Año 18, número 266.

“It seems to me that when I die these words will be written on my stone…”
(One Direction, 2013)

Podías ver el sol asomándose a través de las nubes con fuerza. Radiante para mostrar todas aquellas flores y arbustos que ahora nos rodean. Dirías que es un día feliz pero el aire frío de Wolverhampton atravesando tu abrigo era una confirmación de lo que estaba sucediendo.

Lo había visto antes. Era un chico muy seguro y como no, había estado hace dos temporadas en este mismo show y volvió para conseguir su triunfo, pero no lo escogieron. Ahora estaba aquí. Solo una persona nos divide. ¿Querrá ser mi amigo? ¿Ahora somos una banda? ¿Escuche bien? Siento como una sonrisa crece en mi rostro. Lo logré. Me quede en el programa. Vamos a formar una banda. Él viene a mí y me abraza con emoción. Puedo sentirme tranquilo. Sus abrazos definitivamente me reconfortan. Vamos a ser buenos amigos. Lo abrazo y siento una conexión inmediata. — Gracias por estar aquí, Louis.

Me dolía demasiado el estómago. Podíamos escuchar los gritos de las fans mientras los otros cantaban y nosotros aquí, en el escenario frente a ellas y ellos tirándonos agua para ver quien cae primero. Así siempre son los días con él. Bromas, chistes, risas y sonrisas. A veces me llegan a doler las mejillas. Las giras solían ser un poco cansadas, pero vivirlas acompañado y en especial con él, todo se volvía mejor. Me gustaba pertenecer a la banda porque gracias a ello lo conocí. Fuimos de desconocidos a conocidos, de conocidos a compañeros, de compañeros a amigos, de amigos a mejores amigos y de mejores amigos a hermanos.

Saludo a todos los presentes y a los que van llegando. Veo a sus primos, algunos amigos que le conocí en reuniones, a sus familiares hasta que llegó a abrazar a su madre y hermanas. Rodeo sus cuerpos con fuerza, no sé si es porque siento que se pueden sentir un poco más acompañadas y saber que todo va a estar mejor o porque yo necesito creerlo.

Hace un año que la banda se separó. Sentí que lo perdía todo cuando sucedió. Llegué a desear que ese día no pasará, pero lo hizo. Aún recuerdo como lloré ese día. Temí que ellos se olvidarán de mí y me dejarán de lado, pero no lo hicieron. Nos seguimos hablando los 4. Éramos cinco, pero con Ringo no me hablo. Pero mi hermano… o mi hermano, él siempre está conmigo no importa la situación ni el lugar. Es lo bueno de encontrar a tu hermano no de sangre ¿no? Siempre te acompañan sin abandonarte… y ahora él está aquí sosteniéndome mientras despido a mi madre.

Los veo llegar uno por uno. Es un poco raro volver a vernos en el mismo lugar los cuatro al mismo tiempo. Me es imposible no sentir la nostalgia de los recuerdos que tuve con ellos en el escenario y ahora cada uno ha logrado sus giras como solistas, bueno, casi todos. Estoy tan perdido en mis pensamientos que no veo que están caminando hacía mí. Primer saludo y siento el remolino de emociones. Segundo saludo, los ojos me pican. Tercer saludo ¿De verdad está aquí?

Lo veo y sonrió. Ambos fuimos invitados al festival de “Coca Cola Music Experience”. Nos íbamos a presentar los dos en el escenario, pero por primera vez, por separado. Cuando lo veo salir se me infla el pecho de orgullo. Él siempre perteneció ahí, a los escenarios. Su mundo siempre fue la música y hacer feliz a sus fans. Aunque es un poco raro escuchar cuando canta las canciones de la banda, en especial mis solos, no dejo de sentirme feliz. Festejo con mi nuevo grupo, porque mi hermano sigue cumpliendo sus sueños. Y cuando es mi turno de subir, puedo escuchar sus porras junto con todos aquellos gritos. Volvimos, no juntos, pero lo hicimos.

Tomó la esquela conmemorativa que me dan y siento las lágrimas humedecer mis mejillas.

Los nervios me ganan. Estoy feliz pero no encuentro la calma. Estoy a punto de salir a la alfombra con miedo, felicidad, emoción y un poco de intriga por cómo tomarán mi documental, pero lo veo. Ellos no pudieron venir. Me mandaron mensajes de apoyo y lo felices que estaban de mí, pero él no, por qué él siempre encuentra la forma de llegar. Y como si fuera lo único que me faltaba, no siento más nervios. Solo felicidad porque sé que, si llego a estar de rodillas, él siempre llegaría a rescatarme. —Llegaron. Él ha llegado.

¿Argentina? ¿Cómo estás en Argentina? Él estaba loco. Pero así es él. No importa que esté pensando cuando reprogramar su primera gira mundial o su próximo álbum en el que hacemos una canción en conjunto, siempre encuentra el tiempo para acompañar a todos en nuestras giras. Fue a gritarle a Niall. A darle su apoyo hasta el otro lado del mundo y su felicidad infinita. Me dijo que en las fotos lo ha visto un poco cansado y lo entiendo, a veces viajar, el no tener un buen sueño te agota. Así que fue a hacer lo suyo, a contagiar de energía y alegría a su amigo y decirle lo orgulloso que está de él.

Entre todas las flores que hay, no dejo de ver las forman la palabra “Daddy” y siento como un nudo se forma en mi garganta y mi corazón se estruja. Siento como me ahogo, pero después de tanto tiempo él volvió a estar aquí. Me giró para hablarle y es cuando me percato de todo y de todos. Se siente raro ver que estamos “uniformados” de un solo color. Si no se vieran nuestras cabezas, solo seríamos manchas negras rodeados de árboles, flores y piedras… enormes, cuadradas y rectangulares piedras. Veo cómo van pasando a despedirse y yo no sé ni qué hacer.

Goodbyes are bittersweet but it’s not the end. I’ll see your face again…

Es mi turno. Mi turno de decirte adiós definitivamente. De despedirme. Liam James Payne si pudiera darte mis pulmones para que pudieras respirar de nuevo, lo haría. Antes nos separaban noventa y tres millas, luego fueron habitaciones, luego mensajes y ahora un mundo. Un mundo donde solo puedo ver el exterior, pero no el interior. No donde estás tú. Quiero que sepas que siempre le contaré quién fuiste a Bear, seré el tío que necesita en esta vida y le contaré historias de lo increíble que era su padre. Doy un paso enfrente. Siento las lágrimas en mi rostro.

Payno, mi chico, uno de mis mejores amigos, mi hermano, te quiero, amigo. Que duermas bien.

Mendez Contreras Natali
natali.mendez6694@alumnos.udg.mx