Año 14, número 187.
De acuerdo a datos brindados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de analfabetismo en la población mexicana ha disminuido en los últimos diez años, pasando de un 6.9% a un 4.7% de personas que no saben leer y escribir.
Jaqueline García
En 1967 la UNESCO declaró el 8 de septiembre como el Día Internacional de la Alfabetización, una fecha para sensibilizar sobre la enseñanza de la lectura y la escritura en todo el mundo, con el fin de lograr una vida digna para todos los individuos. De acuerdo a datos brindados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de analfabetismo en la población mexicana ha disminuido en los últimos diez años, pasando de un 6.9% a un 4.7% de personas que no saben leer y escribir. Pero aún queda mucho por hacer, ya que en la actualidad, un gran número de personas mayores de 60 años aún no cuentan con estos conocimientos básicos.
Para Mayda Alejandra Mendoza Vargas, licenciada en Educación por la Universidad de Guadalajara y maestra en Educación con Intervención en la Práctica educativa, la alfabetización influye positivamente y en gran medida en la población, pues considera que al obtener el aprendizaje se observa el mundo de una manera diferente y con distintas perspectivas, surgen nuevas oportunidades de superación y se plantean nuevos proyectos en la vida que benefician al desarrollo personal y social de cada persona.
Durante los años que Mendoza Vargas ha ejercido como profesora de educación primaria, ha notado diversos cambios en los procesos de alfabetización, pues explica que se han diseñado y elaborado nuevos métodos de enseñanza para la iniciación de lectura y escritura mediante estudios cognitivos. Considera que han sido grandes avances los que se han realizado, ya que tiempo atrás existían otros métodos que al ser estudiados han demostrado no ser funcionales en el proceso de enseñanza.
Los métodos de alfabetización que la maestra ha implementado y le han resultado funcionales son el Método Silábico, Ecléctico, Pale y el Método Sayula, este último propuesto por las Autoridades Superiores Inmediatas, sin embargo, confiesa que aunque los métodos resultan útiles, no se obtuvieron los resultados esperados, debido a las circunstancias que se dieron en el ciclo escolar anterior con actividades a distancia.
De acuerdo a la profesora, las dificultades más comunes que han presentado sus alumnos en el aprendizaje de la lectura y escritura han sido los problemas de lenguaje, lo cual afecta en el desempeño de los estudiantes, por lo que considera importante atender estos problemas en el momento en que se detectan y tratarlos mediante ejercicios bucofaciales y bucolinguales. “Cuando se presenta un caso de este tipo se pide apoyo a las maestras de lenguaje con estrategias y actividades para su mejora, en donde también se encuentran involucrados los padres de familia”. Durante su experiencia como profesora se ha percatado de que en cada individuo el proceso de aprendizaje, desarrollo individual y madurez cognitiva es diferente.
Por otra parte, para la licenciada en Educación, el uso de las tecnologías en el proceso de aprendizaje tiene dos perspectivas: una benéfica y otra perjudicial, puesto que benefician si son usadas con el propósito de enseñar, ya que en su experiencia los materiales audiovisuales le han permitido apoyar a los niños cuyo aprendizaje es visual o auditivo. Mientras que, por el contrario, perjudican si se le brinda un aparato electrónico a un niño sin supervisión y por mucho tiempo. Personalmente el uso de la tecnología le ha beneficiado y considera que el material audiovisual llama la atención de los niños.
La llegada de la pandemia afectó a todos y el proceso de la enseñanza y aprendizaje no fue la excepción. En palabras de la profesora el confinamiento afectó el desempeño de todos, pues el trabajo a distancia no sólo fue arduo para los docentes, sino también para niños y padres de familia. Asegura que la falta de convivencia, socialización, juego y la parte recreativa es necesaria en el desarrollo de los infantes. «La llegada de la pandemia fue un reto, pero, aunque los resultados no fueron los esperados se logró un trabajo colectivo pese a las circunstancias».
La alfabetización es un aprendizaje indispensable no sólo para los niños, sino para los adultos, pues esto brindará una mejor calidad de vida y un panorama mayor, y aunque las tasas han ido en descenso, el trabajo por lograr una sociedad con conocimiento en lectoescritura permanece.
livier.lopez@cusur.udg.mx