Año 14, número 169.
La pandemia por COVID-19 ha dejado en evidencia las desigualdades en el respeto a las garantías individuales a nivel mundial
Iván Serrano Jauregui
Ariana García
El 10 de diciembre es el Día Mundial de los Derechos Humanos, “día en que, en 1984, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos, documento histórico que proclama los derechos inalienables que corresponden a toda persona como ser humano, independientemente de su raza, color, religión, sexo, idioma, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición”. Con la llegada de la pandemia por COVID-19, este año está dedicado a la “necesidad de reconstruir para mejorar, asegurándose de que los derechos humanos sean la base para los esfuerzos de recuperación”, de acuerdo con Naciones Unidas.
En el CUSur se inauguró, justo en este año convulso en el que se han visto evidenciadas las desigualdades en el respeto a las garantías individuales a nivel mundial, la Sala Especializada en Derechos Humanos, en la Biblioteca Hugo Gutiérrez Vega de este centro universitario. Esta sala es un esfuerzo conjunto con la Red Internacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, integrada por 30 instituciones y actores sociales que desean fortalecer el respeto a los derechos humanos mediante el fomento de la investigación, formación de profesionales, la cooperación entre estas instituciones y el intercambio académico. La Sala Especializada en Derechos Humanos del CUSur da difusión y acceso a la educación y cultura de los derechos humanos, además, se está proponiendo un posgrado relacionado con los derechos humanos y una serie de líneas de generación y aplicación del conocimiento.
El 30 de noviembre, la Red Internacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario organizó el II Foro de Retos en Derechos Humanos y Derecho Internacional, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), dedicado al personal de salud de primera línea: hospitalario de emergencias, policías, entre otros, quienes han combatido la pandemia. Mediante charlas con ponentes de México y países de Iberoamérica, se abundó en las desigualdades en el respeto de las garantías individuales a escala global que ha evidenciado la pandemia del COVID-19.
El Presidente de la REDDIH, licenciado José Trinidad Padilla López, dijo que este encuentro permite generar redes de colaboración urgentes en el cambio de la normalidad tras el COVID-19, a la par de repensar las políticas y acuerdos para garantizar los derechos humanos. “No podemos superar esta etapa de la humanidad sin poner atención, con énfasis, en la salud, el medio ambiente, la educación y la desigualdad. Según la OPS, cerca de 570 mil trabajadores de la salud se han contagiado de COVID-19 y de éstos, 2 mil 500, por lo menos, han muerto; y se suman a las más de 469 mil muertes reportadas en las Américas”, explicó.
Analizan la situación del sistema de salud tras pandemia
Durante la primera ponencia del foro, el Rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), doctor Francisco Muñoz Valle, compartió que en el país se corre un riesgo para los próximos meses. “En México el sistema de salud ha sido uno de los más afectados, porque cuando era el Seguro Popular sí tenía errores, pero estaba probado aquí y en otros países; y con el ingreso de 2020 del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), poco estudiado en su estrategia, sí puede favorecer que en un tiempo cercano haya un colapso en el sistema de salud”, indicó.
Destacó los retos de que más personal de la salud esté formado con una perspectiva de derechos humanos, por lo que en el CUCS ya se imparten asignaturas con mirada social; pero reconoció la importancia de crear posgrados vinculados con derechos humanos y salud. Muñoz Valle mencionó que es urgente trabajar de la mano con las comisiones de derechos humanos y las secretarías de salud estatales y federal, pues esta pandemia no será la última, y se deben de preparar estrategias para el futuro.
Uno de los efectos de la falta de previsión de un escenario pandémico es que a la fecha, 72 por ciento de las mujeres del personal de salud ha muerto, dado que durante la reconversión hospitalaria para la atención de pacientes con COVID-19, eran las enfermeras quienes participaron activamente. “Hay mucho por hacer y dependerá de la sinergia entre los ministerios de salud de los países y las comisiones de derechos humanos”, indicó.
El Rector del CUSur, doctor Jorge Galindo García, refirió que el colapso del sistema de salud es algo indeseable. “El sistema de salud en América Latina es frágil en cuanto a infraestructura hospitalaria, y en número de profesionales de la salud contratados, y esperemos que no colapse. No podemos predecir las posibilidades que habría; todo dependerá de la conducta como personas socialmente responsables y cuidar las medidas sanitarias para contener el virus”, manifestó.
El Presidente de la Fundación de Victimología de España, doctor Emilio Garcia Mercader, se enfocó en una mirada de las víctimas de la pandemia; refirió que a escala global hay una macrovictimización, tanto de forma directa como indirecta. Explicó que muchas de las víctimas lo son por acciones u omisiones de las instancias públicas, que se deben afinar para garantizar los derechos humanos de las mismas. Recalcó que tras la pandemia se debe de poner atención en materia de salud mental. “Uno de los grandes motivos por los que mueren los españoles hoy, nos es por accidentes, violencia de género u homicidio; al año 5 mil personas se suicidan en España”, declaró. Este contexto es previsible para el resto del mundo, donde los países deberán poner especial atención a desórdenes mentales, derivados de la pandemia.
ariana@cusur.udg.mx