Año 18, número 274.

Imagen: Jacqueline Contreras.

«La libertad no es el problema. El problema son los hombres» 
(Rivera Garza, 2021, p. 276).

El invencible verano de Liliana es una obra conmovedora y profundamente reflexiva que aborda la vida y el trágico feminicidio de Liliana Rivera Garza, la hermana de la autora. Desde sus primeras páginas, Cristina Rivera Garza establece un tono de introspección y vulnerabilidad, explorando no solo la vida de Liliana como individuo, sino también las realidades más amplias de la violencia de género en México. Este libro, que se presenta como una mezcla de memorias, testimonio y un llamado a la justicia, se convierte en un vehículo que permite al lector evocar una empatía profunda y una urgente necesidad de cambio social.

La obra inicia con un contexto biográfico que sitúa al lector en el impacto devastador que la muerte de Liliana tuvo en su familia y en la sociedad. La autora narra que, el 16 de julio de 1990, Liliana, una joven estudiante de arquitectura llena de sueños y aspiraciones, fue asesinada por su ex pareja, quien no podía aceptar su deseo de libertad. Esta historia personal se entrelaza con el discurso sobre la violencia sistemática que sufren muchas mujeres, planteando así una crítica contundente hacia el sistema patriarcal que no solo perpetúa la violencia, sino que la normaliza. Rivera Garza escribe: “Este libro es para celebrar su paso por la tierra y para decirle que, claro que sí, lo vamos a tirar. Al patriarcado lo vamos a tirar”. Esta declaración no solo significa la memoria de Liliana, sino que también actúa como un clamor colectivo por la justicia y la transformación social.

Desde una perspectiva literaria, la obra destaca por su estilo íntimo y poético que logra fusionar el dolor personal con la injusticia social. La autora utiliza fragmentos de correspondencia y diarios de Liliana para otorgarle voz y agencia a su hermana, y a la vez profundiza en la complejidad de su carácter. A través de estos textos, se revelan los sueños, temores e inseguridades de Liliana, así como su valiosa conexión con su propia identidad. Este uso del lenguaje permite a la autora contribuir a la construcción de una narrativa que no se reduce a la tragedia, sino que celebra la vida y el potencial de Liliana. La narrativa es rica en imágenes y sensaciones, lo que propicia una conexión emocional intensa con el lector.

Uno de los aspectos más impactantes de El invencible verano de Liliana es la reflexión sobre la memoria y los modos en que esta puede ser reivindicada. La lucha por recordar a las mujeres que han sido víctimas de feminicidio se convierte en un tema central. Rivera Garza formula preguntas fuertes sobre la capacidad de la memoria colectiva para resistir el olvido y la indiferencia. ¿Cómo se asegura que las vidas de estas mujeres no sean solo estadísticas? ¿Cómo se transforma el dolor individual en un motor de cambio social? Al abordar estas cuestiones, la autora no solo rinde homenaje a su hermana, sino que también plantea un desafío a la sociedad para que reconozca y actúe frente a esta plaga que consume a tantas mujeres.

Otro elemento destacable es el contraste entre la vida de Liliana y el horror de su muerte, lo que refleja de manera aguda la complejidad de la juventud y la vulnerabilidad femenina en un mundo que a menudo se torna hostil. La autora hace un esfuerzo consciente por desmantelar la narrativa de la víctima, mostrando a Liliana como una mujer dinámica y cumplida que anhelaba vivir plenamente y que, a pesar de las dificultades, siempre encontraba en ella «un invencible verano». Este concepto, que recuerda las palabras de Albert Camus, encapsula la lucha interna de Liliana, así como la resiliencia que se puede encontrar incluso en las circunstancias más difíciles.

La obra de Rivera Garza no solo es un homenaje, sino también un llamado a la acción. A través de la narrativa de Liliana, se invita a los lectores a involucrarse en la lucha contra la violencia de género, a convertirse en agentes de cambio y a asumir la responsabilidad de transformar las estructuras que perpetúan esta violencia. Liliana se convierte en un símbolo de todas las mujeres que han sido silenciadas, y su historia sirve para concientizar sobre la necesidad de un cambio radical en las actitudes y acciones hacia las mujeres en la sociedad.

El invencible verano de Liliana es una obra poderosa y necesaria que desafía la complacencia y la indiferencia. Rivera Garza logra entrelazar lo personal con lo político de una manera que resuena profundamente en el presente. A través de la memoria y el testimonio, el libro no solo recorre el dolor de una familia desgarrada, sino que ofrece una oportunidad para reconsiderar nuestras propias respuestas a la violencia y unirse en la búsqueda de justicia. La historia de Liliana nos recuerda que, si bien la violencia es una realidad tenaz, la resistencia y la memoria pueden iluminar el camino hacia un futuro en el que la vida y la dignidad de todas las mujeres sean respetadas y valoradas.

Natali Contreras Mendez

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