Año 17, Número 245.
Realizar estancias en el extranjero es una hazaña compleja, y más viniendo de un país donde los incentivos económicos y las becas para estudiar fuera son escasas
Leonardo Mora
Mi nombre es Leonardo Mora, estudio el cuarto semestre de la carrera de Médico Cirujano y Partero en el Centro Universitario del Sur (CUSur) y fui participante del Verano de Investigación ENLACE de la Universidad de California en San Diego (UCSD) del 25 de junio al 11 de agosto del 2023.
Realizar estancias en el extranjero es una hazaña compleja, y más viniendo de un país donde los incentivos económicos y las becas para estudiar fuera son escasas y donde la mayoría de las veces los estudiantes que asisten a este tipo de programas provienen exclusivamente de entornos privilegiados, por lo cual haber obtenido el financiamiento para ir a San Diego fue una oportunidad extremadamente valiosa.
Al ser admitidos se nos fue asignado un proyecto en el cual trabajar, fue en la noche del 14 de mayo cuando supe que estaría en el Laboratorio de Bioimagenología Óptica y Espectroscopia. Me emocioné mucho al ver que el campo de estudio estaba relacionado con mis áreas de interés, que son las enfermedades neurodegenerativas. No tardé en contactar a mis próximos mentores y a la jefa del laboratorio, la Dra. Lingyan Shi; todos me dieron una bienvenida muy agradable y estaban totalmente abiertos a responder preguntas sobre su trabajo antes de mi llegada a la universidad.
Cuando llegué a San Diego y pude hablar con la doctora Shi, me sorprendió la magnitud que esta oportunidad tendría para mí, ella nos recibió a mí y a mi compañera de laboratorio con una extraordinaria charla sobre cómo la tecnología de imagen que estaban desarrollando tiene la posibilidad de impactar la práctica médica permitiendo diagnósticos más precisos y tempranos, además de una mejor comprensión de las bases metabólicas de muchas enfermedades. Luego mencionó que, dado el trabajo interdisciplinario necesario para resolver preguntas biológicas, había profesionales de diferentes áreas en el laboratorio con los que podríamos trabajar para aprovechar al máximo nuestro tiempo en UCSD, lo que me entusiasmó mucho. Todos los miembros del laboratorio resultaron ser muy amables y dispuestos a enseñarte si mostrabas interés, lo que me permitió colaborar en varios proyectos.
Mi trabajo en el laboratorio fue principalmente sobre medicamentos antienvejecimiento en el modelo de mosca de fruta y cómo alterar la dieta de estos organismos podría tener un impacto positivo en su pronóstico de vida y en las enfermedades relacionadas con la vejez, desde enfermedades metabólicas como la diabetes mellitus hasta enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Al final del programa se realizó un simposio donde pudimos presentar el póster titulado “Visualización de la dinámica metabólica de los lípidos en el cerebro de Drosophila durante el envejecimiento mediante microscopía SRS bioortogonal”.
Como futuro médico, este verano me hizo ver la relevancia que tienen los estudios preclínicos realizados en modelos experimentales para futuros avances médicos en pacientes del día a día, y sé que todos los aprendizajes que tuve me ayudarán a involucrarme en más actividades de investigación en el CUSur y en otros lugares que el futuro me depare, ya que cada día estoy más convencido de combinar la práctica clínica con el quehacer científico durante mi carrera.
Durante la estancia hubo muchas actividades adicionales, algunas de ellas fueron las sesiones de preparación de posgrado, donde nos guiaron en el proceso paso a paso para postularse a un posgrado en Estados Unidos, e independientemente de querer aplicar o no a un doctorado, encontré estas sesiones útiles para aplicar a otros programas académicos y becas. Una de las mejores conferencias para mí fue la que dio la Embajada de Tijuana sobre visas de estudiante, donde nos dieron a conocer las diferencias sobre los tipos de visas, los requisitos y limitaciones de cada una de ellas, los cónsules incluso se abrieron para preguntas específicas sobre el proceso.
Otras de las actividades eran los viajes de fines de semana, donde pude conocer varios lugares icónicos de San Diego y aprovechar para relajarme después de las largas semanas de trabajo.
Siempre digo que lo mejor de participar en eventos internacionales es la gente que puedes conocer, además del intercambio cultural y conocer un poco más de este mundo gigantesco y diverso en el que todos vivimos. Cuando fui al Torneo de Química en Ucrania hace cuatro años, aprendí que los lenguajes universales de la humanidad eran la ciencia y la risa, ya que puedes relacionarte con personas de entornos totalmente distintos en el ámbito académico y lograr una convivencia muy amena compartiendo momentos inolvidables. Tener a personas con los mismos sueños y ambiciones que tú, con los que podías hablar sobre tu progreso en el día a día es indudablemente la mejor parte, ahora puedo decir con orgullo que puedo llamar amigos a esos increíbles futuros científicos con los que compartí anécdotas, risas, situaciones de estrés e innumerables experiencias durante esas 7 semanas.
Estoy seguro de que otros estudiantes pueden tener estas mismas oportunidades, por lo que aquí agradezco nuevamente a la Coordinación de Internacionalización y al CUSur por su apoyo para realizar la estancia, y espero se promuevan más este tipo de programas y se faciliten los apoyos pertinentes para que más alumnos puedan tener estas experiencias, tal vez en una próxima edición de ENLACE o en cualquier otro programa, por mi parte siempre estaré dispuesto a instruir a los que demuestren interés por acercarse a la ciencia y espero que las instituciones también tomen su parte para potenciar el desarrollo de su comunidad estudiantil.
Para finalizar quiero agradecer a mis antiguos roomies Brandon, Santiago, Gerardo y Eduardo, a Alexa la mejor compañera de laboratorio que pude tener, a mis mentores, en especial Yu Ping que desde el primer día confió en nosotros y nos enseñó su trabajo, a Zhi Li que siempre nos contagiaba su energía y entusiasmo, a la doctora Shi que nos abrió las puertas del laboratorio y la doctora Olivia Graeve que en su misión de vida de romper las barreras entre México y Estados Unidos usando la ciencia ha impactado a tantos estudiantes mexicanos.