Año 18, número 272.

Conseguir un trabajo de medio tiempo puede ser un desafío, pero para «Alfredo«, quien prefirió mantener el anonimato, su ingreso al mundo laboral se dio de manera ágil y sencilla.
«Todo esto se remonta al año 2021. Yo quería conseguir un trabajo específicamente para las vacaciones decembrinas», nos cuenta. Fue entonces cuando le preguntó a su hermana si conocía a alguien que pudiera ayudarle a encontrar una oportunidad laboral.
«Ella me había dicho que conocía a una persona que trabajaba en el cine, así que le pregunté si todavía tenía su contacto y me dijo que sí», gracias a este vínculo, logró averiguar que estaban contratando y acudió a la sucursal a entregar su solicitud. «Eso fue un lunes, y la gerente me dijo que si entregaba todos los datos, el viernes, ya estaría trabajando. Dicho y hecho, el viernes en la tarde ya estaba chambeando», recuerda con satisfacción sobre la rapidez del proceso.
Trabajar en un cine puede parecer una labor sencilla, pero la realidad es distinta. «Creo que lo que más me llamó la atención cuando entré fue conocer todas las áreas que involucran el cine: la taquilla, la dulcería, el café… Es como descubrir un mundo nuevo y ver cómo funciona todo», comenta.
El flujo de trabajo en el cine varía dependiendo de la temporada. «Normalmente los turnos son tranquilos, a menos que sea temporada alta, como en las vacaciones. Por ejemplo, cuando estrenaron Intensamente se nos llenó macizo; la fila de dulcería no bajaba. Yo estoy en el área de salas, que es limpieza, y no parábamos. De una sala a otra, cargábamos charolas, limpiábamos lentes 3D, revisábamos la barra de condimentos…», describe sobre el ritmo acelerado que puede presentarse en algunos días.
A pesar de la carga laboral, Alfredo ha logrado encontrar un equilibrio entre su trabajo y sus estudios. «Una de las ventajas de trabajar en el cine es que los horarios son flexibles. Tú mandas tu horario de la escuela y en base a eso te ponen tu turno. Si me toca trabajar y estudiar en el mismo día, en la mañana hago mis tareas con anticipación para que no se me junten. Normalmente lo hago temprano en fin de semana», explica sobre su estrategia para organizarse.
Como en cualquier empleo, hay aspectos positivos y negativos. «Lo mejor es el ambiente y las amistades que se van haciendo en el trabajo. Frecuentas a las mismas personas y te das cuenta de que tienen cosas en común», cuenta con alegría. Sin embargo, también hay momentos de estrés. «La carga de trabajo en días con mucha gente puede ser abrumadora, pero trato de no enfocarme en eso. Al final, es temporal y sé que se va a calmar, así que no le doy tanta importancia», dice con una actitud resiliente.
El compañerismo y la comunicación entre los empleados juegan un papel fundamental. «Todas las áreas están conectadas, así que si una falla, todo el ciclo se estropea. En lo personal, me siento cómodo, las horas de trabajo están bien y contamos con lo necesario para desempeñar nuestras labores», señala.
Sobre la remuneración, Alfredo tiene una postura realista. «No es una gran cantidad, pero para mí es suficiente. Me permite comprar lo que necesito para la escuela, así que está bien», opina. Además del sueldo, destaca un beneficio especial: «Uno de los puntos a favor es que nos dan pases para ver películas. Para alguien como yo, que disfruta mucho el cine, es una gran ventaja poder ver los estrenos en cartelera».
Más allá del trabajo en sí, Alfredo ha encontrado en esta experiencia un espacio de crecimiento personal. «Me ha ayudado en mi manera de relacionarme con los demás. Antes era tímido, pero este empleo me ha obligado a estar en constante interacción con personas», confiesa.
Para quienes buscan un trabajo de medio tiempo, Alfredo lo recomienda ampliamente. «Es una buena opción, sobre todo si eres estudiante, porque los horarios son bastante flexibles. Aunque he escuchado de compañeros que en otras empresas son demasiado estrictos con eso», afirma.
Finalmente, invita a la gente a valorar este tipo de empleos. «Trabajar en un cine es una experiencia que sí recomendaría. A veces la gente menosprecia el trabajo de los empleados, diciendo ‘solo es un muchachito’, pero es un trabajo honrado que debe ser respetado y valorado», concluye.
La historia de Alfredo muestra que un empleo en el cine puede ser más que un simple trabajo temporal: es una oportunidad para aprender, conocer nuevas personas y desarrollar habilidades que trascienden más allá del ámbito laboral.
Roberto Santos
roberto.solis2496@alumnos.udg.mx