Año 16, Número 217.

¿Don Quijote estaba loco, mentía o simplemente vivía en su propia realidad creada?

Imagen: Muyhistoria.es

Nancy Esmeralda Ochoa Barrera

La realidad es una construcción social

Peter L. Berger

El famoso libro Don Quijote de la mancha es una de las obras de Miguel de Cervantes Saavedra, donde se narra la historia de Alonso Quijano, un hombre que se encontraba entre los 50 y los 60 años, al que le gustaban las novelas de caballeros por las increíbles hazañas y aventuras que vivían. Tanta fue la pasión de Alonso que decidió vivir sus propias aventuras caballerescas y dejando toda su vida detrás comenzó las suyas; “Don Quijote de la mancha” sería su nuevo nombre, rocinante sería su caballo, robaría la armadura de su abuelo y un humilde labrador (convencido de que él gobernaría una isla) de nombre Sancho Panza, pasaría a ser su fiel escudero. Por desgracia, para Don Quijote los peligros que él veía no eran lo que en realidad pasaba, y tal parece que todo estaba en su cabeza.

La gente juzgó al Quijote, era visto como un pobre diablo, viejo y delirante, nada más que un loco, esto debido a que todo lo que él decía eran mentiras, todo lo que él veía nadie más podía verlo, el mundo que él relataba tenía un solo espectador (él mismo), lo que veía no era real, o eso se pensaba.

Muchas veces se tacha a la gente de loca por no pensar igual, por decir cosas con las que no se está de acuerdo, por decir mentiras o por ver cosas que la mayoría no. Una siempre se repite es “baja de las nubes”, que se refiere a que vivas en la realidad, pero ¿Qué es la realidad? ¿Qué es una verdad? ¿Quijote estaba loco, mentía o simplemente vivía en su propia realidad creada?

Para responder al primer cuestionamiento, presento algunas definiciones de la realidad: la realidad se designa como la existencia real y efectiva de los seres y las cosas, también es utilizada como sinónimo de verdad, esto, claro, es una definición sacada de un diccionario; en la filosofía el tema de la realidad abrió muchas preguntas entre los distintos filósofos y a través del tiempo. Para Descartes existía una diferencia entre la realidad y la existencia, Kant decía que la realidad trasciende o es dada por la experiencia de lo que puede percibirse con los sentidos, Aristóteles afirmaba que la realidad era racional, por último, Platón presentaba dos tipos de realidades, la realidad sensible, que se percibía por los sentidos, y la realidad del mundo de las ideas, donde éstas son eternas e inmutables.

Por otra parte, la realidad virtual es la representación de un entorno con apariencia real creado a partir de tecnología informática, mientras que, se denomina realidad social al conjunto de todo aquello que es y que existe en términos sociales. Si se juntan todas las definiciones, se entiende que la realidad es algo que existe, se percibe, se crea, se piensa, debe de ser aceptado por un grupo de personas (sociedad) y sobre todo es una verdad.

Otro término a definir es la verdad, en los diccionarios y en la filosofía su significado es el mismo; es la correspondencia entre lo que pensamos o sabemos con la realidad, dicho de otra forma, es la relación entre idea – realidad, sin embargo, existen dos tipos más de verdades: la verdad relativa, que sólo es real con determinados criterios y la verdad absoluta, que se traduce como aquellas verdades que son iguales aquí y en China, ésta normalmente se le atribuye a la naturaleza y otros fenómenos. Resumiendo el párrafo, la verdad relaciona idea y realidad, se necesitan determinados criterios para decirse qué es verdadero, además de validación social en tiempo y espacio (¿Dónde y cuándo pasó?).

Teniendo definidas estas palabras, adjunto un fragmento de la obra de Cervantes, titulado “La increíble aventura de Don Quijote con los molinos de viento”, para mejor análisis:

Iban por el campo cuando descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento, y don Quijote le dijo a su escudero: −Qué suerte hemos tenido, amigo Sancho Panza, porque allí ves más de treinta gigantes con los que pienso entrar en batalla y vencer, para que no quede ninguno sobre la tierra. − ¿Qué gigantes? − dijo Sancho Panza. Aquellos que allí ves −respondió su amo−, con los brazos tan largos que tienen casi dos kilómetros.  −Mire vuestra merced −respondió Sancho− que aquellos que allí veo no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, empujadas por el viento, hacen andar la piedra del molino. −Ya se ve −respondió don Quijote− que no sabes nada de esto de las aventuras: son gigantes; y si tienes miedo, apártate. Y empezó a cabalgar sobre su caballo Rocinante sin escuchar las voces de su escudero Sancho que le advertían de que aquello que atacaba eran molinos de viento y no gigantes.

¿Quijote estaba loco, mentía o simplemente vivía en su propia realidad creada? Vicente Yago dice “Don Alonso Quijano sueña, pero no es un loco; fantasea, pero no es un mentecato. Don Quijote de la Mancha no estaba loco. No lo estuvo en toda su vida. Fue siempre Alonso Quijano el bueno”, Sama Joaquín comparte:“Para algunos, don Quijote sería un fanático en pos de un ideal, a todas luces inalcanzable, que le hará sentir la infinita soledad del idealista. ¿Acaso es locura vivir de acuerdo a un ideal?”.Se puede apreciar que, sin importar lo que Sancho Panza hace por convencer al Quijote de que sus dichosos gigantes sólo son molinos, éste juraba verlos, seguía su instinto de caballero por combatir en nombre de su amada Dulcinea y se decidió a enfrentarlos, a este punto el Quijote fue lanzado por un aspa de uno de los molinos, Sancho demuestra su punto, pero Quijote no cede y sostiene que los gigantes estaban ahí y simplemente a último momento fueron convertidos en molinos.

El Quijote vivió en diferentes realidades cada que abría un nuevo libro de aventuras, pero cuando quiso vivir en su realidad se le juzgó de loco y mentiroso, ¿Por qué? Quijote tenía todo lo necesario para decir que lo que veía era real, lo que él pensaba e imaginaba lo veía, por lo tanto, lo creaba y entonces existía, lo que significa que lo que decía era verdad, pero le faltó uno de los factores de la realidad… más “locos” que vieran lo mismo que él, es decir, que lo que él veía y creía perteneciera a una realidad social.

Comencé este artículo con la frase de Berger “la realidad es una construcción social”, la cual puede verse reflejada en el Quijote al ser el único elemento faltante y el que hubiera hecho funcionar su realidad; entonces, podemos concluir que el Quijote no era mentiroso, ni estaba loco, simplemente estaba en su propia realidad, huyendo de su esclavitud social; y ¿Qué es la realidad? A mi parecer, y al de el famoso corto Psicópolis, la realidad no es nada más que un delirio colectivo.

nancy.ochoa5672@alumnos.udg.mx