Año 15, número 195.

Estas líneas, más que una mera publicación, son un llamado a abrir los ojos, para tomar un tiempo de reflexión sobre lo que está pasando el mundo, cómo evitar seguir afectando el ambiente, en qué punto buscar opciones más ecológicas, reducir el consumo de agua y aumentar su aprovechamiento.

Juan Emiliano Arellano Díaz

Mi pueblo, justo en el centro de la zona laguna, vivió durante el verano de este año una de las sequías más extremas que se tengan registro. Colonias enteras se quedaron sin suministro. El río que era conocido por cargar agua como para que hubieran peces, ahora resultaba parecido al riachuelo que se forma al vaciar una bañera, con fauna casi inexistente.

Recuerdo bien esa sensación de sentirse sofocado y decir: “a ver si hoy si sale agua”, la cual llegó al día siguiente. Es curioso cómo a veces damos por sentado cosas tan vitales y no las valoramos hasta que tener acceso se vuelve difícil, como regar la calle para que no levante el polvo el tráfico que pasa, usar la manguera para que el coche esté reluciente y sin polvo en la cochera, dejar correr diez minutos la regadera para que salga el agua caliente.

Hoy es diferente, el temporal tardío combinado con huracanes cada semana logró recuperar las presas, las mismas que en julio estaban próximas a desaparecer por la falta de lluvias hoy están casi al desborde de todo lo que lograron acumular. Sin duda es una dicha, pero ¿Cuánto durará esto?

Los vecinos parecen haber olvidado lo ocurrido, ya nadie menciona la desesperación de no tener agua en el grifo, la injusticia de ver colonias que tenían agua todo el tiempo. Sin duda la memoria es corta cuando ya ha pasado la dificultad.

Lo más increíble de todo esto es la falta de previsión o planes de acción en caso de volver a vivir la misma historia, estando en plena temporada invernal los anuncios de cómo cuidar el agua, voluntariados para apoyar en estas acciones, remodelaciones de alcantarillado y red de suministro brillan por su ausencia, pero ¿Qué necesidad de aguarle las fiestas a la población? Al llegar el momento de crisis se actuará.

Estas líneas más que una mera publicación son un llamado a abrir los ojos, para tomar un tiempo de reflexión sobre lo que está pasando el mundo, cómo evitar seguir afectando el ambiente, en qué punto buscar opciones más ecológicas, reducir el consumo de agua y aumentar su aprovechamiento.

Si bien, estas son épocas de fiesta, también lo pueden ser de tomar conciencia. Lo siento por quien esperaba aquí una lectura graciosa o con datos curiosos para la cena familiar, pero buscar que el mundo sobreviva y mantener el agua al alcance de toda la población es una misión de todos.

Si quieres dar algo esta navidad ¿por qué no dar una oportunidad al planeta y a la humanidad? Crea grupos de voluntarios para limpiar cuerpos de agua, recolecta basura, junta firmas para que el gobierno realice cambios en la red de tuberías, concientiza desde casa como no desperdiciar agua, maximiza su aprovechamiento, comparte esto con los vecinos, amigos, familia, crea una comunidad en pro de la preservación del vital líquido.

El cambio lo haremos juntos o no se hará.

juan.arellano3731@alumnos.udg.mx