Año 18, número 267.
Ilustración: IA Magic.
Indudablemente, una de las mejores escritoras mexicanas decimonónicas es María Enriqueta Camarillo y Roa de Pereyra, quien además de obtener grandes distinciones nacionales e internacionales, dejó un gran repertorio literario que incluye poemas, novelas y cuentos llenos de sentimientos; simbolismos y enseñanzas dirigidas tanto al público adulto como al infantil. De entre todas sus obras, para el presente ensayo es pertinente analizar únicamente a dos de ellas: el cuento “Manodiestra” y el poema “Las consecuencias de un sueño”, con la premisa de que en ambas historias los sueños cumplen un papel fundamental para el desarrollo de las tramas y los personajes principales. Pero, antes que nada, es necesario repasar el argumento de cada una de estas obras por separado, pues de esta forma será más sencillo comprender y explicar el rol que el sueño cumple en estos escritos.
“Manodiestra” y “Las consecuencias de un sueño”
En el cuento infantil “Manodiestra” se muestra a Mari-Luz, una joven bella de quince años que tiene un complejo con su nariz, inseguridad que, junto a su vanidad, la lleva a reunirse con un cirujano de la corte conocido como Manodiestra, hombre capaz de realizar prodigios y milagros estéticos hasta en las personas menos agraciadas. Estando por fin frente a él, el cirujano le advierte de la posibilidad de que el procedimiento no muestre los resultados esperados, ocasionando una larga agonía por parte de la joven protagonista, quien tras el largo tratamiento dado por el hombre termina cumpliendo su anhelo de tener un hermoso perfil.
Sin embargo, al regresar a casa, ni sus padres ni su prometido la reconocen por el gran cambio en su físico, lo que ocasiona que Mari-Luz sea abandonada por su gran amor y reciba miradas lastimeras por parte de sus progenitores. Al final del pasaje, se revela que todo ha sido un sueño que tuvo la joven tras ver el anuncio en un periódico sobre el gran Manodiestra (personaje importante dentro del cuento).
Por otra parte, en “Las consecuencias de un sueño”, un poema en dos cantos, nos cuenta la historia que gira en torno a Rosalía, una mujer trabajadora y responsable que está casada con Juan, un hombre perezoso que siempre busca excusas para descansar y evitar sus obligaciones, a excepción del trabajo con el que se ganaban su sustento. Por lo que el día a día del matrimonio era un ir y venir de reprimendas, quejas y miradas de cansancio por parte de Rosalía. Sin embargo, cuando Juan por fin estaba decidido a contentar a su mujer con realizar temprano sus deberes y encontrar la vaca que se les había perdido, éste muere y la deja hundida en su tristeza y eterno penar. Al escuchar un extraño ruido, la mujer despierta aturdida por tan intenso sentir y observa a su querido Juan llegar a casa, tan feliz y tranquilo como siempre. Todo aquello que creyó vivir había sido parte de un terrible sueño.
El rol del sueño dentro de las dos obras
Si bien, los temas centrales de cada obra son diferentes, pues mientras una trata de mostrar las consecuencias de la vanidad junto a la importancia del amor propio, la otra está principalmente enfocada en mostrar la idea de que no solo es necesario vivir con extremo rigor, sino que también disfrutar del momento y la gente que nos rodea. El recurso narrativo utilizado para desarrollar a las protagonistas y aleccionar al lector es el mismo: un sueño que muestra un futuro desalentador debido a actitudes egoístas (por decirlo de algún modo) que obliga a los personajes principales a cambiar.
En el caso de Mari-Luz, el detonante del sueño es el anuncio en el periódico sobre las habilidades de Manodiestra. El sueño en sí es toda la historia que le precede, en donde consigue la hermosa naríz que siempre deseó, pero con la consecuencia de que sus padres no la reconocieron y la creyeron loca. Además de que su pareja rompió su compromiso debido a que ella ya no parecía la mujer de la que se había enamorado. La resolución a la que Mari- Luz llega tras despertar y ver de nuevo el anuncio es el siguiente:
La luz del recuerdo hirió vivamente su memoria…Y mientras Renato arreglaba con sus futuros suegros lo concerniente al día de la boda, Mari-Luz en la cocina, toda temblorosa y calosfriada, arrojaba al fuego del hornillo un papel que, al retorcerse entre las llamas, mostraba en sus repliegues este nombre fatídico: Manodiestra, cirujano del príncipe Kailufo (Camarillo, 2017, p. 335).
Ante dicho final, es fácil intuir que Mari-Luz decidió seguir con su vida sin quese le volviera a pasar por la mente la idea de cambiar su apariencia física, apreciando más su particularidad que muchas veces había sido elogiada por los demás. En este sentido, el rol del sueño en la obra “Manodiestra” es la de aleccionar, tanto a la protagonista como a los jóvenes lectores al mostrar las consecuencias que tiene, antes que nada, el no valorar la apariencia de uno mismo y perseguir cánones de belleza, y segundo, el hacer cosas sin consultar previamente con los padres o adultos responsables de su persona.
En cuanto al papel que cumple el sueño dentro de “Las consecuencias de un sueño”, más que ser algo aleccionador, podría considerarse como una revelación o consejo implícito sobre disfrutar la vida y la compañía de aquellos que sean importantes para cada uno, pues no todo en la vida es trabajo, también es descanso y tiempo de calidad con los seres queridos.
Y es fama que al otro día,
cuando ya el sol en los pinos
sus resplandores prendía,
a Juan, por la vez primera,
sus ojos temprano abría,
se oyó una voz lisonjera
que decía:
– ‘¡Duerme, mi Juan, todavía
no es hora de irte a la era!…’. (Camarillo, 2017, p. 110)
Tanto en la obra “Manodiestra” como en “Las consecuencias de un sueño”, se puede observar que las protagonistas tienen un cambio en sus conductas tras soñar con un futuro que no cumple con sus expectativas o que estiman difícil de sobrellevar. De este modo, el rol del sueño en ambos textos es ser una advertencia sobre las consecuencias que tarde o temprano llegarían a las protagonistas si éstas no mostraban una mejora en su carácter individualista.