Año 17, Número 242.

Imagen: México Desconocido

Dariana Pérez

Las religiones y las creencias han sido siempre partes fundamentales dentro la historia de la humanidad, pues parte de la realidad de los seres humanos se basa en la creencia de una deidad, para así poder sustentar su existencia a través de la misma. Estas creencias tienen antecedentes desde hace bastante tiempo, se pueden encontrar en las diversas civilizaciones antiguas que habitaban en todo el continente americano, como también se encuentra en el continente europeo.

En México-Tenochtitlán se encontraba el pueblo Azteca, conocido como el imperio máximo y más importante en el antiguo territorio mexicano, ellos tenían muy presentes a los diversos dioses que adoraban rindiendo tributos y sacrificios. Es por esto que se les denominaba como un pueblo politeísta, es decir, que basaban sus creencias en varios seres divinos o dioses. Por otra parte, en España, se encontraba toda una civilización regida por la religión católica, la iglesia católica gobernaba en todos los ámbitos de un reino, se incluía en la toma de decisiones, castigos, enseñanzas y formas de vida. La religión se convirtió en una cultura, tenía influencia en los comportamientos tanto éticos como morales, y no terminaba sólo ahí, también hacía presencia en los textos, profecías y elementos espirituales. 

Entre las dos partes existían diferentes formas de consignar una creencia, es por esto que, cuando los españoles llegaron a las tierras americanas, presenciaron los sacrificios sádicos que los autóctonos practicaban para sus dioses, para ellos estos tributos eran totalmente rechazados y muy mal vistos por la influencia de su religión.

Durante la conquista del imperio Azteca, los españoles, a través de la evangelización, lograron sustituir y/o eliminar la creencia de la mayor parte de los dioses aztecas, como fue el caso de la Diosa Tonantzin, conocida como la madre de los dioses o por su significado en náhuatl “nuestra madre”. Fue sustituida por lo que hoy se conoce como la Virgen de Guadalupe, pero que al mismo tiempo, se crea una confusión, ya que se piensa que Tonantzin y la Virgen de Guadalupe comparten el mismo origen, lo cual no es así, pues la Virgen de Guadalupe se crea con la llegada de los españoles como estrategia para lograr una completa evangelización.

Manuel Payno en su novela Los Bandidos de Río Frío, menciona este suceso en el capítulo IV “La Diosa Azteca y la Virgen de Guadalupe”, en el cual explica el desplazamiento de la diosa para convertirse en la Virgen de Guadalupe, y los autóctonos logren adoptar esta nueva deidad para hacerla parte de su nueva cultura como de sus tradiciones, el cual se analizará a más profundidad a lo largo de este escrito.

Bien, después de contextualizar a grandes rasgos, se tomarán principalmente a estas dos divinidades para el estudio, en primer lugar, está la Diosa Tonatzin, conocida en la cultura Azteca como la madre de los dioses, o su significado en náhuatl “nuestra madre”, la cual estaba ubicada en lo que se conoce como el cerrito del Tepeyac. Los aztecas le hacían su tributo cada año, dentro del tributo se encontraban las danzas, y los sacrificios, cuenta la leyenda que tenían que ser cien bebés entre un rango específico de edad, pues para ellos la diosa era la representación de la fertilidad, y si no se cumplían estos tributos, la diosa podría maldecirlos con lluvias devastadoras.

En segundo lugar, se encuentra la Virgen de Guadalupe, símbolo importante desde hace ya siglos atrás, pues ha sido usada en estandartes importantes para representar al pueblo mexicano, como lo fue en la independencia de México (1810-1821). Es considerada la representación de un mexicano, gracias a su apariencia física ya que es muy similar. El día 12 de diciembre se le atribuye al santo, en la que miles de peregrinos la celebran y se encomiendan en ella, ya con petición de milagros y/o súplicas. Al igual que la Diosa Tonantzin, que se le conoce como la madre de los mexicanos, y está ubicada en el mismo cerrito del Tepeyac.

Dentro del capítulo IV “La Diosa Azteca y la Virgen de Guadalupe”, Payno toma estas dos divinidades para representar cómo los autóctonos ven a la Virgen de Guadalupe, y al mismo tiempo, cuenta cómo la diosa fue desplazada entre los mismos. Narra que se encontraban Matiana y Jipila, dos herbolarias que son llamadas para aliviar el embarazo de doña Pascuala, tras todos sus intentos fallidos, Matiana le dice a doña Pascuala que la única solución que encuentra es hablar con la Virgen de Guadalupe, pues sólo ella podría hacer el milagro. Decide ir hasta el cerrito del Tepeyac, donde anteriormente se encontraba la Diosa Tonantzin, llega y empieza repetir las mismas palabras, una y otra vez, llorando, suplicando, a lo mejor sin saber muy bien lo que hacía, pero pensaba que podría funcionar, duró dos días en aquel cerrito, después de eso, se retiró, llegó de nuevo con doña Pascuala, a la cual le dijo que la virgen le pedía un sacrificio para poder aliviarse.

En esta primera parte, se puede notar un fragmento bastante representativo, el cual aún sigue siendo fracción de la cultura actualmente, al igual que Matiana, en varias ocasiones las personas suelen encomendar sus problemas, ya sean tanto de salud, personales, económicos, hacía la Virgen de Guadalupe, como ella lo hizo, a pesar de que en la lectura, se da a entender que no entiende mucho sobre eso, pues las oraciones que hace, suelen ser sólo pequeños fragmentos, los cuales repite uno detrás de otro entre sollozos, actualmente este tipo de rezos ya son mucho más elaborados.

Al final del fragmento, Matiana llega con la noticia de que la virgen le hace un requerimiento, el cual tiene que ser un sacrificio, se puede entender esta parte como la confusión que se tiene entre ambas divinidades, pues a la diosa se le ofrecían estos sacrificios, pero a la virgen de Guadalupe no, para ella eran sólo las flores más hermosas, este suceso influyó en los autóctonos creyeran que esta diosa había trascendido a la Virgen de Guadalupe.

Continuando con el capítulo, Payno abre un pequeño espacio para hablar sobre la historia de cómo la Diosa fue sustituida por la Virgen de Guadalupe, cuenta que cuando los españoles lograron la conquista de las tierra aztecas, decidieron que tenía que desaparecer la Diosa Tonantzin, por lo que años después lograron hacerlo, a lo que los creyentes de esta diosa preocupados por el suceso, se encomendaron a los demás dioses, sin lograr respuesta alguna, y por azares del destino, en el mismo cerrito apareció una hermosa doncella, la cual vestía el traje de las nobles indias, que prometió a los naturales su protección, y en vez de sangre pedía flores.

En esta parte de la historia se dar a entender que en algún punto la Virgen de Guadalupe se crea como una estrategia para lograr una completa evangelización del pueblo, pero más que eso, quitar la parte sádica que los autóctonos practicaban. Esto crea una confusión, pues cuando desaparece el monumento de la diosa, la Virgen de Guadalupe llega como una representación de ellos mismos, ya que ella posee el mismo color de piel y su vestimenta, cosa que no pasaba con los santos que los españoles veneraban, pues eran totalmente diferentes.

En conclusión, los autóctonos crean una relación bastante cercana hacía ella, pues como anteriormente se mencionó, la Virgen de Guadalupe logró convertirse en su máxima representación, y ya no realizaban para ella rituales como a sus antiguos dioses, pues la moral y ética venía desde la religión que los españoles practicaban.

Asimismo, los naturales lograron crear festejos especiales solamente para ella, lo que se conoce hoy en día, pues el 12 de diciembre es una día en donde todo el país se mueve para rendirle tributo; se pueden ver las peregrinaciones, danzas, las ofrendas, que la mayor parte de ellas son las flores. Aún así, es común escuchar o decir que la Virgen de Guadalupe es Tonantzin en náhuatl, y que son nuestras madres. Eso último es cierto, comparten esa misma visión, a pesar de que en muchos casos se desconoce quien es Tonantzin, pues por desgracia, las leyendas antiguas son muy poco leídas, se conoce poco de la cultura Azteca.

Para finalizar, la importancia de acercarse hacía este tipo de literatura es sumamente necesaria, pues con ella se logra entender de dónde provienen todas las costumbres de los pueblos originarios, y de igual manera logra prevalecer la cultura de nuestros antecesores.

dariana.sandoval3601@alumnos.udg.mx