Año 16, Número 218.

De acuerdo con el Instituto de Información Estadística y Geografía (INEGI), en el censo del 2020, hasta el mes de agosto: “el 0.85% de la población de 3 años y más en Jalisco hablaba alguna lengua indígena.

Imagen: rosyarango.com

Kenia Yurith Hernández Martínez

La diversidad cultural disminuye año tras año, esto a causa de diversos aspectos, como la migración provocada por la falta de oportunidades, la marginación y principalmente, la pérdida de las lenguas indígenas de México. Sin embargo, aún se tiene la esperanza de que los jóvenes puedan parar este problema, y grupos como el de Yaoxocoyomenahuatl (Jóvenes Guerreros Nahua) perteneciente a la región de Tuxpan, Jalisco es un ejemplo de ello.

De acuerdo con el Instituto de Información Estadística y Geografía (INEGI), en el censo del 2020, hasta el mes de agosto: “el 0.85% de la población de 3 años y más en Jalisco hablaba alguna lengua indígena. De ese porcentaje de jaliscienses que se consideran pertenecientes a una etnia, el municipio de Tuxpan solo abarcó el 1.4% del total de personas que hablan una lengua indígena; exactamente, una de las variantes del náhuatl.

Tuxpan es el municipio número 106 del estado de Jalisco. Su nombre deriva del vocablo náhuatl “Tochpan”, que significa tierra de conejos, donde abundan los conejos, o lugar donde hay conejos. Se localiza en la región sur del estado de Jalisco.

Con base en la reseña histórica del gobierno del municipio, la zona en donde actualmente se encuentra esta región, fue invadida por los purépechas, quienes dominaron la región algunas decenas de años hasta que fueron derrotados y desalojados al concluir la Guerra del Salitre, hacia 1510. Esta región fue descubierta y conquistada a principios de 1522. Por decreto, el 28 de agosto de 1969, se elevó a categoría de ciudad el poblado de Tuxpan, cabecera del municipio del mismo nombre, cuyos municipios colindantes son Zapotlán el Grande, Tonila, Zapotiltic, Pihuamo y Tecalitlán.

Actualmente, “tochan” como lo llaman coloquialmente sus habitantes, realiza cada año eventos o actividades que fomentan a la población a interesarse más por las actividades relacionadas con las comunidades indígenas o estas raíces provenientes de la comunidad Nahua. Algunas de estas actividades son el Encuentro Internacional de Danzas Indígenas, la Feria de la Cuachala y el tradicional Canto del Alabado, que forman parte de las actividades en la celebración del Día de Muertos, que realiza cada primero de noviembre en manos del Consejo De Autoridades Tradicionales del Pueblo Nahua De Tuxpan, Jalisco.

Así como este Consejo de Autoridades Tradicionales, también existe un grupo de jóvenes pertenecientes a la comunidad Nahua de Tuxpan, Jalisco llamado “Yaoxocoyomenahuatl” (Jóvenes Guerreros Nahuas), que trabaja en conjunto con el consejo y lleva más de 10 años existiendo, cuyo objetivo principal es el fomento a la preservación de la tradición y pasado histórico indígena Nahua.

Jahily Monserrat Calzagueta, vicepresidenta e integrante de este grupo de jóvenes, habló sobre las actividades que se hacen en este grupo: “Lo indígena no sólo abarca cultura ¿sabes? Abarca más partes, que son la educación, salud […] son muchas cosas, y el objetivo principal de nuestro grupo o de este movimiento, desde que se creó, siempre ha sido promover y revitalizar nuestras costumbres y nuestras tradiciones. Entonces, parte de lo que nosotros hacemos y cosas en las que hemos participado han sido eso, llevar a otros municipios lo que es Tuxpan”.

Uno de los aspectos principales que permiten que la preservación de la cultura continúe, además de los eventos, es la lengua, la cual ha ido desapareciendo poco a poco. En  el texto de la antropóloga y lingüista Rosa H. Yáñez “Uso y desuso del Náhuatl en Tuxpan, Jalisco: testimonios de los hablantes, se menciona lo siguiente:

“Para principios del siglo, integrantes de la comunidad lingüística de Tuxpan llevan a cabo un proceso irreversible, de desplazamiento del náhuatl, que se manifiesta en cuatro tipos de juicios […] los de negación de identidad expresan que la llegada de personas no indígenas al pueblo transformó en gran medida la cotidianidad, estigmatizó a los miembros del grupo indígena: concretamente el estigma se centró en su vestimenta y en su lengua como elementos sobresalientes”.

Puntualizando más la cuestión del habla, practicar una lengua indígena podría considerarse como un elemento que genera discriminación, y, de esas 22 mil 697 personas que se auto adscriben como indígenas en la región de Tuxpan, de acuerdo con el censo del INEGI en 2020, es probable que en algún momento de su vida hayan sufrido discriminación, ya sea por su vestimenta o por la lengua que hablan.  Esto es una realidad que genera que las personas que pertenecen y hablan una lengua indígena, dejen de vestirse o dejen de hablar su lengua por miedo a ser discriminados o a ser juzgados por la sociedad.

Yessenia Lizbeth Jiménez Hernández, miembro de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en atención a pueblos y comunidades indígenas de la región Sur de Tuxpan y sus siete comunidades menciona lo siguiente: “Mi módulo de atención está enfocado en que se les haga valer sus derechos a los pueblos y comunidades indígenas en cuestión de salud, apoyos gubernamentales, situaciones de violencia, inclusive la discriminación. Es enfocado en canalizar a ciertas personas de comunidades indígenas que todavía se ven vulnerados sus derechos por cuestiones de racismo, cómo vistes, cómo hablas, dónde vives”.

Por otro lado, Karla Guadalupe Pérez Martínez, miembro del grupo Yaoxocoyomenahuatl menciona, a partir de su vivencia, la poca integración de los jóvenes pertenecientes a una comunidad indígena a este tipo de grupos: “Nuestro grupo se llama Yaoxocoyomenahuatl, está integrado por jóvenes […] queremos rescatar lengua náhuatl. Si ustedes se fijan, muchos de aquí de Tuxpan que tienen esas raíces, se avergüenzan de eso, de decir “¡Yo soy indígena!” Y cuando nosotros los jóvenes preguntamos “Oye, ¿eres indígena?” responden “No, yo no soy indígena”…pero para una beca ahí si no te avergüenzas”.

Actualmente el gobierno del país, a través del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), permite la creación de proyectos culturales para el rescate, preservación, difusión y fortalecimiento de la cultura indígena y afromexicana; todo esto mediante el cumplimiento de una serie de requisitos, como que el proyecto este orientado a la tradición oral y revitalización lingüística, que la comunidad en donde se realizará el proyecto, su lengua y cultura, se considere en riesgo de desaparición, otro requisito es que se dará especial énfasis a proyectos propuestos por mujeres o bajo la perspectiva de género, con respeto a las formas de organización interna de sus comunidades.

Las reuniones de Yaoxocoyomenahuatl, tras dos años de pandemia, han disminuido cada vez más, debido a que cada uno de los integrantes cuenta con responsabilidades externas. Sin embargo, eso no quita que el grupo tenga un proyecto en mente: promover y fomentar el retorno de la utilización de una de las variantes del náhuatl perteneciente a la región de Tuxpan.

“Yo y nuestro grupo, actualmente estamos trabajando en un proyecto para la revitalización del náhuatl. Este proyecto tiene como finalidad eso, inculcar la lengua en niños y jóvenes […] buscamos apoyo de los maestros de las escuelas interculturales como la Acolmiztli y la Kalmekak. El punto aquí es que nos dijeron que sí nos apoyan, solamente que, tienen que adaptar la variante del náhuatl a la lengua nativa, por que hay muchas variantes del náhuatl […] se está trabajando en eso, esperamos que el proyecto sea aprobado, porque igual con ese recurso, haríamos todo; desde comprar materiales, armar la estructura, el apoyo de los maestros, en cierta forma, compensarlos”, aclara Jahily Calzagueta.

A pesar de los esfuerzos que realiza este grupo de jóvenes en la región de Tuxpan, como el de implementar este proyecto de revitalizar la variante náhuatl en las escuelas, no es tan fácil hacerlo, ya que no sólo son unas cuantas comunidades. Se estima que existen alrededor de 16 millones 933 mil 283 indígenas, que representan el 15,1% de la población total de México.

“Parte de ese proyecto también implica eso; lograr que a nivel secundaria y preparatoria pongan un materia en donde les den continuidad a esos niños; para que eso, de cierta forma les ayude y nos ayude a nosotros”, explica Jahily.

A pesar de ello, Jahily, Karla y los demás jóvenes pertenecientes a este grupo, que tratan de aprender el náhuatl y que siempre buscan maneras para reavivar el interés de la población de Tuxpan hacia las tradiciones, lengua y cultura indígena, siguen manteniéndose firmes al proyecto ya planteado y seguirán trabajando en él, a pesar de los inconvenientes que se les puedan presentar.

kenia.hernandez5932@alumnos.udg.mx