoció, o en el padre de fantasía que deseaba o desea tener. Esto puede comprobarse por las inquietudes del protagonista:

“Al final, reuní valor para preguntarle lo que me rondaba por la mente desde que llegamos a Montauk: mi padre. A ella se le empañaron los ojos. Supuse que me contaría las mismas cosas de siempre, pero yo nunca me cansaba de oírlas”.

Aunque Percy resiente la ausencia paterna, disfruta escuchar las historias que su madre le cuenta sobre su padre. Esto ocurre siempre que va con ella a la playa, en donde ésta conoció a ese hombre. Percy es consciente que su madre tuvo una vida difícil, y que lo poco bueno que le pasó fue conocer a su padre. Percy disfruta escuchar las historias, porque así puede hacer que su madre recuerde momentos felices. Y también porque él mismo siente curiosidad con respecto a cómo era su progenitor, pues no tiene recuerdos ni fotografías de este último, aunado a que su madre le hizo creer que había muerto hace varios años.

O al menos, así fue hasta que Poseidón reconoció a Percy como hijo, puesto que necesitaba su ayuda. En ese momento, el protagonista queda dividido entre la felicidad de finalmente saber quién es su padre y el enojo por haber sido ignorado durante años:

“Las emociones se arremolinaron en mi interior como pedacitos de cristal en un caleidoscopio. No sabía si sentir rencor o agradecimiento, si estar contento o enfadado. Poseidón me había ignorado durante doce años. Y ahora de repente me necesitaba”.

La situación por la que está pasando Percy resulta bastante realista; el hecho de que Poseidón, un dios griego, haya abandonado a un hijo semidiós es algo que ocurría bastante en la mitología griega. Era usual que los dioses tuvieran amoríos con mortales, tuvieran hijos semidioses con ellos y luego los abandonaran. Una vez mencionado esto, voy a retomar el análisis de cómo esta ausencia paterna repercutió emocionalmente en el protagonista.

Los profesores de la Universidad de Boston, Kevin Lang y Jay L. Zagorsky, afirman que la ausencia paterna es problemática, porque se ha reportado que los chicos sin padre crecen para volverse violentos. Sin embargo, esto no parece suceder con el personaje de Percy. Es cierto que llegó a demostrar cierta hostilidad hacia personajes como su padrastro, Gabe o su compañera de clase, Nancy. Sin embargo, Percy se enojaba con ellos, porque éstos agredían a sus seres queridos: la madre y el mejor amigo, respectivamente. Él sólo quería protegerlos, porque estos no se defendían de los agresores, además sabía regular su conducta, pues nunca llegó a ceder ante sus impulsos de violencia.

Una posible explicación para esto es la influencia de la madre de Percy. Y es que, con la ausencia de su padre, cobra relevancia el papel que desempeña la madre. La escritora Karen Christopher, menciona que la crianza intensiva consiste en que la madre ha de poner las necesidades de su hijo por encima de las propias, y esta definición coincide con el estilo de crianza de la señora Jackson, el cual es descrito por Percy en el siguiente fragmento:

“Ella trabajaba en empleos irregulares, asistía a clases nocturnas para conseguir su título de bachillerato y me crió sola. Jamás se quejaba o se enfadaba, ni siquiera una vez, pese a que yo no era un crío fácil”.

Este fragmento es importante, porque explica un factor crucial en la formación de Percy: su madre. Aunque él creció sin padre, su madre siempre estuvo dedicada a educarlo, incluso aunque no tuviera tanto tiempo para él, puesto que ella debía trabajar.

Este fragmento también sirve para expresar la empatía que Percy sentía por su madre. La psicóloga indonesia, Ahmad Pratama, habla sobre la empatía entre el hijo y la madre soltera. Dice que ésta consiste en que el niño es consciente de las dificultades que su madre ha tenido para mantenerlo y tal como se vio en el fragmento anteriormente citado, Percy sabe que su madre ha luchado para criarlo sola, y esta empatía ayudó a que él desarrollara un apego seguro hacia ella. El psicólogo John Bowlby decía que este tipo de apego consiste en que el niño sabe que su cuidador no va a fallarle, pues será constante al proporcionar seguridad y cuidados, y precisamente Percy sabe que cuenta con su madre:

“Mi madre es capaz de hacer que me sienta bien sólo con entrar en mi habitación. Sus ojos refulgen y cambian de color con la luz. Su sonrisa es tan cálida como una colcha tejida a mano. Tiene unas cuantas canas entre la larga melena castaña, pero nunca la he visto vieja. Cuando me mira, es como si sólo viera las cosas buenas que tengo, ninguna de las malas”.

Ahmad Pratama también dice que las madres suelen aconsejar a sus hijos, pero a veces los niños también aconsejan a sus madres para buscar la solución de un problema. Esto es evidente en Percy, porque en algún momento de la historia, él decide motivar a su madre para que deje a su padrastro abusivo y retome las aspiraciones a las que ella había renunciado. Percy está dispuesto a aconsejar y proteger a su madre, así como ella hace con él.

 Percy Jackson es un personaje que pasó gran parte de su vida sin su padre. Los sentimientos presentes en él fueron la reactividad emocional y la sobreidentificación con el padre. Sin embargo, no se volvió violento ni tampoco se desquitó con su madre.  Ésta última cumple un rol crucial, porque se encargó de la crianza y formación del protagonista y gracias a esto, Percy no desarrolló las conductas destructivas que se esperan de un niño sin padre.

Este artículo es un mero análisis, el abandono paternal en la novela de Percy Jackson es un elemento bastante complejo, por lo que todavía quedarían aspectos por analizar. Mientras tanto, espero que surjan más artículos referentes a este tema y así podamos complementar lo ya mencionado.

paulina.rmacias@alumnos.udg.mx