Año 13, número 150.
El 21 de febrero es el Día Internacional de la Lengua Materna, ese día, en el CUSur se llevará a cabo una jornada de actividades para festejarlo
Ariana García
La lengua materna es aquella con la que nos identificamos desde nuestro nacimiento, con la que crecemos y aprendemos a comunicarnos. De ahí que cualquier idioma o lengua que es la primera hablada por alguien es lengua materna. De pronto hay algunas confusiones entre lengua materna y lengua nativa o indígena; la primera ya quedó explicada, la segunda se refiere a aquella lengua o idioma que es hablada por pueblos originarios de un territorio. En México, por ejemplo, tenemos lenguas nativas como maya, náhuatl, tzotzil, purépecha, entre muchas otras. Y no, no son dialectos; un dialecto es una variedad de una lengua o idioma, casi siempre está marcada de manera geográfica. Vamos de nuevo a los ejemplos de México, en donde todo mexicano sabe muy bien cómo se habla en el norte, en el sur, en el centro… Vaya, que las variedades que hay en una lengua o idioma pueden llamarse dialectos.
Es cierto que muchas lenguas son más conocidas por la enorme cantidad de hablantes que tienen, mientras que muchas otras van, tristemente, desapareciendo. La organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) estima que, a nivel mundial, cada dos semanas como promedio, desaparece una lengua. Y son precisamente las lenguas indígenas las que se encuentran en un riesgo constante de desaparición, no sólo por ser las que menos hablantes tienen con respecto a las demás, sino también por cuestiones culturales, de oportunidades, de desigualdad. Las poblaciones indígenas, ante la falta de oportunidades en sus localidades, migran a ciudades más grandes en busca de mejoras de vida; en esas ciudades se habla el idioma dominante, y los hablantes de lenguas nativas van dejando su lengua atrás, de generación en generación, junto con sus costumbres, su cultura.
La diversidad lingüística enriquece las culturas, las sociedades. México es un país multiculturalmente rico, y es un territorio con muchas lenguas distintas: alrededor de 69. Seguramente convivimos constantemente con personas hablantes de una lengua nativa, quizá en unos estados más que en otros. En el Centro Universitario del Sur convivimos con hablantes de lenguas maternas distintas: árabe, náhuatl, italiano, mixteco, inglés, zapoteco… y, aunque deberíamos todos reconocer esa diversidad, a veces no nos damos cuenta. Cada año se realiza una jornada de actividades por el Día Internacional de la Lengua Materna, el 21 de febrero; en esta ocasión serán tres charlas dirigidas a reconocer la diversidad lingüística y la inclusión cultural, desde la lengua de señas hasta la lengua como turismo, pasando por las distintas lenguas maternas presentes en el centro universitario.
No dejemos que una lengua más muera, al menos en nuestro México. Volteemos a ver nuestra cultura, la riqueza de lenguas que nos enaltece como personas y como nación. Recordemos que, como decía Miguel León-Portilla, lingüista mexicano, “cuando muere una lengua… la humanidad se empobrece”.
ariana@cusur.udg.mx