Año 15, número 193.

El Concurso de Nuevos Valores es una propuesta que hace el Centro Artístico Cultural “El Tercer Grupo” en la zona metropolitana de Guadalajara

Fotografía: Jaqueline García

Jaqueline García

El pasado 6 de noviembre la Compañía de Teatro del Centro Universitario del Sur obtuvo el primer lugar en el Concurso de Nuevos Valores en Guadalajara, Jalisco. Este concurso es organizado por el Centro Artístico y Cultural “El Tercer Grupo”. Los premios fueron por las categorías mejor grupo, mejor obra y mejor actor, este último premio otorgado a Joseph Meza, egresado de la carrera de psicología del CUSur e integrante de la compañía.

De acuerdo a la Dra. Rosa Arellano, directora de la Compañía de Teatro del CUSur, el Concurso de Nuevos Valores es una propuesta que hace el Centro Artístico Cultural “El Tercer Grupo” en la zona metropolitana de Guadalajara y son varias las ediciones han sido coordinadas por Moisés Orozco, uno de los pilares del teatro en Jalisco, quien inició en un grupo de teatro y formó un centro cultural independiente, cuyo objetivo es que exista competencia que propicie un crecimiento en las agrupaciones y nuevos valores.

Los criterios para participar fueron que los elencos tuvieran como máximo cinco años en el escenario. Esta fue la razón por la que pudieron participar con el montaje “Adictos Anónimos”; otro de los criterios fue que el trabajo que se presentara no fuera a un nivel amateur, sino a un nivel de calidad, además del pago de una inscripción.

La compañía de teatro del CUSur tiene más de 10 años de fundación y cuentan con montajes que han pasado los 5 años, pero también han tenido cambio en los elencos, lo que permitió que pudieran participar en este concurso.

De acuerdo a Betsaida Rodríguez, actriz integrante de la compañía, el montaje ganador “Adictos anónimos” está basado en la obra de Luis Mario Moncada, escrita en 1998 y Joseph Meza y Oswaldo Hernández también integrantes del grupo, realizaron la adaptación con las adicciones nuevas, ya que en la obra se abordan adicciones de otra época.

“Adictos Anónimos” aborda las adicciones de 6 personas, quienes hablan sobre éstas y en algún punto de la obra todas las historias se conectan.

Para cada uno de los integrantes de la Compañía de Teatro del CUSur el aprendizaje se ha manifestado de distintas maneras.

Omar Gómez cuenta que el tiempo de preparación para el concurso fue de 2 meses e integraron a dos compañeros nuevos. En su opinión, los aprendizajes que le ha dejado presentar este montaje no sólo han sido uno, sino múltiples y en distintos ámbitos. Para Brandon Cruz participar en esta obra fue un aprendizaje mutuo, tras ir conociendo los personajes de todos: “El aprendizaje no es sólo propio, sino también compartir con el de los compañeros y retroalimentar”. 

Betsaida Rodríguez comenta: “En mi caso el personaje que interpreto es una farmacodependiente y he aprendido que muchas veces las adicciones están tan ocultas en las personas que a la hora que tu lees un guión o que una persona ve la obra es como un impacto o una revelación (…) Eso te hace crecer y es muy bonito que tu como actriz lo aprendas, pero creo que es más satisfactorio cuando una persona viene, te ve y se va con un aprendizaje”. 

Por su parte, Edith Covarrubias explica ha tenido distintos aprendizajes a lo largo del tiempo en que ha actuado en “Adictos anónimos”: “yo creo que nos hemos integrado más, hemos ido construyendo nuestro personaje. Por ejemplo: no éramos los mismos con los que iniciamos el elenco, ahora con este concurso yo me quedo con que podemos llegar a más y que tenemos que intentarlo… Cada uno tenemos diferentes habilidades que hemos podido complementar”. 

Para Joseph Meza su mayor aprendizaje fue “poder soltar algunas cosas y dejar que surja un trabajo en equipo”, pues era algo que se le dificultaba. Respecto a su trabajo en la adaptación, asegura que nunca había hecho algo similar, hasta en esta ocasión. Respecto al premio a mejor actor expresa que todos de alguna forma buscan mejorar cada vez en lo que hacen y que tal vez no imaginó ganar, pero era algo a lo que aspiraba. Confiesa que al enterarse de haber ganado este concurso no tomó el premio solo, pues considera fue gracias al trabajo en equipo y algo que le gusta mucho de este montaje es que se abordan desde las adicciones fuertes, hasta las más comunes, con las que cualquier persona puede llegar a identificarse.

Mientras que Dayana Aguayo, quien en la obra interpreta a una fanática religiosa, confiesa que para ella fue un reto, porque consideró fue poco el tiempo de preparación. “El haber ganado este concurso me llena y me hace ver y creer en las capacidades que tienen cada uno de los integrantes, porque es un trabajo en conjunto y se logró gracias a que todos dieron lo máximo”.

Por su parte, la Dra. Rosa Arellano asegura que ganar este concurso fue una gran satisfacción porque para ella uno de los mayores aprendizajes con este montaje es confiar al 100% en los integrantes. Habla además de la importancia de invitar a la reflexión mediante el teatro y contribuir al proceso del desarrollo humano de todos los que integran los montajes. Expresa que al ver la convocatoria del concurso aseguró que sus alumnos estaban al nivel para participar, debido a que cuentan con madurez en lo teatral, pero también en lo personal. Considera que la emoción y la satisfacción van acompañadas del trabajo colectivo y algo que disfrutó en este montaje fue hacer lo que le gusta y fungir en dirección y en los trazos, además de la coordinación, pero con la tranquilidad de que cada quien cumple con su función, lo que considera un gran avance en el grupo. 

Alonso Sánchez menciona que es la primera vez que participa de manera formal en un montaje. Explica que su función es poner los sonidos incidentales y la ambientación. Para él es un reto profesional porque trabaja y descubre sus capacidades. “Es muy satisfactorio el haber obtenido el primer lugar en el concurso”, destaca que tuvo poco tiempo para adecuarse a la obra y realizar el trabajo que hacían dos personas anteriormente. 

El Dr. Jorge Martínez, cuenta que existe un gran equipo detrás de cada montaje, un equipo equitativo donde todos tienen importancia, tanto quienes actúan como quienes se encuentran en el trabajo técnico. “Un montaje no sólo consiste en pararse y actuar, sino que lleva mucho tiempo de preparación desde el diseño de la escenografía, trazos, dirección, vestuario”.

Finalmente, Diego Ramos menciona que es una experiencia bonita por la convivencia con los compañeros, pues siempre se aprende de todos y hay muchas cosas con las que se identifica, pero más que nada destaca el sentimiento de crecimiento que ha llegado a tener con sus compañeros.

La compañía de teatro del CUSur surge el 13 de junio de 2011 a partir de un taller de teatro impartido a ocho estudiantes de la licenciatura en periodismo, con la finalidad de ofrecer un programa permanente de formación integral a la comunidad universitaria del CUSur y su vinculación con la sociedad, a través del arte teatral como método pedagógico de transformación social. Cuenta con cuatro líneas de trabajo: Teatro por el teatro, Identidad y Patrimonio Cultural, Investigación-creación-colectiva e Intervención social y comunitaria; a partir de esta última línea se le otorgó en 2017 la Presea al Servicio Social “Irene Robledo García”

Actualmente la compañía de teatro está conformada por periodistas y psicólogos, quienes también fungen con las tareas de adaptación, fotografía, video, diseño del logotipo, imprenta y difusión. 

livier.lopez@cusur.udg.mx