Año 14, número 165.
La presentación de la obra ganadora, Los tiempos de Dios, tendrá lugar en la FIL Guadalajara
Laura Sepúlveda
El escritor José Luis Valencia Valencia, originario de Guadalajara, recibió el premio del XIX Concurso Nacional de Cuento Juan José Arreola, organizado por el Centro Universitario del Sur (CUSur) y la Editorial Universitaria, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), el cual tiene como propósito incentivar la creación literaria entre los escritores nacionales.
La obra ganadora, titulada Los tiempos de Dios, es una serie de cuentos trágicos de violencia, que a decir del autor son el reflejo de la sociedad en la que vivimos en cuestiones no sólo del narcotráfico y las desapariciones, sino las decisiones que vamos tomando en el transcurso de nuestra vida que pueden terminar en tragedia.
El Rector del CUSur, doctor Jorge Galindo García, dijo que uno de los objetivos prioritarios del certamen es incentivar la labor que hacen aquellos amantes del cuento, con el propósito de mantener viva esa veta de la literatura.
“Se revisaron 473 trabajos de diferentes estados de la República, y del extranjero. A lo largo de estos 19 años, en 18 ocasiones se han impreso las obras, y es un gran acervo literario con el que contamos” apuntó.
José Luis Valencia dijo que es difícil encontrar palabras para describir este momento, ya que ganar este premio es importante para él por varias razones: porque es uno de los premios más importantes a nivel nacional y varios de los ganadores anteriores detonaron una carrera en la literatura a partir de este premio, así como por la calidad de los jurados. “No me dedico exclusivamente a escribir, tengo un trabajo, económicamente vivo de otra cosa, pero me gusta escribir, y que se te reconozca con un premio de esta naturaleza para mí es una señal muy grande”.
Explicó que la realización de la obra fue muy accidentada, ya que surgió en un aeropuerto, con un vuelo que tenía siete horas de retraso; ahí hizo la lista y sinopsis de los cuentos que quería que acompañaran a Los tiempos de Dios, que fue el primer cuento que realizó y que le llevó un periodo de tres años. “Pasé poco más de un año escribiéndolos, hasta que llegó la convocatoria, y me fijé la meta de participar. Mi hijo nació dos meses antes, fue sietemesino, llegó un mes antes de que cerraran la convocatoria y eso trastocó los planes; un día antes terminé el penúltimo cuento y el último día, el último, cinco minutos antes de que cerraran la convocatoria mandé el trabajo”, recordó.
El maestro Jorge Orendáin, de la Editorial Universitaria, destacó que ya son varios los autores jóvenes que han ganado este concurso, lo que refleja que el cuento sigue siendo un género de mucha importancia, aunque a veces la mercadotecnia dice lo contrario. “El cuento es un género consolidado en nuestro país desde hace muchos años. Este libro me ha gustado mucho por la temática actual que aborda, por la construcción de sus personajes, por su prosa ágil, sin aspavientos, y por el buen manejo en la estructura de todos los cuentos. Además de que los que vivimos en Guadalajara lo leeremos de una manera singular, porque se habla de varios lugares, calles y personajes que vamos a identificar”, apuntó.
Informó que el libro ya está en la parte final del proceso de edición, y ya trabajan con la portada, por lo que considera que quedará listo algunas semanas antes de la Feria Internacional del Libro, donde será presentado como parte del premio, que además está dotado de 150 mil pesos.
El maestro
Ricardo Sigala, profesor del programa de Letras Hispánicas del CUSur, indicó
que el libro es un volumen compuesto por ocho relatos que giran en torno al
tema de la violencia. Lo primero que llama la atención es el oficio y la
agudeza con que el autor logra dignificar un tema que se trivializa día con día
en los medios de comunicación, en la literatura, en las series televisivas, en
las conversaciones cotidianas, y no usa la literatura para hablar de la
violencia, por el contrario, recurre a ella para hacer literatura.
“El desamparo en el que se vive en nuestras
ciudades es la regla que emana de la narrativa de José Luis Valencia. Hay que
destacar en el libro varios atributos literarios, una ejecución narrativa
clara, dotada de las pausas necesarias; una inteligente construcción de escenas
y de saltos en el tiempo; la notable construcción de los espacios, las
historias ocurren en lugares vivos que no solamente son reconocibles, sino que
son sitios en que vemos bien insertados las vidas de los personajes; la
construcción de los personajes es destacable. Es el quinto jalisciense en
obtener el concurso, y lo hace con un libro que le da dignidad al certamen”,
indicó.