Año 13, número 149.
Es importante mantenernos informados en las fuentes oficiales y no distribuir contenidos que confundan a la población
Ariana García
El 30 de enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia internacional por el coronavirus, luego de que se registraran casos en países de la región Asia-Pacífico, América, Europa y Oriente Medio. Hasta el día de la declaratoria, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reportó casi 10 mil casos de enfermos por coronavirus, 106 fuera de China (donde comenzó el brote), y 213 muertos.
Aunque aún no se han registrado muertes fuera de China, el virus ha demostrado una rápida propagación a nivel mundial. El doctor Héctor Olivares Álvarez, epidemiólogo del CUSur y maestro en salud pública, explica que estos virus son de fácil y rápida propagación porque “aseguran generar en el enfermo la sintomatología que garantice la transmisión de la enfermedad. En este caso la puerta de salida son las vías respiratorias y la puerta de entrada son las mucosas de un individuo susceptible, con lo que garantizan su perpetuidad”.
Dentro de los síntomas que provocan la transmisión del coronavirus está el estornudo y la tos, pues puede viajar a través de las gotas de saliva que se expiden. “También hay mecanismos indirectos, de los más difíciles de manejar, por ejemplo, estornudas y te tapas la boca con la mano y enseguida agarras el dinero, pagas y quien recibe ese dinero puede después llevarse las manos a la boca o a los ojos e infectarse”, comenta Olivares Álvarez.
De acuerdo con el doctor, los métodos de prevención del contagio de este tipo de virus son tan viejos como las enfermedades infecciosas: “la higiene, taparte con la parte del brazo al estornudar, evitar las reuniones masivas innecesarias y el contacto con algún infectado, especialmente el lavado de manos continuo”.
El contagio de coronavirus comenzó en Wuhan, en el centro de China, en un mercado en donde se sacrifican y venden animales de todo tipo. Según datos de científicos que sacaron muestras de saliva a personas infectadas en el Hospital Jinyintan, en Wuhan, el coronavirus proviene de murciélagos. Al respecto, Héctor Olivares comenta que las infecciones que luego se pueden convertir en epidemia “surgen por entornos donde hay ciertas circunstancias de promiscuidad, en este mercado, por ejemplo, podemos leer que se vendían igual mariscos, aves, perros, una serie de especies en una combinación siniestra, que da la oportunidad de que los reservorios naturales de los virus tengan la oportunidad de combinarse y generar virus con características como la que hoy estamos enfrentando”.
El contagio de coronavirus comenzó en Wuhan, en el centro de China, en un mercado en donde se sacrifican y venden animales de todo tipo. Según datos de científicos que sacaron muestras de saliva a personas infectadas en el Hospital Jinyintan, en Wuhan, el coronavirus proviene de murciélagos. Al respecto, Héctor Olivares comenta que las infecciones que luego se pueden convertir en epidemia “surgen por entornos donde hay ciertas circunstancias de promiscuidad, en este mercado, por ejemplo, podemos leer que se vendían igual mariscos, aves, perros, una serie de especies en una combinación siniestra, que da la oportunidad de que los reservorios naturales de los virus tengan la oportunidad de combinarse y generar virus con características como la que hoy estamos enfrentando”.
La declaratoria de alerta internacional se dio en parte para actuar conjuntamente en apoyo a países con un sistema de salud débil. El doctor Olivares comenta que “afortunadamente, el virus no ha mostrado una enorme capacidad de infectividad y la letalidad está por debajo del 3 por ciento”, además de que lo importante es la madurez que tengan los sistemas de vigilancia epidemiológica de los países, “el nuestro demostró que está preparado, supo cómo responder, de tal suerte que los siete casos sospechosos que tuvimos, en cuestión de horas lograron descartarlos”. Lo único que podría estar fuera del control epidemiológico “son las enormes corrientes migratorias ilegales que se mueven a lo largo y ancho del planeta, y que a final de cuentas pueden ser las fuentes de entrada para una transmisión local”.
Ante esta declaratoria de emergencia, es importante mantenernos informados en las fuentes oficiales, como la OMS, y seguir las recomendaciones que de ahí se emiten. Existe información alarmista que sólo contribuye a la desinformación. El doctor Olivares insiste en que “la población tiene que ser muy cuidadosa en la información que recibe. La mejor manera de protegerse de una enfermedad es conservando hábitos higiénicos adecuados, el lavado de manos constante, sobre todo ante la aparición de signos y síntomas característicos de un cuadro gripal hay que evitar la automedicación y acudir a un centro de salud a recibir atención”.
ariana@cusur.udg.mx