Fotografía: cortesía de Rosa Elena Arellano

Rosa Elena Arellano Montoya

Ingrid Leguer 

El origen 

Desde el año 2016, coincide con la labor de la doctora Rosa Elena Arellano Montoya, profesora e investigadora de tiempo completo del Departamento de Artes y Humanidades del Centro Universitario del Sur (CUSur), el impartir clases en la materia de prácticas profesionales en psicología social en la carrera de psicología. Arellano Montoya describe que el origen de los “talleres de habilidades para la vida” tenían que ver con su acercamiento al trabajo comunitario desde la intervención social, a través de esa materia de prácticas.

Entonces lo que hizo fue a partir de las necesidades que se identificaban en diferentes colonias y comunidades rurales, además de la búsqueda de estrategias para poder llegar con esos sectores y ofrecerles mejores oportunidades de vida de acuerdo a las reflexiones que implican el renovar entornos y circunstancias de vida. Rosy Arellano, como la conocen la mayoría de las personas a la Dra. Rosa Elena Arellano, describe que el trabajo de construcción de estos talleres ha sido a través de la experiencia y los aprendizajes que adquirió con trabajos previos a la creación de este concepto, agregó que comprendió que no es posible mantener la visión de llegar como agente externo al grupo con el que se va a trabajar, a querer imponer el cambio de estos sectores, sino tener en cuenta que el tallerista lo que hace es ir a ofrecer herramientas o ayudar a desarrollar y/o fortalecer aspectos personales para la resolución de conflictos sociales.    

En función de esa búsqueda y el trabajo de estudiantes de psicología fue que encontraron ese gran paquete denominado “habilidades para la vida”. Rosy Arellano mencionó:  -siempre se han dado, yo creo que desde que la especie humana ha tenido vida en este planeta ha sido de manera empírica pero ya digamos como hasta en 1996 aproximadamente fue que la OMS (Organización Mundial de la Salud) propuso, además del concepto, como una estrategia de trabajo para hacer la promoción de la cual, a través de la intervención, desarrollarlas.- 

Cuando Rosy Arellano llegó a ese material, lo empezó a revisar y comenzó a trabajar con estos ejercicios que se dieron como proyectos de intervención con la materia de prácticas de psicología social, fue entonces que iniciaron, ella y el equipo de trabajo, a implementar este tipo de proyectos. En algunos espacios sí desde lo comunitario, pero en otros desde la parte educativa, en escuelas. 

Arellano Montoya mencionó que también comenzó a vincularlo con lo que tenía que ver, en esos tiempos, con proyectos de expresión teatral a través de la Compañía de Teatro del CUSur, con algunas obras que tomaban como referencia, problemáticas sociales, además este ejercicio complementó la formación de los actores, pues para la doctora Arellano ellos necesitaban también este tipo de material.  

La contribución de algunas estudiantes que realizaban el servicio social, dentro de la Compañía, estudiantes de la carrera de psicología, fue el engrane para que se implementaran proyectos con esta temática. Y después, ya independientemente del proyecto con la compañía, también se ofrecían talleres para promocionar las habilidades para la vida en estudiantes universitarios del CUSur. 

-Recuerdo que una de las estudiantes incluso se tituló con el proyecto, ella hizo este trabajo en CUSur en lo que antes era el “jardín de las ardillas” a espaldas del edificio “P”. Se hizo un trabajo, donde se promocionaba, primero de manera libre, quién iba pasando, después se fue formalizando y se integró un grupo que cada semana tomaba el taller, se dieron 10 sesiones aproximadamente, se documentó, incluso se aplicaron algunos test al inicio, se llevó a cabo la intervención y al final se aplicaba el test nuevamente para ver qué cambios había tenido. Ese fue el origen de estos temas y de estos proyectos que tienen que ver con habilidades para la vida- mencionó Rosy Arellano.

La vinculación con la colonia Provipo 

Antes de la pandemia COVID-19 estos proyectos se llevaron a cabo en comunidades como El Rodeo, Municipio de Gómez Farías, en San Andrés, en San Nicolás, en la colonia “El Fresno” de Ciudad Guzmán, en la delegación El Fresnito y en Atequizayan. 

Rosy Arellano explicó que procuraba ir a esos espacios a través de la materia de prácticas de psicología y con funciones de teatro con la Compañía, porque entendió que, aunque estén cerca del CUSur, a veces desde la materia de prácticas de psicología abarca esos espacios. A partir de que ella comenzó a ir a esos lugares empezó a identificar que eran candidatos para la aplicación de estos talleres, posteriormente se hizo la propuesta con directores y profesores que después se convirtieron en receptores de dichos estudiantes. 

Rosy agregó: -Vimos que era muy factible y que era necesario implementar este tipo de propuestas. Entonces a través de ello, empezó a existir un aprendizaje, ¿qué si funcionaba? ¿qué no funcionaba? con ello se buscó mejorar las propuestas, corregirlas y combinarlas. Y entonces ahí nos dimos cuenta que sí nos funcionaba y dependiendo del grupo de edad que se atendía.- 

Además, señaló que también mantenía cierta historia de trabajo con Provipo, primero desde la parte teatral, desde el 2017, personas que la conocen y que viven ahí la contactaron para ir a dar funciones de teatro, ellos tienen una gran historia con respecto al trabajo común organizado. Al asistir a invitaciones de festejos del aniversario de la colonia y demás eventos que destaca la comunidad, Rosy comenzó a identificar las necesidades que había con respecto a estos temas para atender a grupos en situación de vulnerabilidad como niños, adolescentes, jóvenes y adultos mayores. Alrededor del 2018, Rosy junto con sus alumnos, a través de las prácticas de psicología comenzaron a impartir algunos talleres. Entre ese trabajo se atravesó la pandemia y se tuvo que pausar el trabajo porque un porcentaje alto de los habitantes son adultos mayores, entonces el riesgo era alto con esta cuestión del COVID-19, en un lapso de dos o hasta tres años. Aún así Rosy seguía teniendo comunicación con ellos, hasta que un día le enviaron mensaje diciendo que ya había pasado la pandemia, que ya se podía reanudar el trabajo con la colonia.

“Volví a ir y yo ya estaba con la materia de prácticas profesionales en psicología educativa, hicimos diálogo para retomar proyectos, entre ellos les propuse estas temáticas con trabajos con los adolescentes y niños, ellos aceptaron. Ya de manera formal, el año pasado, a inicios del 2023, se inició un taller de habilidades para la vida y esta vez estuvo vinculada a expresiones artísticas. Lo impartió una estudiante de la carrera de trabajo social todo el primer semestre del año, de hecho, ella hizo su trabajo de investigación de tesis y se tituló con esa investigación. Y no quisimos dejar de trabajar con los niños con los que se había empezado, que luego se convirtieron en preadolescentes y ya andan en la adolescencia, en el verano se continuó el taller, con otras estudiantes, en el calendario 2023 B de psicología. Todo lo que va del 2024 se implementó un taller más a profundidad de lo que implica el desarrollo de habilidades para la vida, aplicando instrumentos y ahorita estamos en la etapa de sistematización de información. El taller fue diseñado e implementado por Ana María del Toro y Mitzi Pérez, estudiantes de psicología que están haciendo su servicio social, y Roberto Solano también de psicología que participó a través de la convocatoria para realizar investigación temprana, bajo mi coordinación y asesoría”, comentó Rosy Arellano.

El trabajo en la colonia Provipo 

-Como investigadores, y más en este caso, tenemos trabajo de gabinete- aseguró Rosy Arellano. Se contó con trabajo previo en donde existieron reuniones con Joseph Meza, quién es actualmente el Responsable del Programa CUSur Incluyente, psicólogo de profesional con maestría en educación y su colaboración ha sido fungir como asesor del proyecto con la parte que tiene que ver con la aplicación de instrumentos. 

El trabajo se ha realizado por etapas, de las cuales tienen que ver con los calendarios escolares. Desde el año pasado que fue el calendario 2023A se ha explicado a quienes han trabajado, sobretodo, a los estudiantes, de qué trataba el proyecto y cuáles eran los objetivos. De ahí se desprendió el taller que ha sido el taller vivencial desde el enfoque centrado en la persona de Carl Rogers, metodológicamente ese ha sido el espacio para hacer la intervención, a través de los talleres vivenciales. 

También se contó con la asesoría del doctor Marcos Santana, quién es coordinador del doctorado en Desarrollo Humano, Educación e Interculturalidad; porque él junto con otros maestros, entre ellos Rosy Arellano realizaron en 2018 una adaptación de un instrumento diseñado en Colombia con 80 ítems para identificar las necesidades de intervención respecto a las Habilidades para la vida en adolescentes. En este último año el Dr. Santana junto con una estudiante, realizaron una versión corta del instrumento, quedando con 40 ítems y fue el que se aplicó en el taller de “¿Qué onda con mis habilidades para la vida?”, de abril a junio de este año. 

En todo este proceso, que es más de investigación e intervención fue que hicieron el trabajo dividido así, el trabajo de gabinete antes de irse a campo, después cuando los estudiantes hacían el diseño de intervención, se revisaba y asesoraba el material. “Ahora de julio a septiembre se realizará la etapa de sistematización, análisis e interpretación de los resultados y se redactará un informe que nos dé la posibilidad de escribir un artículo y compartir la experiencia”, agregó Rosy Arellano.

¿Quiénes participan en el proyecto y cómo se generó esa red de comunicación?                                                     

Como en todos los procesos que se hacen en un espacio comunitario, se ha avanzado con pasos lentos pero con eficacia -porque si bien es cierto que tenemos acceso para trabajar con ellos, el proceso lleva su tiempo para lo que llamamos en psicología el rapport (técnica de crear una conexión de empatía con otra persona, para que se comunique con menos resistencia) y desde la parte etnográfica le llamamos “la confianza mutua”, porque una cosa es ir, que vayan los alumnos y den algún taller, alguna charla, pero otra es muy diferente ya el vincularnos con mayor profundidad con temas que tienen que ver con su cotidianidad, con problemas a nivel de familia, con algunos asuntos que son dolorosos. Es una de las colonias que tuvieron pérdidas muy altas con respecto a habitantes y familiares en el tiempo de pandemia; entonces encontramos a cierto sector de la colonia con mucha tristeza, con mucho dolor por lo que vivieron y fue también momentos o etapas de escucharlos, sólo eso, de ir incluso a las casas o sentarnos en el jardín y estar ahí con ellos acompañándolos, platicando y reflexionando e identificando también qué se aprende de esas experiencias, finalmente la experiencia no es que sea buena o mala es experiencia y punto. Entonces esos momentos pues sí nos llevan tiempo para poder hacer lo que es ya la otra etapa que es más la de la intervención como tal-, comentó Arellano. 

Entonces en ese transcurso sí han pasado diferentes participantes, viéndolo desde el Centro Universitario. De base han participado el doctor Jorge Martínez y Rosy Arellano, porque este proyecto está vinculado al trabajo del Centro de Investigaciones para las Artes, Humanidades y Comunicación (CIARTEHC), en el Departamento de Artes y Humanidades; se ha contado con colaboradores como la doctora Mónica Navarro, quien impartió un taller de gimnasia cerebral con grupo de adultos mayores, también se ha contado con la participación de alumnos de prácticas profesionales y de servicio social de psicología educativa y prestadores de servicio social de la carrera de Desarrollo Turístico Sustentable, ellos hicieron un trabajo diferente con taller de reciclado para que también a través de ello, poder trabajar con los pre adolescentes. 

En la parte de registro audiovisual y fotográfico, ha participado Alonso Sánchez, Técnico Académico del CIARTEHC, para las evidencias del proyecto, además de haber realizado la gestión para que se diera el taller de formación en cine participativo con el colectivo La Maroma, Arellano menciona que este taller en particular fue el enganche para los adolescentes, que fue quien abrió la puerta para proponer de manera más formal el taller que se ha implementado de promoción de habilidades para la vida.                          

 En cuanto a nivel de la colonia, Arellano menciona que algunos de los habitantes que están integrados como mesa directiva y como representantes de la colonia han sido parte esencial para llevar a cabo el taller. -Además hay una cooperativa, que ellos fundaron ya hace muchos años, con vías de fortalecer el trabajo que se hace en la comunidad. Porque también ellos tienen, de acuerdo a su proceso de organización, la posibilidad de decidir quién entra y quién no entra. Generalmente desde un inicio fue así, yo me acercaba a ellos, platicaba, se les presentaba en asamblea o reunión de trabajo el proyecto, las personas que participaríamos y con base en eso, ellos decidían si sí o no se lleva a cabo la actividad, taller o proyecto. Hasta el momento, siempre nos han aceptado con las propuestas que hemos hecho, en ocasiones ellos mismos han fortalecido la propuesta, para que no solamente sea la visión del agente externo, sino que ellos también digan “con base a nuestras necesidades…” o también han tenido la confianza de decir “es que creo que necesitamos en este momento más sobre este tema…” y así hemos complementado la visión de cómo ir entrando y el equipo así es como ha estado constituido- comunicó Rosy Arellano.

¿Cuántos productos abarca este proyecto?

Rosy Arellano asegura que la finalidad es que por parte del CUSur exista esta formación en la investigación y la formación para las y los estudiantes de psicología para su quehacer profesional como psicólogos desde el área educativa y/o social comunitaria. Por lo que los productos tangibles como tal han sido informes de esas prácticas que se han hecho por grupo de atención. Hasta el momento se han generado tres informes del trabajo que se ha realizado por semestre con respecto al taller con los jóvenes y con los adolescentes y otro con el grupo de mujeres; hay una tesis que elaboró una egresada de trabajo social. En calendario 2024 A se están generando dos informes, uno que tiene que ver con la atención a adultos mayores del que se generó un taller de gimnasia cerebral que también se vinculaba con habilidades para la vida y el último que es también trabajo con estos mismos adolescentes, ya aplicando instrumentos más desde la parte psicológica. “Entonces estamos planeando que al menos en este año y medio tengamos estos cinco productos sin pensar todavía en el artículo porque nos va a llevar más tiempo” refirió Arellano.

¿Qué fue lo más significativo para Rosy en el trabajo y cuáles son sus conclusiones?     

-Para mí es la parte de la formación, de los aprendizajes también a nivel profesional-personal y obviamente la retroalimentación con quién se está atendiendo, en este caso con los integrantes de la colonia Provipo. Y no es más uno que el otro, realmente es de manera conjunta porque el ver que la mayoría de los estudiantes de la carrera en psicología no tienen esa experiencia del trabajo directo con un grupo más comunitario, para mí es de gran satisfacción guiarlos, asesorarlos, formarlos, capacitarlos, supervisarlos y acompañarlos pero si dejo directamente que ellos sean los que estén frente a los grupos haciendo el trabajo pensando en que la formación sea directamente para ellos. Yo esto ya lo he hecho durante muchos años y ya tengo esa formación, pero mi interés es formar a otros formadores, y en este caso como psicólogos; para mí es necesario que antes de que salgan de aquí con su título que tengan esa experiencia, ese aprendizaje, por otra parte si hablamos de las personas que están en comunidades he podido identificar sus necesidades junto con ellos, son temas emergentes para tratar y en espacios que tenemos que es más desde la parte comunitaria y obviamente en el que decía también en mi quehacer profesional y personal. Los aprendizajes que a mí me han dejado para ir mejorando en la estrategia, también partes que son muy significativas para poder ofrecerles a la gente y en este caso a nuestros estudiantes un mejor proceso metodológico para llevarlo a cabo- concluyó Rosy Arellano 

rosa.arellano@cusur.udg.mx

ingrid.leguer@cusur.udg.mx