Año 14, número 185.

Esmeralda Zamora Fuentes, licenciada en enfermería con especialidad en Salud Pública y docente del CUSur, se refiere a la lactancia materna como el proceso fisiológico de nutrir a un bebé para su óptimo desarrollo

Ilustración: Tatiana Smirnova

Nadia Cea

Jaqueline García

Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia, una fecha destinada a promover este proceso alimenticio que garantiza una buena salud y calidad de vida en los infantes del mundo. Fue en 1992 cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) proclamaron oficialmente esta fecha. De acuerdo con la UNICEF, la lactancia materna exclusiva hasta la edad de seis meses puede evitar anualmente la muerte de 1.3 millones de niños y niñas menores de cinco años, por lo tanto, resulta de gran importancia implementar estrategias que promuevan esta práctica.

Esmeralda Zamora Fuentes, licenciada en enfermería con especialidad en salud pública y docente del CUSur, se refiere a la lactancia materna como el proceso fisiológico de nutrir a un bebé para su óptimo desarrollo, que no sólo consiste en el aporte nutricional, sino también en alimentar el vínculo afectivo entre la madre y el bebé.

Zamora Fuentes explica que la leche materna es un fluido vivo que se va modificando de acuerdo con las necesidades del bebé y que la lactancia es el punto clave de la vida de éste, pues un bebé que ha sido lactado por 12 meses tiene más probabilidad de tener una adultez sana y menor probabilidad de padecer obesidad, diabetes, hipertensión o cáncer. Durante la infancia, la lactancia protege al bebé de enfermedades como otitis media, infecciones gastrointestinales, respiratorias y muerte súbita de lactante, entre otras.

La docente del CUSur señala que un bebé que está siendo lactado de manera adecuada está aumentando de peso paulatinamente y ensuciando por lo menos siete pañales al día; con esto podemos darnos cuenta de que el funcionamiento de los riñones es bueno. Mientras que una señal de que el bebé no se está lactando de manera adecuada es que tenga la fontanela hundida, pues esto es una señal de deshidratación y en este caso se deberá buscar asistencia médica.

En cuando a la cantidad de leche materna que debe darse al bebé, Zamora Fuentes explica que con la lactancia materna no existen horarios ni cantidad exacta, deberá ser a libre demanda, es decir, cada que el bebé lo desee. La OMS, la UNICEF y las normas oficiales mexicanas establecen que hasta los 6 meses de edad la lactancia materna debe ser exclusiva y hasta los 2 años o más con alimentación complementaria.

Sobre los beneficios que tiene un bebé lactado, la especialista asegura que, además de la protección ante diversas enfermedades, un bebé que se alimenta de leche materna tendrá un coeficiente intelectual mayor al de los bebés que no son lactados. Si todos los niños fueran amamantados, cada año se salvarían 820 mil vidas infantiles en el mundo, señala Zamora Fuentes.

Además de los beneficios en la salud que trae la lactancia al recién nacido, también trae beneficios económicos, ya que las fórmulas para bebés que sustituyen artificialmente a la leche materna tienen costos muy elevados. Otro factor que Zamora Fuentes considera importante señalar sobre fórmulas es el alto contenido de azúcar y grasa que causan obesidad, que deviene en alguna enfermedad crónica degenerativa a lo largo de la vida. Así, si se sustituye la lactancia por fórmula es muy probable que el bebé tenga mayores problemas en la salud, lo que también significa un gasto médico.

En cuanto a las estadísticas sobre la lactancia, comenta que como país vamos mejorando, pues en 2014 el índice de la lactancia materna exclusiva era del 19.6% y en seis años se ha incrementado a un 28.8%. Sin embargo, en su opinión, seguimos estando por debajo de las cifras, en comparación con otros países.

Una de las mayores problemáticas para la lactancia, según la especialista en salud pública, son las compañías que fabrican los sucedáneos de la leche: “Existen códigos para tratar de regular la mercadotecnia en torno a las fórmulas lácteas, códigos internacionales que todos los países que se encuentran afiliados a la ONU o a la OMS están siguiendo, pero sabemos que las prácticas particulares de la medicina la recomiendan. Es un problema que tenemos en México, la recomendación de las fórmulas sin tener la certeza de que son necesarias”.

Para la licenciada en enfermería, la primera media hora desde el nacimiento de un bebé es muy importante, y ese apego inmediato es un punto clave para una lactancia materna exitosa, porque se empiezan a desencadenar todas las cascadas hormonales que van a llevar a la madre a la producción de leche. “Cuando una madre acerca al bebé al pecho manda una señal al cerebro de que hay que producir leche”. Explica que las mujeres no tienen una reserva de leche, sino que la producen en el momento. Por lo tanto, es importante hacer un estímulo para que se desencadene la reacción hormonal y comience la producción de la leche.

Zamora Fuentes invita a las mujeres a que confíen en su cuerpo: “nuestro cuerpo es sabio y tenemos que empezar a confiar en él, a tener la certeza de que todo va a estar bien”.

En cuanto a la conservación de la leche materna, explica que existen diversos métodos para la extracción de la leche si se quiere conservar y en todos se recomienda hacer un estímulo previo. Si la leche materna se va a congelar, existen bolsas esterilizadas, en las que se deberá anotar la fecha y hora de extracción y la cantidad de onzas. El método de descongelación siempre será a baño maría. Una vez congelada, la leche materna tiene una durabilidad de hasta 6 meses.

Los cuidados que debe tener una mujer que está lactando es llevar una alimentación balanceada y estar bien informada, prestar atención a que al lactar, los labios del bebé estén totalmente vertidos y abarquen la mayor parte de la areola de la mama.

Aún existen prejuicios sobre la lactancia materna, y el rol social es de suma importancia, pues existe mala información sobre el tema y el personal de salud tiene poca información que se va replicando a los pacientes, por ello la lactancia debe promocionarse desde el embarazo.

Sobre la creación de los espacios públicos para amamantar, Zamora Fuentes considera que son buenos porque amamantar es un derecho, pero también innecesarios, pues lo que necesitamos en realidad es crear una cultura de la lactancia y trabajar en la creación de conciencia sobre la misma, tanto en trabajos como en centros de estudio, donde se permita la extracción o el tiempo para ir a lactar al bebé en donde se encuentre, lo que resulta más importante que los espacios físicos, que en su mayoría terminan teniendo un mal uso. “La lactancia materna representa una de las acciones de salud pública de mayor importancia y relevancia para el futuro de la salud de México. Es una acción muy sencilla y de muy bajo costo, pero de alto impacto”. Finalmente, invita a los hombres a involucrarse en la lactancia, pues no es un tema exclusivo de las mujeres; ellos tienen un rol importante: la capacidad de dar apoyo y acompañamiento a la mujer durante la lactancia.

livier.lopez@cusur.udg.mx