Año 18, número 263.
En este día, dedicado a la lucha contra los trastornos de la conducta alimentaria, es importante recordar el papel fundamental de la familia en la prevención de estos problemas.
Imagen: IA Magic Live.
La familia es el núcleo fundamental donde se aprenden los valores esenciales para vivir en sociedad y se desarrolla el sentido de identidad. Esta unidad dinámica se adapta constantemente a los nuevos contextos sociales y culturales. Las relaciones que se desarrollan entre padres, hijos y otros miembros de la familia sientan las bases de los comportamientos y hábitos actuales y futuros de cada persona. Las dinámicas familiares son cruciales para la salud mental de sus integrantes, repercutiendo de manera favorable o desfavorable.
En particular, la familia desempeña un papel clave en la prevención de trastornos de la conducta alimentaria, siendo el primer entorno donde se construyen las creencias sobre la alimentación, la salud, la imagen corporal y el peso, especialmente a través de la transmisión de estas creencias de madres a hijas.
La relación con la alimentación comienza desde el embarazo, las preferencias alimentarias se ven influenciadas por lo que la madre consume. A medida que el niño crece, los hábitos alimenticios se establecen a partir de la influencia de la familia, la cultura y la sociedad, determinando qué, cómo, cuándo y cuánto se come. Si bien los trastornos de la conducta alimentaria son el resultado de la interacción de múltiples factores personales, ambientales y socioculturales, la familia juega un papel clave en su prevención, especialmente durante las primeras etapas de vida, la niñez y la adolescencia.
En la Figura 1 se identifican los trastornos de la conducta alimentaria más frecuentes.
¿Sabías que algunas prácticas familiares pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos alimentarios?
Las familias que priorizan la apariencia física, muestran una preocupación excesiva por el peso y la imagen corporal, y condenan constantemente el sobrepeso, a menudo a través de comentarios negativos sobre el cuerpo de los demás o del propio, pueden crear un ambiente propicio para el desarrollo de estos trastornos. Este riesgo aumenta cuando se alienta en los hijos un consumo de alimentos que no responde a sus necesidades reales, promoviendo una ingesta mayor o menor a la que su cuerpo requiere. Estas presiones refuerzan los ideales socioculturales que valoran la delgadez en las mujeres y la musculatura en los varones.
Por otro lado, el uso de la comida para satisfacer necesidades emocionales, la imposición de dietas restrictivas que prohíben alimentos considerados “engordantes” y los problemas alimentarios en otros miembros de la familia, también pueden tener efectos negativos.
Figura 1 Trastornos de la conducta alimentaria
¿Qué estrategias implementar desde las familias para prevenir problemas alimentarios?
Fomentar relaciones familiares cálidas, basadas en la comunicación, la confianza y con límites claros, es fundamental para prevenir el riesgo de trastornos alimentarios. A continuación, enlistamos 10 acciones a considerar:
2) Pregúntate ¿Tiendes a comparar tu cuerpo con el de otras personas? ¿Haces comentarios sobre el cuerpo de otras personas? ¿Has buscado cambiar tu peso por alcanzar un ideal de belleza?
3) Reflexiona ¿Sueles hacer comentarios sobre el cuerpo de tus hijos o pareja? ¿Restringes el consumo de ciertos alimentos en casa por considerarlos engordantes?
5)Promueve en tu familia hábitos alimentarios equilibrados, conscientes y nutritivos así como la realización de actividad física. Ojo. No uses la actividad física como un castigo o compensación por haber comido en exceso. En lugar de ello, fomenta la actividad física como una manera de cuidar la salud y disfrutar del movimiento.
6) Planeen comidas familiares regulares, evitando distractores y hablar sobre el peso o la imagen corporal. Favorezcan un ambiente respetuoso, tranquilo y armónico. Estos momentos son claves para fomentar una relación saludable con la comida.
7) Ayuda a tus hijos a desarrollar una autoestima más allá de la apariencia física, halaga sus habilidades y logros. Fomenta el amor propio por su valor intrínseco de ser una persona.
8) Fomenta la expresión adecuada de los sentimientos. Ayuda a los miembros de la familia a identificar sus emociones y a expresarlas.
9) Evitar usar los alimentos como recompensa o castigo. Esto reducirá la asociación entre la comida y el manejo de emociones desagradables.
10) Fomenta una cultura de aceptación dentro del núcleo familiar, lejos de las comparaciones.
Las familias que crean un ambiente de apoyo emocional y comunicación abierta pueden ayudar a los hijos a desarrollar herramientas para enfrentar desafíos relacionados con la alimentación, la autoimagen y el bienestar. A continuación, se presentan algunas recomendaciones para mejorar la comunicación efectiva en la familia (ver Figura 2)
Figura 2 Recomendaciones para una comunicación efectiva en familia.
Recuerda “El peso ideal debería ser aquel que dé lugar a una salud óptima y a un mínimo riesgo de enfermedades”
(Carbajal, A.).
No olvides que, si necesitas ayuda, existen profesionales de la salud capacitados para brindarte el apoyo necesario. Puedes acudir a nutriólogos especializados en hábitos y comportamiento alimentario, quienes pueden ayudarte a desarrollar una relación saludable con la comida. También puedes contar con psicoterapeutas individuales, que desempeñan un papel crucial en el tratamiento de trastornos alimentarios, y psicoterapeutas familiares, quienes fomentan un entorno de apoyo y comprensión en casa. Además, existen instituciones especializadas en el tratamiento de estos trastornos, que ofrecen un enfoque multidisciplinario.
Te invitamos a explorar más sobre estos temas en nuestra Gaceta CUSUR:
“Aceptar mi cuerpo lejos de la balanza y las redes sociales” en http://gaceta.cusur.udg.mx/aceptar-mi-cuerpo-lejos-de-la-balanza-y-las-redes-sociales/
“Emociones y alimentación: Un viaje hacia el autocuidado” en http://gaceta.cusur.udg.mx/emociones-y-alimentacion-un-viaje-hacia-el-autocuidado/
Ana Lidia López
ana.lopez8396@alumnos.udg.mx
Vanessa M. Vázquez-Vázquez
vanessa.vazquez4619@alumnos.udg.mx