Año 18, número 263.

Imagen:Zeman,K.(1955) Cesta do pravyeku, 1955

¿Alguna vez han salido al parque más cercano de su casa para apreciar lo linda que es la naturaleza? El mero hecho para contemplar parajes increíbles que ya no volveremos a ver. Este caso se presenta en una película de la década de los cincuentas que antes de la llegada de Michael Crichton y su Parque Jurásico, junto a la adaptación al cine por parte de Steven Spielberg, o antes de los documentales como Walking With Dinosaurs. El filme Checo Cesta Do Pravéku, ganó el corazón de los niños durante esos tiempos pero, a diferencia de otras obras, se ha quedado en una posición de nicho.

¿Qué nos puede ofrecer esta película? Para responder la pregunta, debemos de hacer una pequeña retrospectiva al cine del siglo XX. Si bien en la mayoría de películas donde aparecen criaturas prehistóricas se les representa con un aura de imponencia y poder, no dejaban de caracterizarlos como bestias sedientas de sangre. Este es uno de los tropos que Cesta do Pravéku evita, y prueba de ello son las diferentes escenas en que los protagonistas encuentran a distintos animales. No rugen; no destruyen cosas; cada animal se comporta como tal y se les trata con respeto.

Así pues, ningún protagonista hará algo superheroico en contra de su entorno como lo puede ser luchar o capturar, sino lo contrario. Examinan y estudian todo lo que se encuentran para luego continuar con su trayecto. Lo único con lo que cuentan en este viaje son la inteligencia, que desenvuelve las pocas maneras para ahuyentar a los animales que sí son hostiles en caso de un contacto directo.

Ya hablamos de animales, ¿cómo los encargados de la película pudieron traer a semejantes seres prehistóricos? El CGI todavía no se desarrollaría hasta finales de los ochenta y, por obvias razones, no se podrían traer estos animales a la realidad. La respuesta es simple: el stop motion, una de las técnicas audiovisuales más usadas tanto en películas live action como en proyectos animados. Este método consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas, una técnica vista en el cine con múltiples obras como Terminator, Robocop, King Kong, Star Wars, La bestia de los tiempos remotos o la genial Jason y los argonautas.

Quizá piensen que esta técnica pueda estar obsoleta, pero todo lo contrario. Los encargados de los efectos especiales crearon un trabajo espectacular. Cada animal que aparece mediante el stop motion lo hace con una naturalidad tan increíble que olvidas por completo que estas mirando una película antigua. Hicieron una obra tan magnífica que el tiempo le ha dado el beneficio de envejecer como el vino. No solo los animales lucen sorprendentes; sino que, sus diseños fueron los más apegados con base al rigor científico de aquella época, lo que les proporciona características muy realistas a las figuras. Además, también se utilizaron marionetas increíblemente trabajadas que consiguen un movimiento natural y realista.

Sin embargo, todavía no me he detenido en el tema principal, lo cual es sorprendente mirar en nuestra época: el observar y concientizar al público sobre la importancia de la naturaleza. Como lo mencioné con anterioridad, los protagonistas no toman acciones directas en contra de los animales que llegan a avistar, pues este filme tiene un propósito más educativo que de mero entretenimiento. Por contar con ese tono, el argumento es quizás uno de los elementos más pobres a considerar, debido a que los conflictos entre los personajes no duran mucho y se resuelven con facilidad. Pese a ello, este aspecto se le puede perdonar ya que, si vemos a esta obra como un documental, su exactitud científica destaca acorde a los conocimientos de ese año.

Parque Jurásico, tanto novela como película, se le podrá reconocer su impacto en la cultura popular actual, mientras que documentales como Walking With Dinosaurs habrán puesto las pautas de cómo hacer un producto educativo dentro de su contexto. Con esto en cuenta, es innegable que Cesta do Praveku cuenta con sus propias fortalezas y, desafortunadamente no es tan reconocida como las obras antes mencionadas. Es una pena, porque es una película increíble y que ha sido un goce para mí haberla visto, porque es quizás una de las mejores obras de vida prehistórica con las que cuenta el cine del siglo XX.

Omar Gabriel López Delgado
Omar.lopez3185@alumnos.udg.mx