Año 17, número 247.
Experiencia de un paciente que acudió a los dos tipos de institución a atender su situación de salud mental
Nuvia Esmeralda García Guzmán
Puede que en algún punto necesites un diagnóstico de salud mental, así como un tratamiento a corto o largo plazo, para esto tienes dos opciones: ir con un médico privado o ir a una institución pública. Las diferencias entre una alternativa y la otra, solamente se pueden compartir a partir de la experiencia.
“Pues yo sufría de depresión, sufría de depresión, sentía mucha tristeza, pero ya tenía, no es una tristeza momentánea, o sea yo ya tenía meses, sino inclusive a veces años, ya era un sentimiento que ya me impedía hacer mi forma de vida, relacionarme con las personas, y, en cambio, pues ya cuando fui con una especialista de forma privada, pues sí sentí el cambio, sí sentí el cambio y gracias a esa persona salí adelante, salí adelante, ya no me siento como antes, me siento diferente, veo la vida de una forma más alegre, estoy más en paz conmigo mismo, con mi familia y pues eso a grueso modo es lo que te puedo decir, que gracias a que yo me reconocí, que necesitaba ayuda, fui a conocer lo que son los psicólogos”.
Si identificas un sentimiento parecido, es necesario comprender que requieres ayuda. Una intervención psicológica a tiempo debería entenderse como parte del cuidado de nuestra salud integral, justo como las revisiones físicas, las visitas al oftalmólogo o con un dentista. La edad es lo de menos, lo importante es decidir visitar a un especialista, justo como lo hizo la persona con la que platicamos y nos comparte su experiencia en los dos tipos de servicios. Las respuestas brindadas son parte de las opiniones que tiene después de más de 15 sesiones recibidas.
¿Qué diferencias has visto al acudir al sector público y privado?
Cuando acudí a un sector público en una institución no me agradó la manera en que este psicólogo/psicóloga abordaron mi caso, no fue como yo esperaba, fue un trato que definiría como deficiente.
¿Consideras que fue la institución o la persona?
Pienso que existen muchos profesionales excelentes en las instituciones públicas, pero para mí esta persona con la que acudí, en pocas palabras no me ayudó. No sentí una ayuda de su parte, sentía como si estuviera ignorándome. Como si fuera tal cual una charla de amigos, no de una forma profesional.
¿Esta fue tu primera experiencia acudiendo a terapia?
Así es, mis primeras experiencias fueron de manera pública, después de esta previa experiencia busqué a un profesional privado, y fue cuando pude ver una clara diferencia.
¿Qué sentiste diferente?
Lo primero que percibí fue la forma de tratarme, con las terapias públicas fueron sesiones muy simples, me aconsejaba y eso no me ayudaba en nada. En cambio, de manera privada fue más seria la terapia.
¿Cómo fue tu consulta privada?
Cuando fui con esta psicóloga/psicólogo privado, lo primero que observé es que contaba no sólo con su licenciatura, sino que ya había terminado una maestría, y en aquel entonces estaba cursando un doctorado, lo vi como una persona muy preparada y principalmente muy profesional, ahí si no fue una charla entre amigos, al contrario, vi las diferencias de cuando una persona se prepara y en una institución pública, pues fue todo lo contrario, simplemente no me sacaron de mi problema.
¿Desde tu experiencia, por qué crees que hay deficiencias en instituciones públicas en salud mental?
Por lo que he visto, opino que es a causa de la falta de estudios y de preparación, también de madurez. Cuando fui a la institución pública todos eran jóvenes, sin nada en contra por supuesto, pero al ir a consulta privada, esta ya era una persona mayor, ya casada y con hijos, con una vida hecha. Yo creo que esa fue la diferencia y que sobre todo tenía mucho profesionalismo, siendo alguien centrado en lo que hacía y su compromiso conmigo.
¿Ha recomendado el servicio privado aún sabiendo el costo?
Yo sí les he comentado a mis amigos o conocidos que vayan con esta persona, por que sé que tanto en el lugar público como el privado tenían bastantes personas, y si los he enviado con quien me ayudó más.
¿Qué sucede cuando estas personas no tienen los recursos para pagar terapia privada?
Ciertamente la mayoría de mis amistades son personas que viven día a día. Y yo les he comentado que hagan un sacrificio por su salud mental, ya que es una inversión a largo plazo y que logren hacer un pequeño ahorro. Y las personas que no pueden pagarlo ya sea por una u otra cosa, no les queda de otra más que atenderse donde puedan acudir, pero opino que siguen teniendo una vida muy complicada.
¿Acudir a una institución pública te garantiza que será gratuita?
A diferencia de lo que se piensa, este servicio no es totalmente gratuito, ciertamente es una cantidad sencilla, me cobraban 50 pesos a diferencia del costo privado que era de 400 pesos. Quitando si estas personas podrían ocupar medicamentos y si en el servicio público el médico/médica puede recetarlos.
¿Cuánto tiempo estuviste acudiendo a sesiones tanto en institución pública como en privada?
En aquel entonces, de manera pública fui cuatro veces y fue cuando no me agradó el tratamiento y busqué en un consultorio privado donde asistí durante seis meses e iba una vez cada quince días.
¿Actualmente esta institución sigue teniendo esta situación?
He sabido por amigos y conocidos que han ido con esta persona, y me han dicho lo mismo, que no los ha ayudado de la forma en que querían.
¿Cuál sería una solución para una mejor atención médica mental?
Que se contrataran a personas capaces y con estudios, que ciertamente estén comprometidos con el trabajo y que no sea sólo escuchar al paciente y que se refleje la calidad en la sociedad.
Esta persona tuvo una mala experiencia asistiendo a una institución pública, donde buscaba ayuda para resolver un caso de depresión. Se encontró con una persona con la que no encontró una estrategia adecuada para tratar su caso. El especialista que atendió representa a una institución y las sesiones recibidas podrían reflejar una imagen imprecisa de lo que representan las instituciones públicas.
Por otro lado, cuando asistió a un consultorio privado, encontró una atención que le resultó más agradable, lo que le permitió asistir con regularidad hasta que finalmente se sintió mejor y aprovechó el apoyo especializado en salud mental.
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