Año 18, número 275.

En un municipio que parece estar cada vez más atraído por la era digital está naciendo como un brote de esperanza un club de lectura. En este lugar que está especialmente creado para los adultos mayores se comparten pensamientos y emociones de forma empática. La lectura no es solo una actividad para entretener; leer inspira, transforma, enseña y sana. Tomar un libro debería de considerarse una necesidad para así comprender mejor nuestro entorno, para ser parte de una sociedad más crítica, informada y empática. Atrévete a mirar el mundo desde otras perspectivas.
En la región Sur de Jalisco, específicamente en el municipio de Zapotiltic, se reúne un grupo de personas mayores de sesenta años coordinados por la psicóloga Karla Guadalupe Aguayo Elizondo. Cada viernes por la mañana en la calle Gómez Farías #8 un
libro se abre y las emociones se expresan. El grupo de lectura llamado Centro de Día nació en octubre del año 2024 y con el paso del tiempo entre encuentros, memorias, risas y diálogos este espacio ha ido creciendo; pues lo que comenzó con once integrantes con
Cartas a Clara de Juan Rulfo, actualmente está conformado por 20 miembros activos, entre hombres y mujeres que participan de forma constante. La coordinadora decidió comenzar su círculo de lectura con amor, dedicación y paciencia. Su grupo no estaba acostumbrado al hábito de leer, por lo tanto, los primeros textos que se leyeron trató de que fueran cortos y sencillos de comprender. Su objetivo es que los adultos mayores puedan tener un acercamiento a la palabra escrita y que ellos conozcan diversos autores.
La sesión da inicio a las 11:00 a.m., normalmente tiene una duración de hora y media, pero hay ocasiones en que la pasión se apodera del momento y se dejan llevar media hora más. La dinámica es sencilla, pero da frutos: la psicóloga selecciona un libro fácil de leer y les proporciona el material a los participantes para que todos sigan la lectura. Este material es adaptado para ellos, pues el tamaño de la letra es grande para facilitarles su lectura. Después de leer realizan sus respectivos comentarios acerca del libro, no solo de la trama y los personajes, sino también de las emociones y reflexiones que les despierta. Una vez terminada esta actividad se da paso a la siguiente parte, que es la escritura creativa. Por ejemplo, la mediadora comenta que cuando estaban leyendo Cartas a Clara de Juan Rulfo, pidió a su grupo que redactaran una carta. Esta parte es de gran importancia “El acercar los libros a los adultos mayores para mí es un gran logro, porque ellos se dan cuenta que pueden lograr muchas cosas, que tienen la capacidad de leer, escribir y de expresar todo aquello que sienten a través de la palabra”. Estas fueron las palabras de Karla Aguayo, mientras dibujaba una sonrisa en su rostro al recordar en especial a una de sus integrantes que tiene esquizofrenia, ella por lo general no comunicaba mucho, pero por medio de la escritura logró expresarse.
La mediadora también comenta que en lo que lleva coordinando el club de lectura ha atravesado por ciertos desafíos, ya que no todos los integrantes de Centro de Día saben. leer. Esto ha sido un reto adicional para el desarrollo de las actividades, sin embargo, no se desanima porque ellos se presentan con toda la disposición de escuchar y aportar comentarios referentes a la lectura. Así mismo, expresó con sinceridad que desea de todo corazón que el grupo perdure por muchos años más cuando llegue el momento de que alguien más tome su lugar. El espacio tiene un gran valor para ella y espera que así lo sea para quien asuma el compromiso.
Hasta el momento el grupo ha leído dos grandes obras de autores muy reconocidos: Cartas a Clara de Juan Rulfo y Los amorosos: Cartas a Chepita de Jaime Sabines. Hasta el momento los miembros del círculo de lectura han disfrutado de las obras y de las dinámicas que se han llevado a cabo. El siguiente libro se espera que sea una novela, pero aún no hay una seleccionada.
Centro de Día no solo es un lugar para leer, es un espacio seguro donde las personas adultas han sido testigo de que se transforma en una herramienta poderosa que enriquece tanto su mente como el espíritu. Todos merecemos un lugar seguro donde ir a alzar la voz y a su vez escuchar la de otros y construir nuevos significados a través de la lectura. Formar un vínculo humano que compartan el gusto por el hábito de leer y expresarse puede ayudar a despojar el sentimiento de soledad y llevar una calidad de vida más sana. Los 20 miembros y la coordinadora Karla Aguayo reciben muy gustosos a cualquier nuevo integrante que quiera acompañarlos a sus sesiones y compartir sus sentipensares.
Aurora Guadalupe Lares Hernández
aurora.lares3607@alumnos.udg.mx