Año 18 número 275.

Imagen: Jacqueline Contreras
Imagina un país donde cada página abierta es una puerta a mundos nuevos, donde las palabras no solo cuentan historias, sino que también transforman vidas. Eso es lo que busca la promoción de la lectura en México: hacer de los libros compañeros cotidianos, accesibles y vibrantes para todos. Desde bibliotecas móviles que recorren comunidades rurales, hasta clubes de lectura en cafeterías, escuelas y plazas públicas, esta labor une a promotores culturales, maestros, estudiantes, padres y abuelos en un mismo objetivo: hacer que leer sea un acto de descubrimiento, placer y libertad.
En México, promover la lectura es sembrar semillas de pensamiento crítico, empatía y creatividad. Es imaginar un futuro donde cada niño y niña pueda soñar con los ojos abiertos gracias a una historia que lo inspire.
La promoción de la lectura no es solo repartir libros o pedir que la gente lea más. Es un movimiento cultural, social y educativo que busca despertar el gusto por la lectura y hacer que forme parte activa de la vida diaria. En México, este esfuerzo se vuelve urgente y apasionante: no se trata solo de leer, sino de leer con placer, con sentido y con libertad.
Uno de los mayores desafíos es cambiar la percepción de que leer es una tarea escolar o una obligación aburrida. Por eso, la promoción de la lectura en México se esfuerza por mostrar el lado lúdico, divertido, emocionante y transformador de los libros. No se trata de imponer, sino de invitar. Porque cuando alguien descubre el libro adecuado en el momento justo, la magia ocurre. Y ese momento puede cambiar su vida. En el sur de Jalisco, existen diferentes lugares donde promotores de la lectura llevan a cabo actividades para que las personas puedan acercarse a los libros, sin presiones y por su propio gusto. La promoción de la lectura es mucho más que un proyecto cultural: es una apuesta por el futuro. A través de bibliotecas públicas, programas como «Letras para Volar» y festivales literarios.
Guadalupe Herrera, mediadora, junto con Dulce María Castillos Ceballos, dueña del café Sabore, son dos mujeres que han podido establecer un club de lectura en Zapotiltic, Jalisco. Ambas fundaron su club en el año 2023, e iniciaron con cinco participantes entusiastas sobre la lectura -todas ellas mujeres-, y hasta la fecha se han integrado otras tres mujeres más, dando así un total de ocho integrantes frecuentes. También han mencionado que su club no tiene un nombre como tal, pero que es un espacio libre para hablar sobre la lectura, entretenerse, aprender, convivir fluidamente y salir de la rutina.
Este club de lectura tiene como finalidad “aumentar la cultura general de un grupo de mujeres, leer buenos autores y estudiar algunos temas de interés”, fueron palabras de la mediadora de lectura y dueña del café Sabore, que nos compartió algunos de los detalles sobre el club. Las mujeres que participan en su club, en su mayoría, son amas de casa, las cuales pertenecen a un rango de edad de entre treinta a cincuenta años.
Uno de los retos que se propusieron para aumentar su rango de lectura fue terminar una novela algo extensa en un periodo menor a dos meses, sin embargo, el reto no pudo llevarse a cabo porque casi ninguna de las miembros logró realizarlo por las diferentes circunstancias que rodean su día a día, además de no haber tenido un hábito lector, lo cual también es un factor importante. Las reuniones del club se llevan a cabo los días jueves de seis de la tarde a ocho de la noche en el mismo café antes mencionado. Algunas de las actividades que se han llevado a cabo son exposiciones en equipos, cuestionarios y algunas otras actividades que se han encontrado en internet.
Las lecturas que se realizan en el club son, en su mayoría, de autoayuda, puesto que son temas de interés para las miembros y no son tan extensas como las novelas. Entre los títulos que se mencionaron se encuentran Apaga tu celular y enciende tu cerebro de Pablo Muñoz Iturrieta, “Método educativo de San Juan Bosco”, también suelen leer artículos para madres y esposas y temas espirituales. Esto es importante porque así ellas pueden ir adaptando o, mejor dicho, desarrollando cada vez más sus hábitos y habilidades lectoras.
Así mismo, las mediadoras de lectura esperan que su club persevere durante mucho tiempo más y, de ser posible, que más personas se unan a él. Es importante tener en cuenta que no importa la cantidad de libros que se lean siempre y cuando estos llenen a sus lectores con información, sentimientos y pensamientos de calidad.
La importancia de estos esfuerzos no puede subestimarse. En un mundo saturado de información rápida y superficial, leer con profundidad y disfrute se convierte en una herramienta esencial para el pensamiento crítico, el diálogo respetuoso y la construcción de ciudadanía. Promover la lectura es también apostar por una sociedad más equitativa, más culta y más libre, donde todos puedan imaginar y construir mejores realidades.
Además, en Jalisco, la promoción de la lectura cumple un papel especial: fortalece la identidad local y regional, recuperando tradiciones orales, relatos indígenas y voces de autores contemporáneos que reflejan la diversidad del estado. Cada libro abierto en una plaza pública, cada círculo de lectura en una escuela rural, cada taller literario en una biblioteca de barrio, son pequeñas revoluciones silenciosas que abren mundos y posibilidades.
Por todo ello, la promoción de la lectura en Jalisco no debe verse como una acción aislada o pasajera, sino como un proyecto de largo aliento, una política cultural que necesita ser fortalecida, apoyada y celebrada. Porque cada lector que se forma hoy, será mañana un ciudadano más libre, más consciente y más capaz de transformar su realidad.
En Jalisco, leer es sembrar futuro. Y el futuro, página tras página, apenas comienza a escribirse.
Virginia de Jesús Cervantes Jiménez
virginia.cervantes6695@alumnos.udg.mx