Año 14, Número 181.
El día 2 de junio está próximo y por sexto año consecutivo los profesionales de la salud, pacientes, familiares, universidades, asociaciones y sociedad en general, suman esfuerzos a nivel nacional y mundial con el propósito de avanzar en la comprensión de los trastornos de la conducta alimentaria
Ricardo García Rodríguez
Karina Franco-Paredes
¿Alguna vez te has dicho cosas como «no pasa nada si me como estos tacos porque ayer hice mucho ejercicio» o «si hoy me desvelo está bien ya que dormiré más horas para remediarlo»? A este tipo de ideas se les denomina creencias compensatorias de salud (CCS) y podrían estar afectando tu bienestar.
El día 2 de junio está próximo y por sexto año consecutivo los profesionales de la salud, pacientes, familiares, universidades, asociaciones y sociedad en general suman esfuerzos a nivel nacional y mundial con el propósito de avanzar en la comprensión de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) mediante la difusión de información verdadera, útil y científica, con el fin de hacerlos visibles para las autoridades sanitarias y políticas en todos los países. Por ello, el objetivo de esta nota es presentar información sobre las CCS, las cuales están relacionadas con el desarrollo de los TCA.
Las CCS son “ideas de que los efectos de una conducta negativa en salud pueden ser compensados o neutralizados con otra conducta considerada saludable” (Knäuper, Rabiau, Cohen, & Patriciu, 2004, p. 607) como: “esta vez no cenaré nada debido a que durante el día ya he comido mucho”. Si bien, pueden existir situaciones en las que las CCS son beneficiosas porque nos ayudan a manejar el malestar mental que nos genera el no seguir nuestra meta en salud, la realidad es que generalmente pueden tener efectos perjudiciales en el corto y largo plazo. Por ejemplo, si pensamos que compensaremos con más ejercicio el hecho de haber comido un alimento alto calorías, puede ser que al momento de tener que hacerlo en realidad no lo llevemos a cabo, no sea el tiempo e intensidad que nos propusimos o simplemente se nos olvide. Además nuestras CCS podrían ser incorrectas en distintos niveles, ya que probablemente con los minutos de ejercicio propuestos no quemaremos todas las calorías que ingerimos. Por si fuera poco, para este caso tampoco se está considerando que lo perjudicial de ciertos alimentos no radica solamente en las calorías, sino en otros de sus compuestos, como colorantes, tipos de grasa, bajo aporte de fibra, conservadores y saborizantes que no se procesarán por el hecho de hacer ejercicio.
Así pues, se considera que las CCS fomentan las conductas compensatorias de salud, por ejemplo: usar laxantes o algún tipo de pastillas para bajar de peso, saltarse tiempos de comida o exceso de ejercicio. Dichas conductas se encuentran en la categoría de conductas alimentarias de riesgo, las cuales se han asociado con los TCA como la anorexia, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Para finalizar, es importante tener en cuenta que los profesionales de la salud, como los nutriólogos, psicólogos clínicos y médicos, son los especialistas más pertinentes para resolver cualquiera de tus dudas relacionadas con tus hábitos alimenticios, actividad física, sueño y estrés. Es vital permitirse consultarlos antes de tomar una decisión importante o cuando presentes un problema en estas áreas para evitar el desarrollo de CCS, conductas alimentarias de riesgo o inclusive algún TCA y así proteger nuestra salud física y mental.
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