Año 17, número 257.

Un zumbido de moscas anestesia la aldea.

El sol unta con fósforo el frente de las casas, 

y en el cauce reseco de las calles que sueñan 

deambula un blanco espectro vestido de caballo. 

Penden de los balcones racimos de glicinas 

que agravan el aliento sepulcral de los patios 

al insinuar la duda de que acaso estén muertos 

los hombres y los niños que duermen en el suelo. 

La bondad soñolienta que trasudan las cosas 

se expresa en las pupilas de un burro que trabaja 

y en las ubres de madre de las cabras que pasan 

con un son de cencerros que, al diluirse en la tarde, 

no se sabe si aún suena o ya es sólo un recuerdo 

¡Es tan real el paisaje que parece fingido! 

Oliverio Girondo

Octavio José Oliverio Girondo, conocido como Oliverio Girondo nació el 17 de agosto de 1891 en Buenos Aires, en el seno de una familia acomodada, lo que les permitió enviar al joven Oliverio a estudiar en Europa: en el colegio Epsom de Londres y en la Escuela «Albert le Grand» de Arcueil, cerca de París. Regresó a Buenos Aires y comenzó la carrera de Derecho, aunque en vacaciones siguió volviendo a Europa, lo que le permitió introducirse en los diversos círculos de las nuevas corrientes estéticas. Empezó en esa época sus colaboraciones con diferentes revistas porteñas: Plus Ultra y la Imagen conocida Caras y caretas. En Madrid, Gómez de la Serna lo recibió en la tertulia de Pombo. Publicó su primer libro Veinte poemas para ser leídos en el tranvía, en una pequeña población francesa en 1922. El año siguiente o dedicó a recorrer España y a gestar el que sería su segundo libro de poemas, Calcomanías, publicado en 1925.

De regreso en Buenos Aires, fundó en 1924, junto a Evar Méndez y algunos otros escritores y artistas, el periódico Martín Fierro.

Siguió pubicando poesía en los años siguientes.

En 1943 se casó con Norah Lange, tras una larga relación, en su casa de Suipacha se reunían: Edgar Bayley, Carlos Latorre, J. Llinás, Francisco Madariaga, Enrique Molina, Olga Orozco, Aldo Pellegrini, Mario Trejo o Alberto Vanasco.

Aldo Pellegrini presentó en 1953 en el número 2 de la revista Letra y línea los primeros poemas que en 1956 compondrán la edición definitiva de En la masmédula.

Sufrió un accidente en 1961 que lo dejó disminuido durante los últimos años de su vida. Murió en Buenos Aires el 24 de enero de 1967.


BIBLIOGRAFÍA

Veinte poemas para ser leídos en el tranvía (1922)
Calcomanías (1925)
Espantapájaros (1932)
Interlunio (1937)
Persuasión de los días (1942)
Campo nuestro (1946)
En la masmédula (1953)

Referecia: https://www.escritores.org/biografias/363-oliverio-girondo